La tercera guerra del fútbol ha comenzado y Mediapro estará sola ante el peligro, como en aquel western inolvidable. Su rival por el reparto de los derechos de la liga española será Telefónica y, a su lado, se situará el Grupo Prisa, que parece que tratará de torpedear las líneas de Jaume Roures -quien no es precisamente aquel bondadoso Gary Cooper de la película-. Así, el holding se cobrará venganza por las acciones llevadas a cabo por su rival en el pasado, que implicaron la pérdida de los derechos de éste y otros deportes. Junto al conglomerado mediático y la compañía de telecomunicaciones parece que se situará el Gobierno, con el que Roures no guarda precisamente una relación ejemplar.
Una vez más, fiel a sus tradiciones más acendradas, Cebrián coloca en la portada del rotativo más leído un dardo brutal contra los oponentes de la empresa
La noticia publicada el domingo en el diario El País sobre las cuentas en el exterior del dueño de Mediapro supuso el primer aldabonazo de esta batalla. En la información, se revelaba que Roures guarda 250 millones de euros en hasta 150 entidades bancarias situadas en diversos países del mundo. Una vez más, fiel a sus tradiciones más acendradas, Cebrián coloca en la portada del rotativo más leído un dardo brutal contra los oponentes de la empresa.
La principal pregunta que surgía al leer la información es el porqué de este ataque, pero se respondía fácilmente al recordar, preguntando en el sector de los medios, que en los próximos meses se efectuará un nuevo reparto de los derechos del fútbol. Prisa no pujará por ellos, después de vender Digital Plus a Telefónica el pasado mayo. Sin embargo, parece que se posicionará del lado de Telefónica y aprovechará para cobrarse las cuentas pendientes que tiene con Roures, que en su día dinamitó algunas operaciones sobre derechos deportivos que el grupo que dirige Juan Luis Cebrián. Los mandamases de Miguel Yuste no olvidan la protección del Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero al empresario catalán y sus compañeros de negocio.
Más allá de estos juegos de poder entre empresas, la pregunta que surge es, ¿cómo consiguió 'El País' unos datos financieros tan precisos sobre las cuentas de Roures en el exterior? Fuentes del sector consultadas por Vozpópuli afirman que, amén de sus investigaciones periodísticas, gracias al inestimable apoyo del Ejecutivo, que parece que se posicionará a favor de Telefónica en la próxima batalla por el control televisivo del fútbol.
Un próximo decreto que cambiará las reglas del juego
Las reglas del juego sobre el reparto del fútbol cambiarán en las próximas semanas, en virtud de un real decreto que prepara el Gobierno, por el cual los derechos de los equipos de la liga se venderán de forma conjunta, en lugar de como hasta ahora, cuando los negociaban con cada club los operadores de televisión. Esta nueva normativa acercará a España a otros países europeos, en los que se ha seguido el mismo método. El Ejecutivo del PP lleva meses preparando la Ley del Deporte. Y con la nueva legislación, Roures y Mediapro pueden entrar en barrena frente a la operadora de telefonía.
El Grupo Prisa ya no se jugará nada en esta pelea, dado que su grave crisis financiera le ha obligado a deshacerse de Digital Plus. Sin embargo, Cebrián parece dispuesto a enfangarse y a convertirse en un defensor de Telefónica. Todo, para ajustar cuentas con Mediapro, con la que ha mantenido peleas encarnizadas fuera y dentro de los tribunales en los últimos años, con el balompié como epicentro. De hecho, la corte internacional de la Cámara de Comercio, con sede en París, decidirá en breve sobre la anterior guerra del fútbol. En juego, cientos de millones de euros por los que ambas compañías litigan desde hace años.
Una vieja batalla
Prisa contra Mediapro, Roures contra Cebrián. Dos oponentes que en la época de Zapatero al frente del Ejecutivo pelearon sin piedad por ganarse el favor gubernamental y dominar el cotarro mediático, en la mejor tradición del empresariado patrio dedicado a este sector
En definitiva, se trata de la vieja batalla por los derechos televisivos del fútbol: Prisa contra Mediapro, Roures contra Cebrián. Dos oponentes que en la época de Zapatero al frente del Ejecutivo pelearon sin piedad por ganarse el favor gubernamental y dominar el cotarro mediático, en la mejor tradición del empresariado patrio dedicado a este sector. Las cuitas entre ambos contendientes son ya antológicas. Una de las últimas tuvo lugar precisamente a cuenta de la venta de Digital Plus, con la alianza entre Roures y Al Jazeera creada para intentar hacerse con la plataforma de pago y, de paso, torpedear la esperada operación entre Prisa y Telefónica.
Estas refriegas también se han producido en otras disciplinas. Una de las más recordadas tuvo lugar en 2006, cuando Prisa había cerrado un acuerdo para comprar por 20 millones de euros cinco temporadas del Mundial de Motociclismo. En ese momento, Televisión Española ejerció su derecho de tanteo e, in extremis, arrebató los derechos al grupo de los Polanco. La maniobra se interpretó como una argucia de Mediapro y el Gobierno de Rodríguez Zapatero para evitar el crecimiento de Cuatro y favorecer a La Sexta. Por cierto, se repitió de forma similar con los derechos de la liga ACB de baloncesto.