Los bancos ya controlan una cuarta parte del accionariado de Prisa. Caixabank, Santander y HSBC acaban de hacerse con el 23% de su accionariado merced a los pactos alcanzados dos años atrás. Asimismo, Telefónica desembarca y pasa a ser accionista de referencia del conglomerado mediático con otro 6%. En 2012, los tres bancos y la teleco inyectaron un total de 434 millones de euros a través de bonos que ahora se convierte en acciones porque ha transcurrido el plazo de dos años que constaba en el acuerdo. La paradoja es que, al contrario de lo que pudiera parecer, las entidades no están demasiado interesadas en mantenerse en el accionariado del grupo mediático presidido por Juan Luis Cebrián, según diversas fuentes del sector.
Tampoco los mandamases de Prisa, encabezados por Cebrián y Fernando Abril-Martorell, desean que los bancos controlen tantas acciones. De hecho, existía la posibilidad de que el grupo editor recomprase los bonos a los bancos y la teleco, pero finalmente no ha sido así porque la operación no se ha podido concretar, aunque no es descartable que se acometa en el futuro. El caso es que, aparte de deseos y operaciones hipotéticas, los tres grandes bancos pasan estos días a hacerse con el control de casi una cuarta parte de los valores del grupo editor. Algo que provoca que la familia de Jesús de Polanco pierda aún más poder en el holding de medios. En puridad, hace tiempo que los descendientes de Polanco pasaron a un segundo plano al quedar arrumbados por los nuevos inversores que llegaron para salvar los muebles, como el fondo buitre Liberty, en 2010, y otros muchos fondos de inversión, a finales de 2013.
Operación de rescate en 2012
La nueva modificación en el accionariado es la consecuencia de un acuerdo de hace dos años. En junio de 2012, Prisa anunció que cerraba una operación con La Caixa, Santander, HSBC y Telefónica para convertir su deuda en bonos. Una operación cifrada en 443 millones de euros. La emisión de bonos se realizaría en dos tramos: uno de 334 millones de euros destinados a bancos acreedores, que se comprometieron a suscribir en su totalidad los tres bancos, a cambio de la modificación de los préstamos a Prisa; y otro de 100 millones de euros, que desembolsaría en efectivo Telefónica. Según rezaba el acuerdo, los bonos tendrían una duración de dos años. Llegada la fecha de vencimiento final, julio de 2014, los bonos que no se hubieran convertido con anterioridad se convertirían necesariamente en acciones ordinarias Clase A y los intereses devengados y no pagados hasta la fecha de conversión se satisfarían en metálico.
En breve el grupo editor comunicará a la CNMV en qué se concretan los acuerdos alcanzados dos años atrás con los tres bancos y la 'teleco'
Ya ha llegado el momento de hacer cumplir lo suscrito en su día. Y, a falta de que el grupo concrete los datos ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), algo que previsiblemente hará en breve, como referencia solo están los datos publicados. Tal y como adelantaba El Economista días atrás, Caixabank, Santander, HSBC y Telefónica poseen desde este domingo, 6 de julio, un 29,7% del accionariado de Prisa. En concreto, los tres bancos mencionados se hacen con un 22,85% y la teleco obtiene un 6,84%. ¿Afectará la entrega de este botín de acciones a la independencia de El País, la Ser y el resto de medios del grupo editor? Eso es una incógnita que queda en el terreno de la opinión.
En realidad, la llegada de los bancos al accionariado de Prisa es solo una muestra más de los profundos cambios que vive el grupo mediático estos días como consecuencia de su nefasta situación económica
La llegada de los bancos al accionariado de Prisa es solo una muestra más de los profundos cambios que vive el grupo mediático estos días como consecuencia de su nefasta situación económica, con una elefantiásica deuda de 3.200 millones de euros. El otrora poderoso grupo de comunicación vive un proceso de demolición. En los últimos meses Prisa ha cerrado diversas operaciones que supondrán más de 900 millones de euros para sus maltrechas arcas. De todas las transacciones, la más importante es la venta del 56% de Digital Plus a Telefónica, lo que supone que Prisa ya no sea un grupo multimedia y esté cada vez más lejos del esplendor de su pasado.
Todas las desinversiones de Prisa traen causa del plan de refinanciación firmado con fondos buitre y entindades bancarias a finales del pasado año. Y es que dicho plan estipula que el conglomerado debía deshacerse de "tres activos no estratégicos" en un plazo de tres años. Los activos susceptibles de ser enajenados son, como adelantó Vozpópuli mucho antes, el 56% de Digital Plus/Sogecable -ya vendido-, la participación del 17,3% en Mediaset -ya vendido en parte- y la participación en la portuguesa Media Capital -en venta-. En román paladino, un desguace para evitar la desaparición. Además, dicho plan incluye otras condiciones que el grupo editor de El País tiene que cumplir en los próximos años.