El sector bancario siempre ha utilizado datos demográficos en el diseño y gestión de su modelo de negocio, ya sea por edades, género, oficios e incluso, en algún caso, según arquetipos generacionales. Esa forma de planificación, la dominante en el pasado, afrontará próximamente un efecto demográfico muy distinto que añadirá nuevos e importantes pesares a los que ya padece el sector, que es el tema que exploraremos hoy, oportunidad que aprovecharemos para ver los primeros efectos de la depresión económica inducida por las medidas contra la pandemia.
Pirámide invertida
Tal es la forma que tiene la ilustración de la estructura demográfica de España cuando se la segmenta por edades y género, con muchos "mayores" arriba y cada vez menos personas según desciende la edad (Gráfica según la CIA). Es una estructura suicida y en la siguiente imagen la pueden ver a partir de la barra azul oscura, aunque solo aparece media pirámide, pues se segmenta por generaciones y no por géneros.
La importancia para la banca de este fenómeno radica en que las sociedades con una estructura normal, sana, de pirámide más o menos inclinada, es que tienen economías donde el consumo y la inversión, con su endeudamiento, son el principal motor, mientras que en las que se les invierte la pirámide poblacional solo les queda los mercados exteriores como fuentes del crecimiento, que fue el caso nuestro desde que reventó la locura inmobiliaria, juerga de la que aún quedan bastantes vicios. Hay que decir, además, que dicho fenómeno ocurre en todo el mundo salvo en la "civilización" islámica y en otras zonas poco atractivas al negocio bancario.
¿Y cuándo empieza nuestro declive?
Normalmente, el máximo de consumo y endeudamiento de una persona se alcanza hacia los 46 años, tema que exploramos en "Abismo demográfico y K46" donde presentamos un indicador que, aunque, obviamente, no lo dice todo, si creo que nos da una buena idea de cuándo empieza y de cuánto durará, indicador que pueden ver en la siguiente gráfica. Según la CIA, nuestra media de edad es de 43,4 años y, como muestra la gráfica, más o menos cuando salgamos de la pandemia, empezaremos a notar el mejor empuje económico del efecto mencionado.
Hay que destacar que este suicidio demográfico, del todo predecible, se sabía hace tiempo y había que haber reaccionado; por ejemplo, en la Alemania de los ochentas se estaba reaccionando, pero pararon por el enorme desempleo y los costes de la Reunificación y, en 2004, ya digerido todo, recesión del 2000-2002 incluida, debieron retomar el buen camino pero no se hizo, pudiéndose producir efectos positivos en la economía en 2024. Aquí ni lo intentamos. ¿Por qué?
Banca y Sociedad Civil
Se podría decir que este es un problema de la Sociedad Civil, no de la banca pero, ante un efecto tan importante sobre el futuro del sector, lo normal, es que éste reaccione y, de hecho, los bancos y cajas españoles tiene importantes departamentos de estudios económicos y hacen enormes contribuciones a diversas fundaciones, por no hablar de sus economistas mediáticos en nómina o de su peculiar relación con medios de comunicación; aún así, no se hizo prácticamente nada destacable.
Vale pero, ¿por qué la Sociedad Civil no reaccionó ni reacciona? Porque, en la práctica, no existe, pues en un país gobernado por una oligarquía de partidos estatales, la Sociedad Política no emana de la Sociedad Civil sino del Estado, usándolo para anularla y de ahí que los cabecillas de los partidos sean 'funcionarios', algunos incluso de tercera generación, como vimos en "El casting socialdemócrata". Por otro lado, sabemos, por la Teoría Generacional que cada cien años, más o menos, como consecuencia de la degeneración de un pensamiento y un orden dominantes, la propia existencia de la nación está en peligro y todas las locuras que oímos y vemos hacer a los políticos, empezando por los marqueses de Galapagar, son muestras de eso y a estos sujetos, que forman parte del Establishment, España y su salud demográfica les da igual, ellos van a los suyo.
Establishment y crédito
También sabemos que al final de cada ciclo generacional, un Establishment controla el orden y el pensamiento dominantes y podría pensarse que, conocedores de nuestro abismo demográfico, usaron todos sus medios, sobre todo las cajas, para montar la burbuja de crédito y así exprimir el limón al máximo. Es posible, pero independientemente de eso, nuestro abismo demográfico no se resuelve con fomentar, como hace dicho Establishment, la inmigración masiva y sin control que destruye el patrimonio (y el crédito) de los españoles, sino con una lo más parecida a la española (cultura y productividad similar, etc.) pero más joven. ¿Por qué lo hacen? Pues porque orden, pensamiento y Establishment han degenerado tanto que son disfuncionales.
El caso es que tras la lógica y dura reacción (desapalancamiento) a la burbuja crediticia (línea azul, gráfica anterior), en 2014 el crédito empezó a reducir las tasas negativas de crecimiento (línea negra) y a "recuperarse". ¿Y cuál fue la fuente de esa "recuperación"? Pues el cambio estructural virtuoso que veníamos haciendo hasta 2018, a los últimos del K46 y, especialmente, a una fuente muy importante. ¿Cuál? Ustedes la conocen pero el "pensamiento dominante", ese mesianismo político que padecemos, no les deja verlo. Hablo de una vieja obsesión de este blog: reducir al máximo la tasa de paro; sin eso, las 'mejoras' sociales solo crean más paro, y no digamos con las malas ideas de unas ministras-8M amigas de okupas con serios problemas de misandria y sus políticas verdes mata pobres para ponerse moradas.
Morosidad y ajustes
Dada la tragedia económica y a pesar del aumento del crédito (del divisor) por la necesidad de mantener a flote a la empresas salvables, la tasa de morosidad, que tras enormes ajustes económicos venía reduciéndose, ha parado esa tendencia (siguiente gráfica) y lógicamente subirá, anunciando más ajustes futuros y eso sin contar los necesarios recortes de "lo público" pendientes.
El pasado ajuste patrimonial del sector lo pueden ver en la siguiente gráfica, que también nos dice que ha entrado en pérdidas por la depresión inducida, unas pérdidas que para el año 2020 podrían estar en torno al 2% del patrimonio neto, unos seis mil millones. Aún así, el sector sigue bien capitalizado, como vimos, y la solvencia no es su verdadero problema.
Fusiones y disfunciones
A las calamidades comentadas se añade la mala fijación de márgenes en los préstamos, sobre todo al compararles con sus homólogos estadounidenses (siguiente gráfica), y que tiene su origen en una de las mayores disfunciones del sector bancario español: el uso como referencia del Euribor, un mercado casi virtual; a los promotores de la idea habría que devolverlos al colegio. Al principio lo compensaron con volumen, alimentando aún más la burbuja pasada; tras eso, optan por fusiones, 'tecnología' y duros ajustes sobre la red y los ahorristas, destruyendo negocio, mientras los clientes hacen largas colas, los empleados se mueren de estrés y los deudores de risa, si no han perdido su trabajo, claro. Una locura. ¿Piensan seguir así hasta el año 2044? Absurdo.
Por supuesto que para los españoles tiene más importancia nuestro problema demográfico, sobre todo para la Generación X, cuyo panorama es terrible, que el de su sector bancario, con todo y ser muy importante, pero es que ambos son efecto de la misma causa: un orden y un pensamiento dominantes disfuncionales cuya degeneración seguirá. No extraña pues que padezcamos a "Una panda de inútiles y un coro de sectarios", situación que irá a peor hasta que nos sacudamos la partitocracia. Entonces sí habrá "cambio" y el despegue será espectacular. Esperemos que para entonces ni nosotros ni el sector bancario, que será clave, quedemos muy mal y podamos aprovechar al máximo esa oportunidad histórica.