La mutilación intelectual de la que están siendo víctimas los jóvenes españoles ha entrado en una fase extremadamente peligrosa para ellos y para la supervivencia de la civilización occidental en la vieja piel de toro. Los desmanes progres en la enseñanza comenzaron de la mano de González y Rubalcaba en los años 80 sin que la sensatez haya podido frenar en ningún momento semejante desastre. El PP, cuando ha gobernado, no se ha atrevido a corregir ni a revertir nada. Todo ha empeorado cada curso.
Es sintomático que la Ley de ordenación general del sistema educativo (LOGSE) de 1990 se hiciera después de la Ley de Reforma Universitaria (LRU) de 1983. La idea era controlar ideológicamente la enseñanza superior para luego ir bajando la calidad de primaria y secundaria. Ya la LOGSE enunciaba con claridad la noción de sistema, es decir, un método de control ideológico y social con la excusa sempiterna de la igualdad.
Desde 2007, cuando Zapatero impuso el plan Bolonia, la degradación universitaria se ha acelerado exponencialmente y ha servido para que los estudiantes españoles estén en inferioridad de condiciones frente a los de otros países europeos.
Que la mayoría de los miembros de un jurado popular haya condenado a Pepe Lomas está disparando todas las alarmas. Indica que hay bastante gente en España moralmente deformada. Esa gente ha pasado por el totalitario “sistema educativo”, un proceso para expandir la ignorancia y, por lo que estamos viendo ahora, también la vocación de esclavos. Recordemos lo que la mayoría de ese jurado no quiso tener en cuenta: Pepe Lomas defendía su vida y hacienda en su propia casa mientras era amenazado por alguien armado y mucho más fuerte que él. No solo hay jueces corruptos, sino que, además, hay jurados sin criterio intelectual ni moral. Igual que deseamos que nos atiendan médicos bien capacitados para cuidar nuestra salud o ingenieros a los que no se les hundan los puentes, necesitamos gente que, a la hora de la verdad, no cometa estos disparates escandalosamente injustos.
El fondo del asunto es que en esta hora de la verdad ya es inocultable la adicción a la mentira. Adicción provocada por el igualitarismo ideológico de una socialdemocracia que no hace ascos a fórmulas comunistas o nazis. Da igual. Sólo importan sus efectos totalitarios.
La prueba de fuego era la tesis doctoral, un esfuerzo mayúsculo por demostrar la capacidad de creación de conocimiento nuevo. Hoy, hasta el marido de Begoña Gómez tiene un título de doctor
Está claro que la degradación moral está acompañada por la degradación intelectual. Quienes pasaron por la Universidad a partir de la implantación del modelo ideologizado de la LRU ya recibieron una formación de peor calidad que antes. Esa bajada de nivel, hoy, está ofreciendo un espectáculo bochornoso en las aulas universitarias. Resulta que en las áreas que eran más proclives a su deformación ideológica, como las humanidades y las ciencias sociales, ya hace tiempo que no se produce eso que era normal antes: el avance y mejora en teorías y métodos de investigación que producían los nuevos profesores. Es decir, antiguamente los nuevos profesores investigadores demostraban conocer y manejar lo que habían hecho sus antecesores y, sobre esa base, construían innovaciones que aumentaban el conocimiento. La prueba de fuego era la tesis doctoral, un esfuerzo mayúsculo por demostrar la capacidad de creación de conocimiento nuevo. Hoy, hasta el marido de Begoña Gómez tiene un título de doctor. Por la misma regla de tres, algunos indocumentados son catedráticos farsa, un nuevo tipo de catedrático que ha ido creciendo en la ciénaga izquierdista. La única misión clara que asumen en las facultades es la de bajar todavía más el nivel de conocimientos de los estudiantes. Por supuesto, sólo se rodean de gente que aún sabe menos que ellos. Imagínense el resultado.
Si en el periodismo político hay un nuevo género inaugurado por Vito Quiles que consiste en evidenciar la pésima educación de ministros de izquierdas, no menos interesante es ese otro género que consiste en entrevistar a universitarios españoles. Pasmo produce saber que esos van a formar parte de jurados populares y de que tienen derecho a voto.
Ya está bien de hacer catedráticos a gente que no aporta absolutamente nada bueno en investigación ni en formación
Urge frenar en seco esta bola de nieve que crece con las peores adherencias de estupidez, cobardía, incuria, mentira y que también amenaza nuestra supervivencia civilizada, como si España no padeciera ya bastantes ataques. Es imprescindible que allí donde algo de sensatez emerge, en las regiones donde Vox toca algo de poder, se adopten medidas de control externo de calidad en todos los niveles de enseñanza y se exija, con total transparencia, la rendición de cuentas de todas las entidades relacionadas con la enseñanza y con la investigación. Ya está bien de tomar el pelo con eso de la “innovación educativa” que no se traduce en mejora de la calidad. Ya está bien de hacer trampas con el aprendizaje por proyecto, cuando, bien planteado, sí es una herramienta muy útil. Ya está bien de confundir el uso de herramientas digitales con la renuncia a las imprescindibles exigencias cognitivas que necesitamos para estar a la altura de la complejidad actual y futura. Ya está bien de hacer catedráticos a gente que no aporta absolutamente nada bueno en investigación ni en formación. Ya está bien de financiar proyectos dizque de investigación que no investigan nada, sino que se dedican a la propaganda del yugo 2030.
Me llega una muestra de la perversidad con la que se emplea el dinero de los contribuyentes para manipular a los contribuyentes. Así, la convocatoria del “Congreso Mediaflows 2024: La ciudadanía en la esfera mediática digital” (sic). En un momento en el que las aristocracias están empleando a los estados y a los medios para reducir al ciudadano a esclavo, para mentirle con pandemias y guerras, este congreso quiere que los investigadores pierdan el tiempo en cosas como estas: “El rol del público en la esfera mediática digital. Democracia participativa y democracia de audiencias. Activismo social en la era digital. Enfoques teóricos sobre participación ciudadana. Construcción de la agenda pública en el entorno digital. Radicalización, extremismos y amenazas antidemocráticas.” Es la cansina obsesión por disimular el control digital de las personas mientras se expulsa la verdad de la vida pública.
Jotanito
Cuánta razón
vallecas
No hay nada que hacer, estamos perdidos. La batalla y la guerra está perdida. Los mejores formados se "escapan", los mejores se van. No quieren pelear, no pueden vencer a este sistema de "democracia iletrada" que nos oprime. Un sistema donde un criminal como Sánchez triunfa. Y que me dicen de Yoli, Montero, Belarra......¡¡MINISTRAS DE ESPAÑA¡¡ El daño es irreversible. Aún en el caso que Sánchez fracase en su Golpe de Estado, no nos recuperaremos jamás. .
COROVLU
Cualquier argumentación vale antes que cuestionar la enseñanza pública, con el funcionario de turno decidiendo lo que tienen que aprender todos los educandos y lo que no.
Norne Gaest
Me quedo sobre todo con el primer párrafo, como síntesis de lo que ha sucedido desde la Transición. Se sustituye la enseñanza por la educación, entendiendo la primera como transmisión de conocimientos y la segunda como adoctrinamiento ideológico. Todo ello dirigido por la progresía nacional y el nazionalismo regional. Y facilitado porque la oposición "moderada" se sometió a lo anterior, renunció desde muy pronto a la batalla de las ideas y se limitó a la gestión. Mientras el nazionalismo regional fue creando las bases de sus proyectos separatistas (control de la educación y los medios, inmersión linguística), el progresismo creo las bases proyecto de dominio ( la educación y los medios de comunicación, imposición de su lenguaje, control de la historia). Ambos pretenden el monopolio en el poder, fracturando si es preciso la nación y por supuesto acabando o desvirtuando el sistema constitucional. Esto es lo que tenemos, relativamente fácil de realizar tras crear generaciones de españoles idiotizados por una educación superficial e ideologizada, la propaganda y una artificial polarización.