Termina 2022. El año que pasará a la historia por la invasión de Ucrania, el año en el que Will Smith se subió al escenario en los Oscars a abofetear al presentador. El año en que occidente ha dicho adiós a la pandemia y China le ha dicho ‘hola’, poniendo fin al a política Covid Cero y a esa costumbre tan suya de encerrar a los contagiados en campos de concentración. Ha sido el año del juicio de Johhny Depp y Amber Heard que ha supuesto para el movimiento #MeToo lo mismo que supuso Charles Manson para el movimiento hippie.
Los británicos han despedido a su reina y los brasileños a su O’Rei. Ha sido el año del Mundial de Qatar, o de Argentina, o de Messi. El primero que se ha disputado en invierno por el cambio climático que algunos siguen negando. Elon Musk malvendió sus acciones en la compañía más prometedora del mundo para comprarse una red social en la ruina. Hemos inventado palabras nuevas como lawfare. Ahora a las personas de un color de piel distinto al tuyo se las llama personas racializadas. Putin conjugó un verbo nuevo, desnazificar: “El desnazificador que desnazifique Ucrania, buen desnazificador será”. Motomami no sabemos lo que significa, pero Rosalía ha reconquistado América mezclando el pret-a-porter con la chabacanería de extrarradio.
Ya somos 8.000 millones de personas, entre ellos dos Papas de Roma, aunque uno está a punto de abdicar del todo, restableciendo el orden natural del universo que nunca debimos haber desafiado. Ha sido el año del criptocrash, la estafa de la estampita del siglo XXI. El año en que un diputado del PP de apellido Casero se equivocó votando desde casa y aprobó la reforma laboral del Gobierno. También descubrimos que entre los colegios mayores de chicos y chicas no se recitan epopeyas griegas. Ha dado para mucho. Estos son mis 22 tweets favoritos del año.
Llevamos 11. Lo de elegir 22 tweets es porque es el año 22 y mi cabeza es una fuente de imaginación inagotable. En 2022 descubrimos que existía una app llamada Pegasus que pagan todos los estados, como el TikTok de los gobiernos. Casillas también tuiteó el mejor tweet borrado de todos los tiempos.