Opinión

La frase infame de Sánchez: “Euskadi y España son países libres”

Una frase del presidente, leída y perfectamente revisada, ha opacado el que debía ser un homenaje a los caídos a manos de ETA y ha acabado por ser otra frase más para la infamia

  • El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. EFE / Javier Etxezarreta.

El presidente del Gobierno ha vuelto a hacerlo: una frase suya ha copado negativamente los actos en recuerdo a Miguel Ángel Blanco, que debían haber sido motivo de unidad y reconocimiento a los cientos de víctimas de la banda terrorista ETA y al espíritu que un día, hace un cuarto de siglo, nació en Ermua. Pedro Sánchez lo ha ensombrecido todo.

Una sentencia suya, en presencia del Rey y de la hermana del concejal del PP secuestrado y ejecutado hace hoy un cuarto de siglo, han convertido el homenaje en un siniestro reconocimiento a lo que estos días sucede: la victoria política de los conmilitones de ETA gracias a sus pactos con el actual Gobierno que le permiten reescribir la Ley de Memoria Democrática y la historia reciente de España a cambio de unos votos necesarios para que Sánchez siga instalado en Moncloa.

Durante su intervención en el homenaje a Miguel Ángel Blanco, después de que su hermana Marimar –a la que en un principio iban a prohibir hablar- le hubiera reclamado que respetara la memoria de las víctimas y rompa sus pactos con Bildu, el presidente del Ejecutivo deslizaba en mitad de sus palabras que “si hoy Euskadi y España son países libres y en paz es gracias a todos los que apostamos por la unidad de los partidos políticos".

El discurso del presidente estaba escrito –no es, pues, un desliz sino una frase revisada- que se pronuncia en un contexto muy concreto: en la reivindicación del espíritu de Ermua, aquel que supuso el comienzo de la rebelión popular contra ETA y sus múltiples brazos políticos. A la banda, se le derrotó operativamente gracias a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Políticamente, la derrota de la banda no parece tal.

Es más: desde la llegada de Sánchez a Moncloa, los hermanos e hijos políticos de la banda, los Otegi, Aizpurúa y compañía, se han convertido –para escarnio de muchos socialistas de antaño, como Alfonso Guerra o Felipe González- en pieza clave para sostener el andamiaje “Frankenstein” sobre el que ha construido Sánchez su castillo de naipes para gobernar.

Supone, a los oídos de la mayoría de los españoles el reconocimiento de que hoy los proetarras siguen avanzando en la consecución de sus objetivos políticos".

Que el presidente del Gobierno, ante Felipe VI y Marimar Blanco, en el homenaje a Miguel Ángel, afirme que “Euskadi y España son hoy unos países libres” supone, a los oídos de la mayoría de los españoles el reconocimiento de que hoy los proetarras siguen avanzando en la consecución de sus objetivos políticos. Han logrado prologar, con la anuencia del PSOE, el franquismo hasta el año 1983, cuando ya gobernaba el propio Felipe González. Ahora, el presidente pone en pie de igualdad, como país, a España y Euskadi. Felicidad completa en la sede de Bildu.

No es de extrañar que, según la encuesta que este domingo recogía Vozpópuli, cuatro de cada diez españoles consideren que ETA no ha sido derrotada políticamente 25 años después del asesinato de Blanco. El presidente del Gobierno con sus palabras –“diréis cosas que nos helarán la sangre”, avisó a Patxi López la madre del asesinado Joseba Pagaza- ha venido a aumentar esa sensación de derrota en las filas de la inmensa mayoría de los demócratas españoles.

Las palabras de Sánchez, como digo, leídas tras ser aprobadas y revisadas en un discurso, están muy lejos de ser una anécdota. Igual que en su día, cuando el entonces presidente del Gobierno José María Aznar negociaba con la banda y hablaba de ETA como “Movimiento de Liberación Nacional Vasco”, equiparar a España con Euskadi como países es un claro mensaje a los proetarras, cuyos votos sigue necesitando y cuya enmienda “anti Felipe González” ha aceptado en la Ley de Memoria Democrática. Sánchez acaba de conceder a Bildu una victoria simbólica que ni siquiera el PNV había conseguido en décadas.

El viernes, Sánchez se reunirá con Pere Aragonès de tú a tú en una mesa bilateral. Cataluña también es un país libre, como acaba de reconocer a Euskadi. A ambos –a ERC y a Bildu- los necesita. Lo veremos mañana en el debate del estado de una nación. O de lo que va quedando de ella porque el presidente la está dejando en el chasis…

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