RTVE aprovechará los sucesos que han acontecido alrededor de la monarquía durante los últimos días para sacar del archivo el documental Yo, Juan Carlos I, rey de España, que se grabó hace más de un lustro, en colaboración con la televisión francesa TF3, y que no se ha llegado a emitir en España.
Los motivos de esa decisión nunca han sido aclarados y las preguntas remitidas a TVE al respecto han sido contestadas con evasivas. Sin embargo, las fuentes consultadas por este periódico atribuyen la ocultación de la cinta a dos factores: por un lado, a la ausencia de representantes de entidad del Partido Popular entre las personas que aparecen en el documental -todas fueron elegidas por su director, Miguel Courtois-; y, segundo, la falta de voluntad política -y de la propia Casa Real- para que se ensalzara la figura de Juan Carlos I en plena transición en el 'trono', cuando se intentaba reivindicar la monarquía a través de Felipe VI.
El filme puede ser definido como una 'rareza', dado que se grabó pocos meses antes de la abdicación de Juan Carlos I y es el propio monarca el que realiza el epitafio de su reinado. Lo hace en una entrevista que duró varias horas, y se realizó en el Palacio de la Zarzuela, en la que se refiere a algunos de los episodios y demonios que le han acompañado a lo largo de su vida.
El filme puede ser definido como una 'rareza', dado que se grabó pocos meses antes de la abdicación de Juan Carlos I y es el propio monarca el que realiza el epitafio de su reinado.
La cinta es más laudatoria que crítica; y no incluye referencias a la cacería de Botsuana ni a Corinna Larsen. De hecho, su parte más importante tiene que ver con el papel que realizó Juan Carlos de Borbón durante la Transición. Entre otras cosas, relata cómo incluso antes de la muerte de Franco el heredero del trono mantuvo reuniones con los comunistas para abonar el terreno para la Transición.
Courtois reconocía hace unas semanas, en declaraciones a Vozpópuli, su malestar por la censura que ha sufrido la obra durante 2015, que impidió a los ciudadanos sacar sus propias conclusiones sobre el reinado de Juan Carlos I.
Entre los momentos que recuerda de la entrevista de varias horas que mantuvo con el emérito, destaca el fragmento en el que lloró, que fue cuando habló de los años más duros del terrorismo de ETA.
El director reconoce que en RTVE le transmitieron el malestar del Partido Popular por la ausencia de algún portavoz de la formación en la película, si bien se defendió con el argumento de que ni José María Aznar ni Mariano Rajoy tuvieron un papel clave en la Transición, al contrario que líderes socialistas como Alfonso Guerra.
Sea como fuere, recuerda que aceptó incluir el testimonio de Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, pero que, aún así, el anterior presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, se negó a emitir la cinta.
La muerte de su hermano
Entre los momentos más controvertidos que narra la obra se encuentra la muerte del hermano de Juan Carlos I. El régimen lo justificó de esta forma, a través de un escueto comunicado: “Mientras su Alteza el Infante Alfonso limpiaba un revólver aquella noche con su hermano, se disparó un tiro que le alcanzó la frente y le mató en pocos minutos. El accidente se produjo a las 20:30, después de que el Infante volviera del servicio religioso del Jueves Santo, en el transcurso del cual había recibido la santa comunión”.
Courtois no evita este tema en Yo, Juan Carlos I, rey de España. De hecho, el monarca, tras observar las imágenes de su hermano, afirma que ambos estaban “muy unidos”, que era muy “simpático” y que le echa de menos. “Yo le quería mucho y él me quería mucho a mí”, destaca, unos segundos antes de que el documental incida en los intentos que realizó Franco para proteger a la Casa Real frente al “posible escándalo” que podría haberse desatado como consecuencia de este luctuoso suceso.
La relación con Don Juan
El documental no esconde las fricciones que ocasionó dentro de la casa de los Borbón el hecho de que Franco no respetara la línea dinástica y designara como sucesor a Juan Carlos, en lugar de a don Juan. En la obra, se habla de la soledad del rey emérito durante sus primeros años en España y se sugiere cierta sensación de desarraigo durante su adolescencia.
Especialmente significativo resulta el momento en el que se habla de la ausencia de Don Juan en el día de la proclamación de su hijo. La película muestra una conversación que mantuvo el abuelo de Felipe VI con un periodista francés en estos términos:
-¿No ha ido a la coronación?
-No.
-¿Por qué?
-Porque no se ha hecho de manera correcta, ni con la intervención del pueblo, ni con la mía, siendo yo el titular.
Sobre su padre, Juan Carlos afirma lo siguiente: “fue un hombre que renunció a todo por la democracia y la Monarquía”.
La decadencia del Rey
El documental no habla de Corinna, pero expone un hecho incontestable: que en la parte final del reinado de Juan Carlos I, coincidente con la llegada de la crisis económica a España, se produjo un deterioro de la imagen de la Monarquía en la sociedad española.
“Para Juan Carlos, la sucesión de la Corona es una nueva etapa que prepara con cuidado. Sobre todo porque la situación del país se agrava, en 2009, cuando la crisis económica azota a España de frente. Uno de cada dos jóvenes está en paro y se tolera cada vez menos el tren de vida de la realeza, que contrasta con las dificultades de los españoles”