El misterio vende. El sexo también. Así que si unimos ambas cosas, imaginen la revolución que puede suponer. Esta es la explicación, tan sencilla como parece, del boom de 'la Pechotes' -no hagan ninguna broma con lo de boom, que no era esa la intención-. La aparición de Francisco Nicolás, ese joven que consiguió fotografiarse con la plana mayor del Partido Popular y del que no sabemos todavía si cuenta toda la verdad o tiene una imaginación portentosa, se vio afianzada por la existencia de una amiga secreta, confidente y compañera de correrías nocturnas, que no quería desvelar su identidad para no perjudicar a su familia.
Nada más excitante. Todos imaginamos a una femme fatale como las del cine negro, orquestando planes de dominación mundial y paseando por los pasillos del CNI con los microchips en la mano. ¡Cuál fue nuestra sorpresa cuando nos encontramos a una tronista sacada de Mujeres y Hombres y Viceversa!
'La Pechotes' valía más por lo que pensábamos que sería que por lo que finalmente fue. Mientras el 'pequeño Nicolás' dio una lección a todos los tertulianos de la televisión, demostrando que un chaval de 20 años podía hablar y argumentar exactamente igual que ellos, a 'la Pechotes' le vino grande el medio.
‘La Pechotes’ tenía interés mediático cuando parecía una acomodada estudiante.
Mientras era una figura enigmática, una supuesta estudiante de periodismo proveniente de una familia acomodada, el interés mediático estaba asegurado -a ello había que unirse las primeras fotografías en bikini que circularon por las redacciones de los periódicos-, pero en cuanto descubrimos cómo hablaba y pensaba, la libido se nos bajó a los pies.
Isabel nos demostró que lo de 'la Pechotes' le quedaba grande, que no era más que una chica a la que le gusta salir de noche y que conocía a Nicolás bastante de refilón. Una decepción.
Aun así, en su primera aparición televisiva en Un tiempo nuevo, con una audiencia más que discreta, nos regaló perlas maravillosas para una estudiante de periodismo, como que no le interesa la política o que cambia de canal cuando llega el telediario. Y lo peor, que había rechazado puestos de presentadora porque no se sentía preparada para ello.
¿Cómo que puestos de presentadora? ¿Alguien es capaz de ofrecerle la conducción de un programa a alguien a quien no ha visto nunca? Así nos va la televisión, claro. Al final, Isabel fichó por Todo va bien, justo en el momento en que Edurne se daba de baja, para conducir su propia sección y trabajar de reportera.
La aparición televisiva de ‘la Pechotes’
Rápidamente llegaron las voces que la situaban como presentadora sustituta, pero se equivocaron, mucho, muchísimo. Un día duró la presencia de 'La Pechotes' en pantalla. Ni levantó el programa, ni se ganó el favor de la audiencia.
Desde entonces, no se ha sabido nada de ella. Bueno, no exactamente. A los pocos días saltó el rumor de que iba a arreglarse los dientes antes de volver a la televisión, ya que había sufrido mucho con las críticas que le habían llegado a través de redes sociales -si quiere trabajar de cara al público, debería ir acostumbrándose a la maldad de los telespectadores- y poco más.
‘La Pechotes’ podría continuar trabajando en Todo va bien, pero en al redacción.
El fenómeno del 2014 se desinflaba incluso antes de terminar el año. Imaginamos, gracias al último tuit publicado en su perfil, que continúa trabajando en Todo va bien, aunque en la redacción del programa. ¿Le veremos de nuevo en pantalla? Posiblemente no. Y, de hecho, sería lo mejor.
Demostrará que hemos aprendido que no todo el mundo está capacitado para trabajar en televisión y que detrás de muchos de los profesionales que vamos cada día hay una larga trayectoria, una formación y una experiencia. Detrás de otros no, claro, pero intrusos hay en todas las profesiones. ¿Qué le vamos a hacer?
Isabel, si nos lees, que esperamos que sí, te animamos a que no abandones a 'la Pechotes'. Sácale un provecho, abre un blog, crea un videotutorial, apúntate a Gran Hermano VIP, posa para Interviú, haz algo.
Nada de eso está reñido con ser una buena profesional, no te preocupes, pero no dejes que te engañen. Un buen personaje hay que explotarlo y tú tienes uno entre manos. Déjate de seriedad y móntate tu propio reality. ¡El mundo te necesita!