El problema detectado está en la excesiva fuerza con que se activan tras el impacto, una fuerza en el inflado que llega a proyectar pequeños fragmentos de metal a los ocupantes. En el caso de Honda son casi 5 millones de unidades las que han sido llamadas a revisión, mientras que Nissan y Toyota lo han hecho a 6,5 millones de clientes.
La llamada a revisión por Honda afecta a un total de 15 modelos distintos, una revisión que se efectuará, dependiendo de los modelos, en los airbag del conductor, en los del copiloto, o en ambos. En el caso de Toyota, la llamada a revisión afecta a casi 5 millones automóviles, la mayoría de ellos vendidos en Japón -1,35 millones- y en Europa -1,26 millones-, mientras que en Estados Unidos la cifra de vehículos afectados está ligeramente por encima de los 600.000 unidades.