Después de varios meses de conflicto laboral, el Grupo Zeta y la plantilla de El Periódico de Catalunya han alcanzado un acuerdo sobre la dimensión del tijeretazo que se aplicará a las nóminas de los periodistas del rotativo durante los próximos tres años. En concreto, sus retribuciones sufrirán un recorte del 16, el 14 y el 13% en cada uno de estos ejercicios ante la necesidad de la empresa de reducir sus costes laborales, dada la profunda crisis que vive el sector de los medios de comunicación.
Este plan ha sido aprobado recientemente en una asamblea en la que se registraron 222 votos a favor (70,7%), 74 en contra (25,15%) y 13 en blanco (4,14%), según han explicado fuentes del rotativo. La medida obligará a la plantilla del diario más vendido a Cataluña a asumir un nuevo recorte en sus retribuciones, algo que ha sido constante durante los últimos años.
El pacto firmado entre los trabajadores y Zeta implica que el presidente de la compañía, Antonio Asensio Mosbah, deberá rebajar el alquiler de las dependencias de la cabecera, de su propiedad. También se ha comprometido a pagar una parte de los 8 millones de euros que una de sus empresas debe al grupo desde hace varios años. Los directivos del holding también asumirán una serie de sacrificios salariales, han precisado los mismos informantes.
El acuerdo alcanzado –que incluye la prolongación del Expediente de Regulación Temporal de Empleo que estaba en vigor desde 2014- ha sido apoyado por la mayor parte de la plantilla, puesto que contempla una reducción de las retribuciones “bastante menor” de la que anunció la empresa el pasado marzo.
Ahora bien, fuentes del diario dan prácticamente por seguro que a partir del próximo septiembre la compañía ejecutará despidos para reducir aún más sus costes laborales. En el caso de que así sea, las indemnizaciones se calcularán a partir de los sueldos de 2011.
La profunda crisis del Grupo Zeta
Este recorte laboral representa el enésimo parche que ha tenido que aplicar el Grupo Zeta en sus medios de comunicación desde que arreció la crisis económica, hace casi una década. La situación financiera de la compañía es complicada y sus resultados no invitan al optimismo, con una deuda de 100 millones de euros con los bancos y con un grupo de periódicos seriamente afectado por la decadencia del papel y por la dificultad de generar ingresos en el nuevo ecosistema digital.
El año pasado lo cerró con unas pérdidas de 7,5 millones de euros y con serios apuros para afrontar el vencimiento de 6 millones de deuda. La empresa del grupo que más pérdidas registró fue El Periódico de Catalunya S.L. (-2,2 millones), seguida de Ediciones Zeta S.A. (-1,77 millones), Gráficas de Prensa Diaria S.A. (-1,64 millones) y Ediciones Deportivas Catalanas S.A. (, Sport, con -575.000 euros).
Hace unas semanas, la consultora Deloitte realizó una auditoría sobre la compañía y le aconsejó vender o cerrar algunos de sus medios de comunicación; o intentar fusionarse con otros grupos de prensa. Finalmente, ninguna de esta propuestas se aplicarán a corto plazo -según fuentes cercanas a la dirección de la empresa-, aunque nadie en Zeta las descarta en los próximos años.
En cualquier caso, si se cumplen las previsiones, la compañía anunciará en los próximos días un nuevo acuerdo con la banca para suavizar el calendario de pago de su deuda. Lo hará después de haberse deshecho de Ediciones B por 39 millones de euros y de haber obtenido el plácet de sus acreedores para utilizar la mayor parte de estos fondos para aliviar sus necesidades de liquidez y para reestructurar sus negocios.