Internacional

Rusia intensifica el bombardeo en Jersón, en medio de rumores sobre una nueva ofensiva

Las tropas rusas realizan entre cinco y seis asaltos diarios en el frente con Ucrania a fin de establecer una base de operaciones dentro de territorio ucraniano

  • Soldados ucranianos en el frente -

La región del sur de Ucrania, Jersón, está experimentando, este día de Navidad, un aumento en la intensidad de los bombardeos rusos, al mismo tiempo que circulan informes que indican que las fuerzas invasoras del Kremlin podrían estar preparando el lanzamiento de una nueva ofensiva tanto en esta provincia como en la vecina Zaporiyia.

Las tropas rusas están tratando de establecer una base de operaciones en la orilla occidental del río Dniéper, según indicó el portavoz del grupo 'Sur' de las Fuerzas Armadas Ucranianas, Vladislav Voloshin, este martes a Radio Svoboda. Este punto marca la línea del frente en esa zona de Ucrania, y hasta el momento se encuentra bajo control de Kiev. Por el momento, la actividad militar rusa no se ha traducido en un ataque a gran escala a través del Dniéper, aseguró.

No obstante, pequeños grupos de infantería rusos lanzan entre cinco y siete asaltos diarios contra los islotes del río, mientras que la semana pasada fue frustrado un intento de Moscú de tomar posiciones cerca de la propia ciudad de Jersón.

Posible ofensiva

Según fuentes del mando militar ucraniano citadas por la cadena RBK-Ucrania este lunes, Rusia podría emplear hasta 4.000 efectivos para intentar asegurar una cabeza de puente en la margen opuesta del Dniéper, en la región de Jersón. Además, podría realizar asaltos cerca de Piatijatki, en la vecina Zaporiyia, con el objetivo de acercarse a la capital regional, que se encuentra a 40 kilómetros, e intensificar los ataques de artillería.

Conquistar más territorio en estas áreas reforzaría la posición de Rusia de cara a futuras negociaciones y respaldaría su demanda de obtener el control total de estas provincias, que actualmente se encuentran bajo ocupación parcial, con sus capitales en manos ucranianas.

"Los planes del enemigo son conocidos, las Fuerzas de Defensa están preparadas para cualquier escenario, y algunos soldados rusos ya están alimentando a los cangrejos en el Dniéper", señaló el jefe del Centro Gubernamental para la Lucha contra la Desinformación, Andrí Kovalenko, en su canal de Telegram.

"El intento de Putin de aumentar la presión no tendrá éxito", añadió, en clara referencia al presidente ruso.

Jersón bajo ataque

"Ya nos hemos acostumbrado a los ataques rusos desde que la ciudad fue liberada hace más de dos años, pero nunca habíamos sufrido una ofensiva tan intensa como la del pasado viernes", explicó Oksana Pogomí, miembro de la asamblea local, a EFE desde Jersón.

Aunque los ataques rusos generalmente afectan a las zonas más cercanas al río, ese día toda la ciudad fue blanco de un bombardeo masivo, utilizando cerca de mil proyectiles de artillería, según las autoridades locales.

En los días posteriores, Rusia lanzó al menos trece bombas aéreas guiadas contra la ciudad, dañando su hospital oncológico. Además, los drones rusos continuaron atacando de manera indiscriminada a los transeúntes, relató Pogomí.

"Los rusos están intentando convertir a Jersón en una ciudad fantasma, destruyendo su infraestructura civil, sus redes logísticas y de transporte, y atacando con bombas lanzadas desde drones sobre la gente en las calles", afirmó Taras Chmut, veterano del ejército ucraniano y presidente de la ONG "Vuelve a Casa Vivo", en una entrevista con el medio Ukrainska Pravda.

Según Chmut, Rusia no tiene el poder suficiente para tomar las ciudades de Jersón o Zaporiyia en este momento, aunque podrían acercarse peligrosamente a ellas, forzando a Ucrania a desplegar recursos valiosos para contenerlos.

Desde el punto de vista del analista militar Oleksandr Kovalenko, Rusia podría estar tratando de persuadir al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de que lo más prudente sería negociar en lugar de intentar derrotarles en el campo de batalla.

Viviendo en el frente

Debido a los constantes ataques rusos, los habitantes de Jersón intentan realizar todas sus tareas por la mañana y evitar estar en las calles durante el resto del día, explicó Pogomí a EFE.

A pesar del peligro, los voluntarios de su ONG, Sprava Hromad, siguen fabricando redes de camuflaje para los soldados y horneando pan para los vecinos, relató.

"Los rusos no lo tendrán fácil, ya que el río Dniéper es una barrera natural muy fuerte, y sus orillas están bien fortificadas y llenas de minas", señaló la política local.

"Necesitamos más municiones de artillería y otras armas para asegurarnos de que podemos detener a los rusos, porque la ciudad no sobrevivirá otra ocupación", concluyó Pogomí, mientras se escuchaban explosiones a lo lejos.

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