Internacional

Un periodista ganador del Pulitzer acusa a EEUU de la explosión en el Nord Stream

Seymour Hersh asegura que "submarinistas de la Armada que operaban al amparo de un ejercicio de la OTAN" colocaron "explosivos activados por control remoto que meses después destruyeron tres de los cuatro gasoductos"

  • El gasoducto Nord Stream

Estados Unidos provocó la explosión en los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream, según una investigación del periodista Seymour Hersh, ganador del Premio Pulitzer -el galardón más reconocido del periodismo-. El pasado mes de junio, "submarinistas de la Armada (de EEUU) que operaban al amparo de un ejercicio de la OTAN", el BALTOPS22, colocaron "explosivos activados por control remoto que, tres meses después, destruyeron tres de los cuatro gaseoductos del Nord Stream", ha detallado Hersh en su página web citando a una fuente con "conocimiento directo" de la planificación de la operación.

El periodista asegura que ha intentado contactar con la Casa Blanca para abordar el tema y su portavoz, Adrienne Watson, afirma que la información de Hersh es "falsa" y "una completa ficción". Seguidamente, consultó a Tammy Thorp, portavoz de la Agenda Central de Inteligencia, quien se ha sumado a la postura que defiende Watson.

Durante más de una década, Rusia ha sido el principal proveedor de gas natural de Alemania -uno de los principales aliados de EEUU- y de gran parte de Europa Occidentala través del Nord Stream 1. La construcción del Nord Stream 2, el segundo par de tuberías, finalizó en septiembre de 2021 y suponía un aumento de la influencia económica rusa en Europa.

Hersh entiende que tras la invasión de Ucrania, "el presidente Joseph Biden vio los gasoductos como un vehículo para que Vladimir Putin usara el gas natural como arma para sus ambiciones políticas y territoriales". El contexto de la guerra de Ucrania lo cambió todo.

El periodista del New Yorker detalla que la operación había sido ideada más de nueve meses antes del sabotaje del Nord Stream. Tras más de medio año de debates en el seno privado de la comunidad de seguridad nacional de Washington, Biden aprobó el operativo.

La operación, según detalla la información, se llevó a cabo por buzos de la Marina, los cuales no eran miembros del Comando de Fuerzas Especiales de Estados Unidos. Hersh explica que esta decisión evitó la burocracia, ya que las operaciones encubiertas de las fuerzas especiales deben ser " deben informarse al Congreso e informarse con anticipación a los líderes del Senado y la Cámara".

Lista de sospechosos

Las casualidades no existen en estos tiempos si se habla de gas, Rusia, Estados Unidos y Alemania. Las tres fugas que se detectaron la madrugada del lunes 26 de septiembre al martes 27 en Nord Stream 1 y Nord Stream 2 desataron todas las teorías y una inmediata búsqueda de responsables. 

Las primeras noticias apuntaban a un 'boicot' o 'sabotaje' a los dos gasoductos que conectan Rusia con Alemania por el mar Báltico, aunque el primero está en parada técnica por ‘mantenimiento’ y el segundo inactivo desde antes del inicio de la guerra. Los medios europeos se decantaban más por la opción de culpa a Rusia. Otras vías señalaban a Alemania, como vía de desconectarse definitivamente de las amenazas de Putin.

Se video og fotos af gaslækagerne på Nord Stream 1 og 2-gasledningerne i Østersøen på https://t.co/pj96CN7CDB: https://t.co/7bgt8TljaH #dkforsvar pic.twitter.com/I1zEPaBLYO

— Forsvaret (@forsvaretdk) September 27, 2022

Noruega y Polonia también se sumaban a las quinielas. Las tres fugas de septiembre coincidieron con el estreno de una infraestructura que podía dar soluciones a los movimientos de suministro que se vive en el Nord Stream. El Baltic Pipe, una ruta clave para transportar gas desde Noruega a Polonia y los países vecinos a través de Dinamarca, iniciaba su actividad días antes del ataque a los gasoductos.

EEUU no quería el Nord Stream

Y, por último, la sombra de Estados Unidos aparecía en escena. La Casa Blanca lideró desde el primer momento, antes incluso del inicio de la invasión a Ucrania, el rechazo a la puesta en marcha del Nord Stream 2.

Por un lado, para quitar influencia de Putin en sus 'socios' europeos. Por otro, para aumentar la demanda de metaneros estadounidenses cargados de gas natural licuado (GNL) Europa. Una alternativa que, tras la información de Seymour Hersh, gana fuerza.

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