Los editores de diarios franceses y alemanes han ganado la partida a ‘Google’ y la prensa española sigue a rebufo a la espera de poder disfrutar del éxito logrado por sus homólogos europeos. El Gobierno de Francia y el buscador de internet han acordado que la empresa tecnológica pague 60 millones de euros la prensa del país por la publicación de sus contenidos, una vieja reivindicación para la que Alemania también ultima un cambio legislativo. En España, el lobby de la prensa lleva años reclamando que el Gobierno también tome cartas en el asunto.
La llamada 'tasa Google' francesa busca "facilitar la transición de la prensa en el mundo digital". En España los editores han mostrado en numerosas ocasiones su preocupación por el servicio 'Google News' dado que pone "en peligro el futuro de la prensa”. El buscador de internet es un arma de doble filo para los editores, ya que da visibilidad al medio en la red, pero al igual que genera tráfico de usuarios puede frenarlo. Google, en opinión de varios asociados a la AEDE, abusa de su posición dominante al utilizar los contenidos digitales de los diarios sin disponer de autorización, ni ofrecerles a cambio ninguna remuneración.
Con este y otros retos importantes por delante, la Junta Directiva de la Asociación de Editores de Diarios Españoles, AEDE, acordó esta semana por unanimidad nombrar director general a José Gabriel González Arias, leonés ex consejero delegado de ‘La Voz de Galicia’, además de ex director general de ‘El País’.
Este nuevo nombramiento se suma al de Luis Enríquez, consejero delegado de Vocento, elegido presidente de la asociación el pasado 22 de enero tras la renuncia de José Bergareche. A diferencia de Bergareche, Luis Enríquez llegó a la presidencia sin función ejecutiva, una tarea que el empresario vizcaíno si asumía ya que el objetivo era relanzar la asociación que en la actualidad vive horas bajas. Por ello, los asociados a la AEDE han buscado con González Arias un nombre de consenso para que sea su director general.
Los dueños de los periódicos iniciaron en septiembre el curso con el objetivo de continuar con la reconversión de un sector que el último año ha sufrido unas ventas, tanto de ejemplares como de publicidad, “catastróficas” en palabras de un alto ejecutivo de una de las principales compañías editoras del país. La AEDE, fundada en 1978, vive horas bajas como consecuencia de la falta de un proyecto de futuro a corto plazo concreto en un momento crucial para el desarrollo del negocio. Varios asociados consultados por Vozpópuli cuestionan la utilidad y continuidad de este colectivo, mientras que otros consideran que este foro sigue siendo fundamental para el futuro de este mercado.
