Metidos en precampaña electoral, los políticos copan prácticamente todos los programas de televisión. Este miércoles ha llegado el turno de que el líder socialista, Pedro Sánchez, llamara a la puerta del presentador de moda en estos momentos, Bertín Osborne.
"Estoy viviendo un momento apasionante. Llevo bien la presión, de hecho, soy mucho mejor con presión", ha reconocido de primeras Sánchez. Casi a renglón seguido, ha asegurado que ha sido él quien ha abierto camino "al intentar aproximar al político a los ciudadanos". “Deberíais humanizaros. Yo no te traigo aquí como político sino para que se conozca a la persona", le ha replicado Osborne.
Sánchez, que se ha definido como "un tipo con talante y una persona cercana", ha asegurado que ha cumplido las tres facetas profesionales que le gustan: el baloncesto, ser profesor universitario -dio clases durante ocho años de Estructura Económica- y político. "Era como una madre con mis alumnos", ha dicho tras confesar que lloró por última vez hace un par de meses por la muerte de su abuelo.
"Lo que más me gusta de mi mujer es que no es política", ha confesado Sánchez
En su visita a la casa de Bertín Osborne, ha reconocido que tuvo a su primera novia con 14 años. Era italiana. "He ligado, pero he sido un aficionado", confesaba el líder socialista. Sus técnicas: "El palique". No es de bailar, así que las conquistaba con su labia. Pero a los 31 fue Begoña la que le conquistó: "Hasta entonces fui un poco bala".
Además, ha revelado que aprendió tarde inglés pese a que su padre llegó a pedir un crédito para que pasara unas semanas en verano en Irlanda. "Lo que sí que aprendí fue a jugar al ping-pong", ha rematado.
Fue al terminar la carrera de Ciencias Económicas y Empresariales cuando se dio cuenta de que su pasión era la política. "Me marché dos años y medio a Bruselas a hacer un máster en francés que costaba 80.000 pesetas", ha completado. "Por azar, acabé trabajando en Sarajevo". Pese a que tuvo una oferta de Naciones Unidas para irse a Timor Oriental, decidió volver a España para hacer política, donde antes pasó varios meses en paro. En 2011, interrumpió su carrera para dedicarse al sector privado. "Me puse a enviar currículums y afortunadamente encontré un proyecto de un consorcio europeo", ha añadido.
"Mi mujer me critica todo"
"Lo que más me gusta de mi mujer es que no es política. Ella me critica todo, seguro que también lo hace con esta entrevista. Tiene en cuenta la camisa que llevo, lo que digo...", ha reconocido. "Es una profesional como la copa de un pino", ha apuntado. Además, ha adelantado que le gustaría seguir trabajando aunque él aterrice en Moncloa el próximo 20 de diciembre: "Afortunadamente tenemos a los abuelos". Sobre sus hijas, sostiene que la mayor, Ainhoa, se parece a él e incluso a su abuela, y que la pequeña, Carlota, a su madre.
Preguntado por si le gustaría que se dedicaran a la política, asegura que le da igual: "Que hagan lo que quieran. Me gustaría que tuvieran las oportunidades que desean". "¿Y si alguna te sale del PP?", le ha preguntado Osborne. "No pasa nada", ha contestado.
"Tenemos que recuperar la ejemplaridad en la vida política", ha asegurado el socialista
Asimismo, ha manifestado que le gustaría abrir la Moncloa: "Cuando he ido a visitar a Rajoy me ha parecido un sitio bastante cerrado".
"Soy muy amigo de Valls"
Los atentados de París, que dejaron 129 muertos el pasado 13 de noviembre, le pillaron en su casa de Madrid. "Me llamó Manuel para trasladármelo", ha dicho. Se ha mostrado partidario de "hacer lo de siempre" en materia terrorista porque, ha dicho, "nos va a la vida a todos". "Los partidos políticos estamos unidos, la unidad es fundamental".
"Hay una cosa que se llama ejemplaridad"
"Tenemos que recuperar la ejemplaridad en la vida política", ha proseguido Sánchez, que ha insistido en que hay que luchar contra la "impunidad". "No puede haber la sensación de que hay personas que están por encima de la ley".
Preguntado por Cataluña, Sánchez, parafraseando a Azaña, ha dicho que "la independencia no trae la libertad": "En Europa todos hablan de integrar, de mejorar... y aquí en Cataluña van unos, que encima no tienen mayoría, y hablan de separar. ¿Y a dónde quieres ir?".
Del salón han pasado a la cocina, donde el socialista ha dicho que comienza el día con un zumo de naranja natural que él mismo se encarga de preparar. Tras ello, Osborne le ha invitado a probar una cerveza con tabasco: "¡Qué bombazo!", ha espetado. Finalmente, y con una mesa de ping-pong de por medio, Sánchez ha confesado que se iría de cañas con Esperanza Aguirre y que prefiere los bailes de Iceta a los de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, a quien ve como líder de la oposición tras las próximas generales.
La próxima semana llegará el turno de Mariano Rajoy. "Nos meteremos en la cocina con productos gallegos", ha concluido Osborne.