El presidente del grupo Fiat, John Elkann, ha enfriado las expectativas sobre la inminencia de la fusión entre el grupo italiano y su filial estadounidense Chrysler, donde ostenta el 58,5% del capital, al asegurar que la operación no se llevará a cabo hasta que o los tribunales o un acuerdo extrajudicial fijen el precio a pagar por las acciones que no controla.
Las declaraciones de Elkann se producen después de que el diario 'The Wall Street Journal' informara el pasado lunes de que Fiat negocia con varias entidades la financiación para comprar el 41,5% de Chrysler, actualmente propiedad del fondo VEBA. La información provocó un fuerte repunte de las acciones de Fiat.
Sin embargo, Elkann ha asegurado este jueves que la empresa italiana esperará a que el Tribunal de Delaware fije el precio a pagar por las acciones en poder de VEBA, el fondo que gestiona las prestaciones sanitarias de los jubilados de Chrysler.
"Nuestra intención es esperar el veredicto antes de iniciar la fusión", dijo Elkann, quien no obstante no descartó la posibilidad de alcanzar un acuerdo extrajudicial con VEBA antes de que se pronuncie el tribunal, según Reuters.
Fiat planea comprar el 41,5% de Chrysler en poder de VEBA y acometer una oferta pública de venta de acciones (OPV) para que la empresa resultante cotice en Wall Street. Todos estos movimientos supondrían una "reacción en cadena" de más de 20.000 millones de dólares (15.500 millones de euros).
Fiat, que controla el 58,5% de Chrysler, contaba al cierre del primer trimestre con una posición de liquidez de 11.000 millones de euros, que le debería permitir hacer frente a la adquisición de la participación que no ostenta en su filial norteamericana, cuyo precio oscilaría entre 1.750 y 4.270 millones de dólares (entre 1.360 y 3.310 millones de euros).
La compañía italiana, que discrepa en el valor de esta participación con el fondo propietario, se arriesga a sufrir una rebaja de su calificación crediticia en caso de que recurriera a su liquidez para ejecutar la operación.