En una ocasión anterior vimos que Chile había entrado en su crisis secular y que dicho trance histórico podría llevarles una generación, esto es, entre veinte y veinticinco años, tras los cuales el orden que hoy se derrumba cambiaría y casi nada volvería a ser lo mismo. Tocaría pues ver cómo se encuentran sus equilibrios macroeconómicos para enfrentar dicho reto, que es lo que exploraremos hoy y lo haremos, como siempre, con la debida autocrítica.
Pero antes de empezar, permítanme hacer un apunte previo: normalmente, al estudiar a Chile, lo suyo sería empezar por analizar el mercado del cobre, pero en esta ocasión, tras considerar los detonantes de las revueltas, he creído más conveniente empezar por la demografía, pues en ella hay factores importantes que mueven y moverán los cambios que vendrán.
Pensiones y sueldos de diputados
Al inicio de las revueltas cobró fuerza una vieja polémica, la referida a que un diputado cobraba unos 10.000 euros al mes y un jubilado 170 y, aunque los datos no sean exactos eso hoy ya da igual. El tema de las pensiones, como el de la sanidad, es serio allí, máxime cuando su natalidad ha caído y su población envejece. Chile hoy tiene un ratio de nacimientos de 1,7 por mujer estando por debajo de 2,2, la tasa de reposición. Su ratio es similar al de Rusia, que se recupera muy bien, como pueden ver en la siguiente gráfica, demostrándose que el tema tiene solución, salvo en la España salvaje del parasitismo socialdemócrata y nacionalista.
Lógicamente, la manutención de los mayores se agrava cuando las familias son más pequeñas y, siendo un problema tan antiguo como el ser humano, aún se siguen haciendo experimentos demográficos (mala inmigración incluida), como en el caso de España, donde el tema da miedo. Por supuesto, si además hay una casta parasitaria, como en España, que expolia desde lo público, vía impuestos y mala inmigración, el patrimonio y los ingresos de las familias para crearse una red clientelar, mal sobre males. Para ponerlo peor, hay unos salvajes que llenan de votos a los neocomunistas con su discurso antisocial de que cada palo aguante su vela, como si el que nuestros mayores se mueran en la miseria no fuera un problema de todos, hasta que les explota el invento en la cara y la arboladura de la sociedad salta por los aires.
Luego hay otros locos (o los mismos), enemigos de la democracia formal, de los bancos centrales, de los seguros de depósitos y fervorosos propagandistas del sistema "puro" de pensiones vía capitalización, un propagandismo muy rentable que hacen ignorando los activos no financieros y sin hacerse un número (que les conozco) sobre los efectos del ciclo largo en las bolsas, en los tipos de interés, etc. Otra cosa que ignoran estos salvajes es que su modelo requiere, entre otras cosas, que haya un mercado de capitales nativo desarrollado, información suficiente, como la que nos permitió hacer el ranking bancario de Estados Unidos (en Europa la información no está disponible al público), un sistema financiero sólido y competitivo (esto último no ocurre en España tras la 'reforma' post 2008), unos organismos reguladores y supervisores independientes y honestos (BdE, CNMV, etc.), algo que a su vez exige un control democrático (división de poderes y sistema electoral representativo), cosa que tampoco ocurre en España, ni en Chile. Súmenle al tema demográfico todas esas carencias y la moral impuesta por el globalismo (de amiguetes) y el enfrentamiento civil está cantado.
Hechos estos breves apuntes, pasemos a ver el mercado del cobre, que representa casi el 25% de las exportaciones chilenas.
"Batir el cobre"
Que es como normalmente se forjan los éxitos. En la siguiente gráfica tienen casi 120 años de precios del cobre en términos nominales (línea roja), en términos reales (línea marrón), ambas en el eje izquierdo y, en el derecho, la producción mundial que, como se ve, no tiene ningún problema en adaptarse a la demanda, que es lo que toca en la fase del ciclo largo en la que estamos y que, incluso, subió muchísimo con precios bajando (2010-2018); hay más aspectos, pero no entraremos. El ciclo de las commodities lo vimos aquí y el de la cotización del cobre está en la fase descendente del ciclo secular en términos reales, estando hoy justo en la media histórica señalada por la línea recta amarilla.
Lo que se deduce de la estadística, esa que "nadie" se hace pues se prefiere hacer propagandismo antes que economía, es que la tendencia es a que la cotización vaya al mínimo secular en términos reales, o más o menos la mitad del valor nominal actual. Es cierto que la transición energética mata pobres hecha por los globalistas lleva clientes al sector eléctrico y electrónico, aumentando la demanda de cobre, pero eso tiene otros efectos adicionales y secundarios, aparte de que la potencia de la oferta es brutal, como se ve en los datos de Rusia y China. Ya se pueden imaginar los intereses que hay por dañar la producción chilena o destruirla como en el caso venezolano, tema que ya analizamos anteriormente. En todo caso, creo que, a futuro, deberían hacerse las previsiones contando con una reducción importante de los ingresos por esa commodity, lo cual nos lleva al siguiente punto.
Financiación macro
Chile tiene un déficit estructural en la cuenta corriente (transacciones de bienes, servicios y rentas; línea roja en la siguiente gráfica) de la balanza de pagos de casi el 3,5% del PIB que se cubre (o cubría) con inversión extranjera y endeudamiento exterior, principalmente privado, ya que el público (línea negra) es (o era) ejemplar y muy peculiar. También es verdad que no tienen un BCE que les compre los papelitos de "lo público".
Lógicamente, con la destrucción por las protestas y el terrorismo neocomunista, aumentará el déficit público por mayores gastos y caída de la actividad económica. Además, se ha prometido una transferencia de renta para los más pobres, que algunos dicen es para compensar la carga fiscal del IVA, demostrándose que, al imponerla un gobierno no representativo (como el de aquí y de allí), es regresiva. En España hay un sujeto incalificable del Banco de España, organismo que permitió el mayor desastre económico de nuestra historia reciente, que, para garantizar la "sostenibilidad" del sistema, quiere aumentar el IVA. ¿Será de Podemos? Pues nada, sube el IVA y cómprate un arma.
Paro, crecimiento e inflación
Chile tuvo su hiperinflación, que como todas las relevantes la vimos aquí, la superó con notable alto y siempre se dijo que Chile era el país que mejor cumplía las condiciones para entrar en el Euro (baja inflación, deuda y déficit públicos), y es verdad, cosa que consiguió, además, con un buen crecimiento, en torno al 3% (línea negra de la siguiente gráfica), aunque con un paro un poco alto (línea roja), en torno al 7%. Las condiciones que permitieron eso han saltado por los aires y la primera inestabilidad aiatémica les viene del siguiente punto, pero antes de verlo debo advertir que las previsiones de FMI de la gráfica son de octubre y no consideran los acontecimientos recientes y hoy ya se habla de recesión.
El peso chileno
Es una denominación que, en unos diez años, habrá desaparecido, pasando a llamarse de otra forma cuando decidan quitarle tres ceros. Aparte del problema de cuenta corriente ya comentado al tratar el tema del cobre, ahora no habrá inversiones para cubrir el déficit de cuenta corriente, al contrario, los capitales saldrán del país dada la inestabilidad y el auge del neocomunismo mientras su establishment intentará hacer apaños socialdemócratas. Así que las perspectivas a largo plazo en esto tampoco son buenas.
A corto plazo, el peso, que venía de hacer un techo en 700 (gráfica anterior), hizo la típica W alcista (para el dólar), hasta que lo rompió, tras el actual levantamiento popular, produciéndose una devaluación muy intensa que debería calmarse con la sobre venta. Esto aumentará la inflación, obligará a subir tipos y agravará la recesión prevista. Tienen unos 40.000 millones de dólares en reservas y su política ha sido mantenerlas, creo que la continuarán y hacen bien, con la moderación devaluatoria vendrá vía tipos de interés y apaciguamientos socialdemócratas de efecto temporal.
Siendo un país de renta media, hay poco margen fiscal para resolver temas ineludibles, una situación que han complicado tras oficializar la partitocracia con la imposición del sistema electoral de listas, de modo que ahora tienen representantes que expliquen al pueblo los límites del sistema. Aun así, ya en el pasado han enfrentado situaciones difíciles, superándolas con notable alto y no veo por qué, a largo plazo, no puedan volver a tener éxito, alcanzando su pleno potencial económico y social consiguiendo por fin la democracia formal. Con esa conclusión optimista, basada en su experiencia histórica, termino deseándoles a todos unas felices Pascuas y un Próspero 2020.