Las fuerzas ucranianas continúan "repeliendo" los intentos de Rusia por ocupar el sur de la ciudad de Mariúpol, según revela el último parte de inteligencia militar publicado este martes por el Ministerio de Defensa del Reino Unido. Ese último informe, colgado en la cuenta de Twitter de esa cartera, destaca que "pese a los intensos combates, las fuerzas ucranianas continúan repeliendo los intentos rusos de ocupar el sur de la ciudad de Mariúpol".
La ciudad de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, centra la atención de la guerra con Rusia, en un asedio que se mantiene desde hace días y que tiene visos de prolongarse. Unas 400.000 personas han estado atrapadas en Mariúpol durante más de dos semanas en medio de intensos bombardeos que han cortado los suministros centrales de electricidad, calefacción y agua, según fuentes locales.
Los separatistas prorrusos del este ucraniano afirmaron este lunes que la toma de control en la ciudad portuaria de Mariúpol "no es un asunto de dos o tres días, y ni siquiera de una semana". La localización de esta ciudad costera la ha convertido en uno de los puntos cruciales en la guerra contra Rusia por varios motivos:
Asegurar un corredor terrestre entre Crimea y Donbás
Mariúpol separa la región de Crimea de la región del Donbás controlada por los separatistas prorrusos. Si el Ejército de Putin acaba tomando la ciudad costera habrá logrado establecer un puente terrestre y sin obstáculos entre Rusia y Crimea.
Con la conquista de este enclave, Rusia también terminaría con el control total de más del 80% de la costa del Mar Negro de Ucrania, cortando su comercio marítimo y agravando el aislamiento.
Asfixiar la economía ucraniana
La ciudad alberga el puerto más grande de la región de Azov, es un importante punto industrial de hierro y acero, y un centro de exportación clave para el acero, el carbón y el maíz de Ucrania que van a clientes en el Medio Oriente y más allá.
Reforzar la propaganda 'antinazi'
Esta ciudad es también el lugar de origen del 'Batallón de Azov', compuesta en parte por extremistas de extrema derecha y neonazis que no han dudado en mostrar todo tipo de simbología fascista. Aunque forman solo la fracción más pequeña de las fuerzas de combate de Ucrania, esta ha sido una herramienta de propaganda útil para Moscú.
Desde el primer día de la invasión, uno de los pretextos del presidente ruso fue "desnazificar" Ucrania. Si las fuerzas de Putin consiguen tomar la ciudad y capturar a un considerable grupo de este batallón, la propaganda del Kremlin los utilizará para desacreditar al gobierno Ucrania y reforzar su tesis 'antinazis'.
Esta utilización propagandística fue utilizada recientemente en uno de los ataques que más impacto tuvieron durante los últimos días. El miércoles pasado, Kiev denunció el bombardeo del Teatro Dramático y el edificio de la Piscina Neptuno, donde "cientos de personas, en su mayoría mujeres, niños y ancianos", se habían refugiado. El jueves, el Ministerio de Defensa de Rusia aseguró que la aviación rusa no había efectuado ningún ataque sobre el teatro y atribuyó su destrucción al batallón de Azov de la Guardia Nacional.
Empujón moral
La caída de Mariúpol cobraría una especial importancia en la moral de ambos bandos. La caída del enclave sería promocionada por los medios oficiales rusos como un importante avance en la invasión del país, ahora que se va a cumplir un mes del inicio de la operación, y muchos expertos consideran que las fuerzas rusas se han estancado.
Mientras que para los ucranianos, la pérdida de Mariupol sería un mazazo para la moral en el defensa del país. Además, sería primera ciudad importante en caer ante los rusos después de Kherson, una ciudad estratégicamente mucho menos importante que apenas estaba defendida.