La emisión del documental sobre Rocío Carrasco en Telecinco, en 2021, generó una polémica importante en toda España. Sin ir más lejos, Cayetana Álvarez de Toledo se refirió a lo que se vio en Mediaset del siguiente modo: "Esa serie es un episodio más de la degradación de la conversación pública, que se caracteriza por el triunfo de lo subjetivo sobre lo objetivo. Y es también una prueba de la voluntad de un sector de la izquierda de desacreditar la Justicia y ganar en las televisiones lo que pierden en los tribunales".
El contenido de este producto audiovisual motivó varias reacciones políticas y sociales, entre ellas, la presentación de algunas denuncias ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Es decir, ante el organismo que se encarga de controlar que los contenidos emitidos en las televisiones en abierto se ajustan a lo dispuesto por la ley.
Recientemente, la Sala de Supervisión Regulatoria de esta institución ha archivado una de las causas que estaban relacionadas con este caso. En concreto, ha descartado una reclamación que señalaba que Telecinco había emitido "un contenido cargado de angustia y dolor con descripción de malos tratos, manipulaciones y presión psicológica (...) que no es adecuado para niños de 8 años".
El denunciante se refería a la edición del 14 de febrero de 2022 de Sálvame Naranja, que es la parte de este programa que se ofrecía entre las 17.00 y Ya son las ocho, bajo la calificación de "no recomendado para menores de 7 años".
Esta franja está considerada como de especial protección y la normativa actual prohíbe la emisión de determinados contenidos sobre violencia, sexo o conflictos emocionales.
Los contenidos analizados de Telecinco
Lo que ocurrió en el citado programa lo describe la resolución de la CNMC de forma pormenorizada: "Se narran las desavenencias de Rocío Carrasco con su familia. También se tratan otros temas, como la ruptura matrimonial de Anabel Pantoja, las actuaciones como DJ de Kiko Rivera o la controvertida relación entre Oriana Marzoli y su expareja, sin ofrecer mucho detalle acerca de los mismos".
En lo que respecta a la hija de Rocío Jurado, se afirma: "se habla e interpreta una llamada hecha por la hermana de Rocío Carrasco (habla de que la familia puede tener miedo, sin entrar en detalles), se muestran imágenes (...); y se aborda su decisión de apartarse de su familia porque no le hace bien, así como la mala relación de su pareja, Fidel Albiac, con la familia de ella". También "se menciona la herencia como agente causante de problemas".
Para la CNMC, estos sucesos "no se presentan de una manera dramática que pueda generar miedo o angustia a los telespectadores, ni se describen consecuencias negativas graves que los hechos relatados hubieran podido producir". En este sentido, añade: "el relato de los hechos violentos (...) no es suficientemente explícito, omitiendo cierto tipo de palabras y no ofreciendo información pormenorizada".
Por tanto, no existen motivos suficientes como para multar a Mediaset por su emisión. Es decir, lo contrario a lo que observó el 15 de abril de 2021 en Sálvame Naranja, donde se emitieron contenidos que "resultan inadecuados para los menores de 12 años, y pueden resultar perjudiciales para su desarrollo físico, mental o moral”. Por ello, sancionó a la empresa responsable del programa con 373.000 euros.
Hay que recordar que este programa tuvo repercusiones políticas tras su estreno, hasta el punto que la ministra de Igualdad, Irene Montero, se pronunció a favor de Carrasco, pese a que todos los hechos que confesó en el plató habían sido archivados por los tribunales.
El día del estreno de Rocío Carrasco: contar la verdad para seguir viva, Telecinco logró una cuota media del 33,2%. Hace cinco días, el programa En el nombre de Rocío conseguía el 17,9% de share.