Lo divertido de este juego es que cualquiera puede opinar. Las grandes multinacionales —como Amazon, Google o Ebay— llevan tiempo estrujando a sus ingenieros para poder filtrar las reseñas y comentarios fraudulentos, irónicos o con doble sentido que no ayudan a futuros clientes aunque se hagan virales por su locura. Para ello intentan verificar las transacciones y controlar a los autores. Pero no siempre funciona.
— Capture Bizarre® (@capturebizarre) October 28, 2016
Una lucha de millones de dólares contra la estulticia que es imposible ganar.
Franco esta molesto con Netflix por sus confusas condiciones de pago y así lo expresa en su reseña de la app pic.twitter.com/LQksxMFE89
— . (@Facso) September 13, 2016
El comentarista trol, cabreado o resentido existirá allá donde exista una venta imperfecta. El recurso del pataleo sarcástico es tan natural como la venta o el trueque y ninguna máquina podrá adivinar tus verdaderas intenciones. ¿Trol o imbécil?
Pero hay otras veces que la reseña no es un cabreo o postureo intencionado. Hay veces que la opinión simplemente refleja un disgusto o gusto de un cliente especial. Alguien que utilizando sus recursos limitados intenta expresar su opinión más natural: sin límites, sin censura. Es ahí donde el comentario se hace mítico.
No hay mejor opinión para app RT @barq_in: http://t.co/qZrkqmZIOb
— Alfonso Prieto (@enAPRIET0s) December 10, 2013
Y a la inversa. Eruditos clientes que retuercen la sátira y sus habilidades para dar una lección al vendedor o al fabricante de lo que se vende.
Reseña sobre la app de Mujeres Hombres y Viceversa de la Appstore. #crack pic.twitter.com/eTYcmDoUGK
— ?Danwefly? (@danwefly) May 24, 2013
Algunas veces el nivel de sarcasmo del cliente rompe la barrera del postureo para convertirse en leyenda. Es el caso de este comprador frustrado de un objetivo fotográfico.
Son célebres también las "customer reviews" de La Biblia. Allá donde se venda el libro más leído de la historia habrá un comentarista dispuesto a trolear el texto.
En una maniobra acertadísima Amazon concluyó que esta es una batalla perdida y decidió aliarse con el enemigo. Desde entonces una sección de su propia web se dedica a recopilar los comentarios más divertidos a alguno de sus productos.
Pero el verdadero deporte y placer para el cazador de reseñas cómicas consiste en adivinar si se trata de un postureo irónico o de verdad el cliente está reprochando lo que comenta. A veces es bastante complicado. Otras es el recurso para venderte una moraleja.
Los mejores: aquellos que utilizan el humor para dar su versión de la calidad de un producto.
También es un clásico aquel comentario (normalmente con foto ilustrativa) que trata de mostrar la felicidad por la compra de una ganga sin ningún sentido del ridículo escénico.