Si se quiere echar a perder un país y propagar la pobreza, nada mejor que eliminar toda zona de sombra, todo espacio a la espontaneidad, e imponer la tiranía del burócrata.

A veces ciertos políticos dan que hablar más que por su labor, por su físico. En España tenemos un caso que se acerca, el de Olvido Hormigos y ahora en Dinamarca tienen a Nikita Klaestrup, una militante del del Partido Conservador de Dinamarca que ha atraído a miles de seguidores en sus redes sociales debido a sus despampanantes modelitos.