Viendo el panorama político en España la desesperación acaba por venir a tomar café contigo. La única concusión posible es que esto no hay quién lo arregle. Quizá se deba a que el español se empeña en destruir lo que ha sido edificado con infinito esfuerzo por sus antecesores. Reflexionando sobre esta cuestión, más importante que encuestas, pactos, chalaneos, ruedas de prensa y quisicosas de la tremenda cloaca de vulgaridad en la que ha devenido la vida pública, le he dado vueltas a un concepto de Italo Calvino: la verdadera naturaleza de las cosas sólo se revela en la destrucción.
Si esto es así, es en la destrucción de lo que hasta ahora hemos conocido como estado democrático de derecho dónde podremos entender lo que son Pedro Sánchez y sus comparsas. En la aplicación que mantienen en derribar la ley, lo lógico, lo normal y lo humano se desvela su propósito totalitario. Si fuésemos capaces de, arrinconando la burda propaganda mediática, mostrar su auténtico rostro creo que todavía existen suficientes personas de buena fe que reconsiderarían apoyar esa ola gigantesca que se está llevando por delante a todo un país. No concibo que nadie con un mínimo de decencia dé su voto a alguien capaz de indultar a una madre maltratadora o a un golpista, de la misma manera que no me entra en la cabeza confíe en quienes dividen la sociedad entre los suyos y el resto, condenando a los últimos a una supeditación absoluta respecto a los primeros.
Miren, les he dado un pequeño calendario electoral al inicio de este artículo. Municipales, generales y catalanas. No crean que quedan muy lejos, porque el tiempo pasa velozmente. Y es menester intentar que, mientras Sánchez y su gobierno de la destrucción se están cargando ladrillo a ladrillo el edificio constitucional, la gente de a pie tengamos claro quiénes son y a qué intereses sirven. Este es un empeño urgente e inaplazable, por lo que no caben dilaciones ni excusas. Cada día que pasa es un día de ventaja que ganan ellos y una oportunidad que perdemos nosotros. Es suicida esperar a las campañas electorales, porque nos exponemos a que todo nuestro país sea ya un enorme descampado en el que sea inútil alzar la voz porque no quede ni nada ni nadie.
Municipales, generales y catalanas. No crean que quedan muy lejos, porque el tiempo pasa velozmente. Y es menester intentar que, mientras Sánchez y su gobierno de la destrucción se están cargando ladrillo a ladrillo el edificio constitucional
Es trabajo de todos, y ahí incluyo no tan solo a quienes tenemos un mayor o menor altavoz público. Esta es también una obligación de los empresarios, de los intelectuales, del mundo de la cultura, de los sindicalistas de buena fe, de agricultores y ganaderos, de camioneros y taxistas, de juristas y personal de la limpieza, de profesionales de la sanidad y pedagogos, en suma, de la sociedad que debe organizarse para ofrecer resistencia a los despropósitos de una gente que solo sabe destrozar lo que es de todos.
Es un propósito ingenuo, bien lo sé, pero no se me ocurre nada mejor. Si las personas no nos movilizamos activamente de manera pacífica y democrática, pero con firmeza de roca, llegarán esas citas electorales y ya no habrá solución para España. Cuidado, y que nadie piense que la política es solo cosa de los políticos. Mire usted como el 39% de sus ingresos se va en impuestos para mantenerlos, eso, por no contar el IVA y demás tasas que usted también paga y que reducen todavía más el dinero que tiene en su bolsillo. Verá cómo, básicamente, es cosa nuestra y ya no sirve el que inventen ellos o el yo no voto porque todos son iguales. No esperemos a que lo hayan destruido todo. No se lo pongamos tan fácil. Lleguemos a tiempo.
Finsals
"También se podría proponer, ahora que está de moda esto del derecho a decidir y la autodeterminación, dividir el pais, España, en dos partes. A un lado los que actúan en base a la razón, el analisis racional, y reniegan de las emociones negativas, el sectarismo y del fanatismo. De otro lado, lo que se guian por las emociones, el sectarismo y el fanatismo y reniegan de los razonamientos lógicos y bien fundamentados." Esto también lo dicen los desengañados de Estados Unidos. Lo repiten muchas veces: yo lo he leído durante años, si no décadas. Nunca pasará. Los segundos (junto con nuestros gobernantes y la gente que se beneficia con el sistema actual: bancos, gente que recibe todas las subvenciones, etc.) son parásitos de los primeros. Nunca les dejarán marchar. Debería correr la sangre primero. Para recomendar un país, esto es un tema muy personal. Todo país tiene ventajas e inconvenientes. Europa Occidental y Estados Unidos (he vivido en ambos) están descartados. Van a cocer a fuego lento a la clase media, como el sapo, y se va a convertir en un infierno, no sólo económico, sino de falta de libertad, por no hablar de una cultura que va contra la naturaleza humana y la verdad más obvia. Va a ser un cruce entre una cárcel y un manicomio, pero se está haciendo a cámara lenta. Yo viví en Houston hace como doce años y me pareció estar en una cárcel (ahora será peor). Últimamente comienzo a tener esa sensación cuando visito España. Depende lo que valores. Yo valoré bajos impuestos, libertad, gente amable, buen clima y alto nivel de vida para mí. Elegí un país de América Latina, donde, si te lo sabes montar, vives muchísimo mejor que en España: con mejor casa, más ingresos, menor estrés, una vida más humana, un clima delicioso y una naturaleza que es un vergel y que se mete en la ciudad. Todo es encontrar un nicho y tener paciencia. Los españoles que aquí vienen porque han visto "Españoles por el mundo" y creen que les van adorar como al caballo de Cortés, están muy engañados. Pero, si eres trabajador y tienes paciencia, aquí tienes un plus por ser español (como un alemán lo podría tener en España) y puedes vivir muy bien. Es mejor llegar cuando uno es joven, como yo lo hice, porque puedes empezar con tiempo. Sin embargo, si lo que quieres es una vida urbana con grande oferta cultural, este país no es para ti. Mejor algunos lugares de Asia. Sea como sea, salir de un país es una decisión que debe planificarse y pensarse mucho. A mí la vida me trajo a este país sin pensarlo demasiado y no puedo conocer un lugar que me hace más feliz. Hace poco tuve un proyecto en el país de al lado y pasaba extrañando este país, como lo extraño cuando voy a España. Pero cada uno tiene sus prioridades.
Finsals
No hay remedio. En España hay más borregos que gente que piensa. Como "una persona, un voto", esta gente siempre gana. Se construye una tiranía perfecta. Cada vez que la élite globalista quiere imponer algo, lo delega a sus siervos, el PP y el PSOE. El PSOE lo impulsa como el nuevo progreso mientras que el PP hace como que se opone para atraer a la gente que no está de acuerdo a la falsa oposición del sistema. (Al final, el PP acaba aceptando y defendiendo la novedad. El PP se opuso al divorcio, al aborto, al feminismo, al matrimonio gay, a las autonomías, a las subidas de impuestos, al adoctrinamiento progre en las escuelas, a que los medios de comunicación fuera progresistas, a la excarcelación de etarras, etc. Ahora es el más feminista y autonómico que nadie). Esta novedad acaba en los medios progres, que la alaban como el mejor invento desde el pan con queso: un nuevo derecho que augura un brillante porvenir. Ahí es donde entran los borregos. Esos borregos aceptarán cualquier cosa, por absurda y perversa que sea, si los medios se lo venden como progresista. Su único pensamiento es presumir de progresistas, tolerantes y chupiguays. Después, cuando viene el desastre, la culpa es de Hitler, Putin, Franco, Abascal, los ricos y la iglesia. Así que no hay remedio. Harán de nosotros lo que quieran. Que nadie espere que el PP sea la solución. En el mejor de los casos, consolidará las novedades del PSOE hasta ceder el poder a la nueva ronda de medidas desastrosas. En el peor de los casos, introducirá nuevas medidas desastrosas (Mariano, te estoy mirando). Yo era de los que intentaba debatir con argumentos, pero me di cuenta que la mayoría de la gente tiene encefalograma plano y sólo repite como loros lo que dice la tele. Pensé que el país se iba al desastre y voté con los pies. Me fui de España, cuando eso no estaba de moda. Hace ya 25 años. Cada año estoy más feliz de estar fuera.
Pinciano
Hay una frase de Bismarck sobre España : "España es el país más fuerte del mundo: los españoles llevan siglos intentado destruirlo y no lo han conseguido"
GaliCrates
Me he registrado en VozPopuli por este artículo. Quería darle las gracias por darle voz a la preocupación y la impotencia que sentimos.
agapito el viejo
Sr.l Gimenez:: para mi que elmundo se divide en tres categoria de gentes,como bien dice el libro "los amos del PSOE": " Un muy pequeño griupo que hace que los acontecimientos seproduzcan; un grupo un poco mas importante que vigila su ejecucion y que obseva para que se cumplan,; y finalmente una amplia mayoria que no sabe jamas lo que ha sucedido en realidad" sabemos que el hombre lucha toda su vida, pero muy pocos saben por que lucha exactamente, como vera usted Sr. Gimenez no es nada facil entrar en ese grupo minoritario previlegiado, para tomar desiciones. Por eso es impresidible que los españoles aprendamos que "Para que el pueblo 'tenga poder es condición irrenunciable que el pueblo impida cualquier poder ilimitado".
japa
Como siempre, grande Miquel. "Quizá se deba a que el español se empeña en destruir lo que ......." Miquel, el español NO, algunos españoles. Y la falta de liderazgo en los partidos "teóricamente constitucionalistas" es la mala consecuencia de ello. Gracias por tus magníficos artículos.
Noroeste
Verdades como puños,Don Miquel.
EDDDO
esta "ida", Consentida, narcisista, ególatra. En Octubre pasado Iker Jiménez y Carmen Porter dijeron que ella y su hija veían cosas en su piso, y que ella les dijo que eran muertos enterrados en una iglesia que ella tiene cerca. Pero dijeron que enviaron a un experto y que no tenía ni idea de que veían esas dos. Resulta que la despidió Griso en septiembre.