Siria autorizó este domingo a la misión de la ONU a visitar la zona de Guta Oriental, a las afueras de Damasco, donde esta semana la oposición denunció la muerte de más de mil personas en un supuesto ataque del régimen con armas químicas. En un comunicado difundido por la televisión estatal, el Ministerio sirio de Asuntos Exteriores dijo que llegó a un acuerdo con la ONU y está coordinando la fecha y hora en que se desarrollará la visita de los investigadores, que se encuentran en el país. Por su parte, las Naciones Unidas han recogido el guante y la investigación empezará este lunes, según un portavoz.
Horas antes, el ministro sirio de Exteriores, Walid al Mualem, había recibido en Damasco con la representante de la ONU para Asuntos de Desarme, Angela Kane, a quien mostró "la disposición de Siria para cooperar". "Siria y la ONU han llegado a un acuerdo que se aplicará de forma inmediata para permitir al equipo de la ONU para investigar las acusaciones sobre el uso de armas químicas el pasado 22 de agosto a las afueras de Damasco", explica la nota, informa Efe.
Esta semana, la Coalición Nacional Siria (CNFROS, la principal alianza opositora) denunció que al menos 1.300 personas murieron el pasado día 21 en un ataque con armas químicas en Guta Oriental y otras áreas en los alrededores de la capital. El Observatorio de Sirio de Derechos Humanos rebajó ayer la cifra de fallecidos en ese supuesto ataque a 322 personas, entre ellas 54 niños y 82 mujeres, y acusó directamente al régimen sirio de haber perpetrado la masacre.
La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) confirmó también el sábado, por su parte, la muerte de 355 personas con síntomas neurotóxicos en la periferia sur de Damasco, sin valorar quién fue el autor de la matanza. Las autoridades sirias negaron tales acusaciones e insistieron hoy en que están dispuestas para cooperar con la ONU para "descubrir las mentiras de las alegaciones de los grupos terroristas", en alusión a los rebeldes, a quienes también acusan de haber empleado armamento químico