José Ramón Díez tiene los días contados al frente de la Dirección de TVE. Sus profundas diferencias con el presidente de la corporación, José Antonio Sánchez, y con su más estrecho equipo de colaboradores, han minado poco a poco su capacidad de decisión hasta llegar a la situación actual, en la que sus hombres de confianza han caído y varias de sus funciones han sido puestas bajo el estricto control de otros ejecutivos del ente público, todos elllos comulgantes con los mensajes que se transmiten desde la calle Génova. Su dimisión se da por hecho en la casa y las distintas fuentes consultadas por este periódico estiman que se producirá el próximo junio.
De todos los miembros que configuran el alto mando de TVE, José Ramón Díez es considerado como el mejor preparado para gestionar una televisión. Hombre de larga trayectoria en el sector audiovisual, ya había sido inquilino de su puesto actual en 1999, bajo la presidencia de Pío Cabanillas. En su trayectoria profesional, ha colaborado en la producción de las galas de inauguración y clausura de ocho Juegos Olímpicos. En los de Barcelona, ejerció de coordinador de realización.
Díez ha perdido a varios de sus principales apoyos durante las últimas semanas. El último, Jaime Garrido
Su nombramiento se produjo el pasado junio bajo la presidencia de Leopoldo González-Echenique. Con la llegada de José Antonio Sánchez, en octubre, su posición se debilitó. El nuevo máximo responsable de la corporación se rodeó de hombres de la línea dura del PP y les otorgó alguna de las funciones que José Ramón Díez debía ejercer por la naturaleza de su cargo. "El deterioro de su posición se ha visto claramente reflejado en las últimas reuniones (del Consejo de Administración de TVE), en las que incluso ha llegado a ser cuestionado por el presidente y por consejeros afines al Partido Popular", explica a Vozpópuli uno de los directivos de la corporación.
En las últimas semanas, este ejecutivo ha perdido algunos apoyos fundamentales en la casa, como el del director de Programación, Ignacio Gómez-Acebo, que supuestamente dimitió por sus severas discrepancias con el director de informativos, José Antonio Álvarez Gundín. Hace unos días, presentó su renuncia Jaime Garrido, director de Imagen de Emisión, algo que se atribuyó al nombramiento de María José Bultó como directora general de Estrategia e Imagen.
La alargada sombra de Cristóbal Montoro
El acceso de Bultó a este cargo supuso un duro golpe para el director de TVE, quizá el más fuerte que ha recibido hasta el momento, puesto que este movimiento se ha interpretado como una maniobra de la Presidencia de TVE para limitar aún más su margen de maniobra y "tumbar" cualquier iniciativa que salga de su departamento.
A Bultó se le sitúa en la órbita de Enrique Alejo, el hombre fuerte de Cristóbal Montoro en TVE y el que más poder reúne en la actualidad. "Su relación con Díez ha sido difícil desde el primer día en que coincidieron, ya que Alejo ha tratado de recortar varias partidas presupuestarias de su competencia directa y ha torpedeado varias de sus ideas, como si estuviera por encima de él, cuando oficialmente está subordinado a Díez", han incidido las mismas fuentes del Consejo de Administración.
José Luis Moreno, como motivo de disputa con Sánchez
Un ejemplo de los desencuentros que ha mantenido el director de TVE con su presidente se encuentra al analizar las declaraciones que realizó a los periodistas horas después del estreno de La alfombra roja palace, el costoso programa de variedades de José Luis Moreno.
En esa ocasión, Díez expresó su opinión favorable a ese tipo de espacios televisivos, pero no dudó en criticar su formato. Varios informantes de TVE consideran estas palabras como un dardo hacia José Antonio Sánchez, puesto que la idea de contratar a Moreno fue suya, al igual que la de proyectar un debate con la productora de Ernesto Sáenz de Buruaga.
Cada una de las galas de José Luis Moreno le cuesta a TVE 220.000 euros
Esta última iniciativa contó con la connivencia de otro de los enemigos de Díez en Televisión Española, el director de Informativos, una persona muy cercana a Génova y "obediente" con Moncloa que se mostró "encantado" con la posibilidad de que TVE programara para el horario de máxima audiencia una tertulia "con una fuerte carga política", aseveran fuentes de Torrespaña.
Estas fuentes precisan que, históricamente, han existido desavenencias entre los directores de Informativos y de Televisión en TVE, puesto que sus caminos convergen en puntos críticos, como el formato del Telediario. Entre Gundín y Díez también ha habido choques -siempre según estos informantes-, pero el hombre de confianza del presidente era su director de Informativos, por lo que el único perjudicado por las disputas ha sido Díez.
Las piedras en el camino que le han puesto "todos los hombres del presidente" han imposibilitado que el director de TVE pudiera configurar una parrilla para La 1 que sirviera para recuperar la audiencia que durante los últimos años ha perdido de forma progresiva y preocupante la televisión pública. Eso ha debilitado su posición y le ha puesto a los pies de los caballos.
Fuentes de Prado del Rey dan por supuesto que el ejecutivo abandonará su cargo en junio, después de las elecciones municipales y autonómicas. No obstante, tampoco descartan que permanezca hasta septiembre "si las elecciones generales se adelantan a ese mes". En cualquier caso, inciden en que "está más que sentenciado".
