La ecuación de canje está ya sobre la mesa. Los negociadores de Vocento y Rizzoli Corriere della Sera (RCS) Mediagroup, matriz de Unidad Editorial, tiran de calculadora para ajustar y perfilar su más que probable fusión, según aseguran fuentes conocedoras de las conversaciones. Hay una clara voluntad de acuerdo a los dos lados de la mesa, sobre todo porque ambos se necesitan, pero la operación encierra bastante complejidad. La antigua Unedisa arrastra una deuda de 275 millones, pero se lo debe a sus propietarios italianos. Mientras, el grupo de capital vasco refinanció su deuda, superior a los 175 milones, meses atrás.
Las conversaciones entre ambas compañías se hicieron públicas el pasado julio. Los principales protagonistas de las negociaciones son, como ya publicó Vozpópuli, Rodrigo Echenique, presidente del grupo de capital vasco, y Borja Prado, presidente de Mediobanca, banco de inversión italiano que posee el 10% de Rizzoli. En los últimos días, desde ambos grupos ha habido filtraciones interesadas para insistir en que el diálogo está en sus inicios y el pacto está lejano. No obstante, las fuentes consultadas por este diario aseguran que en sus respectivas sedes unos y otros hacen números pensando en la ecuación de canje de sus acciones, paso obligado en este tipo de fusiones. El horizonte para llegar a un acuerdo es el final de este año. Y, arguyen dichas fuentes, una prueba de que el diálogo va más rápido de lo que se reconoce es la visita, la pasada semana, del consejero delegado de RCS, Pietro Scott Jovane, junto a otros directivos, a las oficinas de Unidad Editorial en Madrid.
¿Porcentajes del accionariado?
Por volumen de negocio, lo más normal sería que RCS dirigiera el curso de una fusión con Vocento. Pero en este caso ocurre que el conglomerado italiano solo negocia una alianza de su división en España. Ahí radica la gran complejidad del probable acuerdo, al decir de estas fuentes, porque las posibilidades son múltiples. En todo caso, teniendo en cuenta que Rizzoli posee casi el 100% de Unidad Editorial y que Vocento está repartido en múltiples participaciones de las diferentes familias que componen su consejo, la lógica dicta que que en la empresa resultante de una fusión el grupo italiano controlase el mayor paquete del accionariado. Aunque, eso sí, el control de la empresa quedaría en manos de la suma de los diferentes accionistas provenientes del grupo vasco.
La gran incógnita es saber si esta unión será rentable a largo plazo, dado que ambos grupos de comunicación tienen deudas importantes. Vocento está mejor colocado
En román paladino, RCS tendría un gran porcentaje, pero Vocento mandaría en la compañía. De hecho, se da por seguro que será Echenique quien continúe como presidente de la nueva empresa. La gran incógnita es saber si esta unión será rentable a largo plazo, dado que ambos grupos de comunicación tienen deudas importantes. En ese sentido, Vocento está mejor colocado, después de haber refinanciado sus 175 millones de deuda meses atrás al llegar a un acuerdo con nueve bancos. Peor lo tiene la antigua Unedisa, con 275 millones por pagar aunque, eso sí, no a los bancos, sino al propio Rizzoli, tras las sucesivas ampliaciones de capital aprobadas en Milán.
Un sector en crisis brutal
En las últimas semanas crecen las voces en el mundo de la prensa que dan por hecha la alianza estratégica entre ambos grupos. Los graves problemas del sector en general y de ambas compañías, en particular, avivan la necesitad de que haya fumata blanca. Los últimos datos conocidos evidencian que el descenso de las ventas de ejemplares en los quioscos es imparable. Y, por si esto fuera poco, continúa una brutal crisis publicitaria que no tiene visos de grandes mejorías en 2014 según el grueso de las previsiones; de hecho, los más optimistas hablan de un tímido crecimiento en los anuncios que en ningún caso se dará en los medios impresos.
En los seis primeros meses de este año, Vocento perdió 4,1 millones y Unidad Editorial se dejó otros 16. Los impulsores de la operación creen que lograrán grandes ahorros en común
Los apuros económicos son generalizados en el sector de los medios. Y más, si cabe, en el de los periódicos tradicionales. Prueba de ello es que, como ha ido publicando Vozpópuli, en los seis primeros meses de 2014, Vocento perdió 4,1 millones de euros y Unidad Editorial se dejó la friolera de 16 millones, según las cuentas que han hecho públicas los conglomerados mediáticos. Cifras que, por cierto, colocan a la compañía de capital vasco en una posición negociadora mucho más ventajosa. Aunque no puede perderse de vista, claro está, que los responsables de Vocento encabezados por el citado Echenique deben llegar a acuerdos con los italianos de Rizzoli, un gigante de los medios que tiene suficiente historia y volumen como para aguantar la crisis.
El componente político
Es obvio que los impulsores de la operación consideran que se podrían lograr grandes ahorros en la distribución y mejores condiciones en la parcela comercial gracias a la alianza. Y no puede perderse de vista el componente político de esta posible fusión. ¿Le interesa al Gobierno del PP un gran grupo de comunicación de centroderecha que englobe a dos de los tres grandes diarios de tirada nacional? ¿Hasta qué punto el propio Ejecutivo y algunas empresas pueden colaborar en esta operación de enorme importancia en el sector? ¿Se intentará desde el poder, como se escucha en algunos despachos, que Pedro J. Ramírez no pueda comprar el periódico que fundó? Preguntas que con el tiempo serán respondidas...