Hubo un momento, hace unas semanas, en el que varios editores de prensa pronunciaban la misma frase al ser preguntados por la salud de su patronal, la Asociación de Medios de Información (AMI): está rota, o casi. Eso se debía a la gran discrepancia existente entre sus miembros sobre el peso que debe tener Google en sus negocios a partir de ahora.
El motivo de la discordia se encuentra en la ley de propiedad intelectual, aprobada en 2014 y la cual establece el 'derecho irrenunciable' de las empresas periodísticas a cobrar una tasa en concepto de derecho de autor. Vocento y Unidad Editorial se posicionaron a favor de ese canon, frente a la posición de otros grupos de menor tamaño (Henneo, Diario de Navarra, Joly, Última Hora, La Gaceta de Salamanca, Diario de León, Progreso de Lugo y Segre).
Estos últimos reclaman su derecho a negociar con Google de forma individual para obtener una contraprestación periódica por ceder sus contenidos para el servicio Google News Showcase. Pero el 'canon AEDE' es un impedimento para ello, de ahí que reclamen al Gobierno una modificación de la Ley de la Propiedad Intelectual. En concreto, quieren que elimine el término “irrenunciable”.
Los editores han pasado en los últimos meses por Moncloa para exponer sus puntos de vista. En el PSOE, son partidarios de suprimir el citado término del texto legal, mientras que en el PP han mantenido una posición más ambigua, pues el apoyo a los socialistas implicaría contradecir a quienes, desde su partido, impulsaron el texto legal; pero su voto en contra podría ponerles en contra de una gran parte de los grupos de prensa, que reclaman libertad para negociar con Google.
La fuerza de Google
La salida de Fernández Galiano de Unidad Editorial y de la presidencia de AMI –que ostentaba desde 2019- supone un movimiento importante en el tablero y podría contribuir a templar gaitas en la patronal, explican fuentes de la Asociación. Entre otras cosas, porque se espera que su sustituto en la editora de El Mundo, Marca y Expansión cambie de postura con respecto a Google.
Cabe recordar que la matriz italiana de Unidad Editorial (RCS Mediagroup) alcanzó el pasado marzo un acuerdo con la multinacional tecnológica estadounidense por la cual obtendrá una contraprestación por los contenidos de La Gazzetta dello Sport y Corriere della sera que utilice para su servicio de noticias Showcase, que estrenará próximamente.
Esto dejaría a Vocento (ABC) como el único defensor del actual texto de la ley entre los grandes grupos de prensa. El consejero delegado de esta compañía, Luis Enríquez, plasmó el pasado enero su postura en un artículo en el que advirtió de los efectos que podría ocasionar el ceder ante Google.
“La disyuntiva que se presenta a los editores es elegir entre la vigencia de nuestras marcas, la independencia respecto de nuestro omnímodo competidor y la búsqueda de nuestro propio negocio, o la subordinación de nuestras cabeceras a otra mayor y única, llámese como se llame, hasta quedar reducidos a meros servicios de agencia. Las consecuencias para usted serán obvias: un solo aglutinador de información, que ordenará los contenidos a su antojo (¿conoce usted las motivaciones de Google?), que concentrará la práctica totalidad del negocio y que tendrá control sobre los editores abriendo y cerrando el grifo de sus limosnas. ¿Lo que está en juego? La prensa libre y plural. Sí que iba con usted, ¿no?”.
Una mayoría de sus editores han pedido al Gobierno que tome una decisión ‘salomónica’ y que apueste por la eliminación del término “irrenunciabilidad” de la normativa vigente
Hasta el momento, había caminado de la mano de Unidad Editorial en este asunto, pero a partir de ahora la compañía hispano-italiana podría distanciarse de esta posición. Los más beligerantes con Google también han perdido peso en el organigrama de AMI, que ha elegido como presidente provisional a Fernando Yarza, editor de Henneo (Heraldo de Aragón), que ha sido uno de los grupos que más ha presionado para que se modifique el texto de la ley de propiedad intelectual.
La patronal tiene marcada una fecha en el calendario, el próximo septiembre, pues será ahí cuando elija a su nuevo líder. Una mayoría de sus editores han pedido al Gobierno que tome una decisión ‘salomónica’ y que apueste por la eliminación del término “irrenunciabilidad” de la normativa vigente, lo que daría a las empresas la libertad de negociar (o no hacerlo) con Google.
Estos informantes inciden en que las aguas bajan más calmadas en la patronal, que ha quedado casi paralizada en los últimos meses con este último enfrentamiento. Ahora bien, pase lo que pase, llaman a tener en cuenta que, a la hora de la verdad, cada empresa vela por sus propios intereses, por lo que cualquier acuerdo o enfrentamiento en este foro siempre debe relativizarse.
