Mañana se cumple un año de la invasión rusa a Ucrania. En las semanas previas al ataque ruso, en Europa no se esperaba que esa invasión se fuera a producir. Fueron sobre todo los servicios de inteligencia estadounidenses quienes mejor alertaron del riesgo cierto de aquella invasión. Es más, señalaron casi la fecha al anunciar que se produciría una vez finalizados los juegos olímpicos de invierno en Pekín. Y así fue, si aquellos juegos concluyeron el 20 de febrero, el día 24 nos despertamos en todo el mundo con la noticia de la invasión rusa que había comenzado esa misma madrugada.
Se pensó en aquel momento que sería una guerra relámpago, que Rusia ganaría con facilidad y rapidez. Pero ha pasado un año y la guerra prosigue, con un balance desolador: se calculan en más de 200.000 los muertos, por añadidura de un incontable número de heridos, con crímenes contra la humanidad perpetrados por los rusos en forma de matanzas sin fin.
Podemos hacernos una idea de lo que supone la devastación de un país como Ucrania, si tenemos en cuenta sus principales datos: es un país que tiene 600.000 kilómetros cuadrados, superficie un 20% superior a la de España; el número de sus habitantes antes de la guerra era aproximadamente de 43.000.000, un 10% menos que la población española. A ello se añade que unos 8.000.000 de ucranianos han partido al exilio para alejarse de la guerra, fundamentalmente en dirección hacia Alemania y Polonia. Y otros 4.500.000 se han desplazado dentro de las fronteras del país huyendo del fragor de los combates.
Sí, Ucrania se ha convertido en el escenario de una guerra dramática en Europa que con esa magnitud -tras el estallido de Yugoslavia en 1991- no se conocía desde el final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945. Una guerra con un responsable máximo, el presidente ruso Vladimir Putin que la comenzó y la prosigue con una motivación guerracivilista, en el empeño de recuperar el viejo imperialismo ruso, al tiempo que el desprecio hacia Occidente, fundamentalmente hacia Europa, aquejada de declive y envejecimiento, en las palabras del autócrata del Kremlin.
Zelenski, en gira casi permanente por las principales cancillerías europeas, no hace sino ratificar la necesidad del ejército ucraniano en recibir armamento por parte de sus aliados occidentales
José Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, no se cansa de reiterar que es fundamental que Ucrania gane esa guerra. Que ese país necesita la ayuda armamentista de Occidente, creciente y urgente, en la previsión de que el destino de la guerra se va a jugar esta próxima primavera y verano. A su vez, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, en gira casi permanente por las principales cancillerías europeas y también en el propio Parlamento Europeo, no hace sino ratificar la necesidad del ejército ucraniano en recibir armamento por parte de sus aliados occidentales. En ese sentido, el Presidente Biden ha estado en Kiev esta misma semana.
Se puede decir que los países occidentales y de la OTAN responden a esa petición de solidaridad que realizan las autoridades ucranianas. Es evidente el sentido de que hoy Europa se está definiendo en Ucrania. Que una victoria rusa en esa guerra sería una pésima noticia para todos nosotros.
Sin embargo, aquí en España, las cosas son distintas en la coalición gubernamental, con sus percepciones dislocadas, radicalmente dividida en dos sobre el apoyo militar a Ucrania. El socio Unidas Podemos persiste en tildar al socio PSOE de “partido de la guerra”; intenta que se frene la aportación armamentista por parte de España; insiste en que todo eso es un error, pues supone supeditarse a los intereses norteamericanos y a la OTAN. Tampoco se les oye formular alternativas, repiten, y mucho, lo de un acuerdo diplomático. Pero son incapaces de definir qué significa eso y cómo se frenan los ataques constantes que proceden de Rusia. Ahí, ni palabra.
No es el único caso, ahí están las relaciones con Marruecos, socio estratégico fundamental para España, en que de nuevo el Gobierno aparece dividido en dos mitades
Más todavía: el pasado fin de semana Unidas Podemos celebró en Madrid una conferencia sobre la situación ucraniana, en la que curiosamente no había ¡ni un solo ucraniano!, pero sí representantes de ERC y de Bildu que no pueden faltar a un solo acto donde se ataque a España. Conferencia en la que Ione Belarra solicitó al Gobierno que pidiera disculpas por su actuación en esa guerra.
Es difícil encontrar un campo como la política exterior de un país en el que sea más exigible una acción unitaria entre los socios de una coalición. Esa unidad se convierte en indispensable a la hora de llevar a cabo la política internacional, pues definirá la forma en que seamos vistos desde fuera así como el peso internacional de nuestro propio país. Se trata de conducir una política de Estado, que tiene como requisito imprescindible la unidad gubernamental.
Y es inconcebible que podamos proyectar en Europa una incoherencia mayor, en que una parte del Gobierno está plenamente integrada en la órbita occidental, en tanto que la otra combate permanentemente esa misma órbita. No es el único caso, ahí están las relaciones con Marruecos, socio estratégico fundamental para España, en que de nuevo el Gobierno aparece dividido en dos mitades.
La pregunta inevitable es no ya en qué está de acuerdo una coalición gubernamental que disiente radicalmente en asuntos medulares de política exterior, sino para qué sirve esa propia coalición. Cuando a tamañas discrepancias se suma la indignidad de la ley del “sí es sí”, con cientos de depredadores sexuales con rebajas en sus penas o incluso en libertad; más varapalos judiciales como ha hecho el Tribunal Supremo en cuanto el delito de sedición o el abaratamiento del delito de malversación; o cuando se aprueba la ley Trans con una insana desprotección hacia menores de edad, y con ataque a los principios del feminismo clásico. Lo que está en cuestión es el propio sentido de una coalición abiertamente rota.
Podrá el Sr. presidente del Gobierno, ante cada uno de los aspectos señalados, hacer como que le entra por un oído y le sale por el otro ese sin fin de discrepancias. Parece que lo mismo sucede en cuanto a Unidas Podemos, empeñado en elevar su tono contra el PSOE.
Y podemos seguir y continuar así. Pero lo que los españoles retenemos es que estamos ante una coalición destrozada por dentro y por fuera, que nos hace perder el respeto exterior, al tiempo que dentro de nuestras fronteras somos conscientes de que hay un país dividido y polarizado gravemente. De que, en suma, no vale la pena seguir por una deriva política perversa que a nada bueno conduce.
jsb0
No sé porqué los medios repiten sin parar lo de "Gobierno de coalición". Es Gobierno, sin más. Da igual de qué variedad se trate. Además, no es Gobierno de coalición, sino Gobierno de COLISIÓN.
jsb0
Por favor, ¿pueden dejar de abusar de las comas y puntuar correctamente? ¿Han despedido al corrector o está de vacaciones? Cada día cuesta más leer la prensa (no sólo Voz Pópuli). La puntuación correcta no es opcional en un medio serio. Por favor, hagan un esfuerzo y usen puntos, punto y comas, dos puntos, en lugar de tanta coma superflua.
Alexander
Es evidente que España no tiene la capacidad para hacer cambiar la posición de la OTAN con respecto a Rusia, ni tampoco la tienen otros paises europeos como Francia, Alemania, Italia, etc. El conflicto de Ucrania ha sido provocado por los halcones de la guerra en Washington, con la intención de debilitar a Rusia, y los paises europeos son meros peones en esa estrategia (no hay más que ver el silencio resignado del Gobierno alemán ante el sabotaje al gasoducto Nordstream que era vital para su industria). El economista y profesor universitario norteamericano Jeffrey Sachs, una de las personas más influyentes del mundo, ha dejado claro que los paises europeos han adoptado una posición subordinada a EEUU en el conflicto de Ucrania aunque eso vaya en contra de sus intereses.
Kj26
En 1989 (11noviembre) cayó el muro de Berlin, para el que NIno Bravo había compuesto su canción "Libre". En 1991 Gorbachov disuelve la URSS. 14 antiguos países sometidos al yugo comunista de Moscú quieren salir de él y algunos subirse al caro de occidente. En 1994, Ucrania, Rusia, UK, USA firman el Memorandum de Budapest. Del que nadie parece acordarse y clave en la guerra ruso-ucraniana. En el Memorándum, Estados Unidos, Rusia y UK se comprometieron a "respetar la independencia y soberanía y las fronteras existentes de Ucrania" y "abstenerse de la amenaza o el uso de la fuerza" contra Ucrania. Por su parte Ucrania cedía todo el armamento nuclear a Rusia que había recibido tras la desaparición de la URSS. Rusia se aseguró que la redacción fuera suficientemente ambigua. Qué quiere decir, respetar la independencia, soberanía y las fronteras existentes? USA y UK están comprometidas a ello. Exige este compromiso el envío de tropas? parece que USA y UK se hacen los despistados en su compromiso. USA y UK se limitan a facilitar armas, donde Ucrania pone los muertos. Y sin embargo hay un compromiso moral incuestionable. Si Rusia termina comprometiendo la independencia, soberanía y fronteras de Ucrania estaría incumpliendo el acuerdo y engañando a los ucranianos. Al menos eso es lo que intenta. Esta acción por parte de Putin de acudir a la violencia hace saltar los equilibrios de fuerzas en el mundo. El Consejo de Seguridad de la ONU apareció como un foro en el que los países con armamento nuclear se comprometían a resolver sus problemas mediante al negociación y el diálogo, alejando el fantasma de la catástrofe nuclear. Todo esto ha saltado por los aires. Rusia, potencia nuclear, ha decidido atacar a un país vecino con el que tenía el compromiso de no atacar. Señores, no son ustedes conscientes del peligro y de las consecuencias de esta acción unilateral de Putin. Un país con bomba atómica pretende someter mediante la violencia la soberanía de otro estado. Hay algún estado que pueda sentirse NO amenazado? De ahí la importancia de que Putin no gane. Todos los paises occidentales, USA, UK, UE, por la cuenta que les tiene, deben ayudar a Ucrania frente a un Putin totalitario y belicista. Deben enviar tropas? Pienso que sí. Hay riesgo que Rusia tenga la tentación de lanzar una bomba atómica, aunque fuera pequeñita ? Si, pero accidente a avisado a Putin, que ni se le ocurra. Ver discurso de ayer de Biden en Polonia. Es deprimente ver como en estos momentos que los equilibrios mundiales se están moviendo, el gobierno de España está dividido. Una parte no ayuda a Ucrania en condiciones, la otra apoya descaradamente a Putin. Vean el argumentario de algunos de los comentarios anteriores. El argumento de que occidente amenaza a Rusia con la OTAN está sacado de la propaganda de Moscú. Fue el argumento de Putin en su discurso a la nación de hace unos días. Pero es falso, cada uno se puede sentir todo lo amenazado que su mente le permita, pero la OTAN es una organización de defensa. Aquí el atacante violento es Putin y occidente debe defenderse. Y sí, nos va mucho en esta guerra.
vallecas
Belarra, Montero...... son el Gobierno de Pedro Sánchez. Cuando leo que "....una parte del Gobierno está plenamente ......" me entran ganas de llorar, ya sea por la incompetencia de los columnistas o por su maldad.
jopano
Así es Thermidor, no le quito ni una coma.
Thermidor
La guerra la inició la OTAN acosando las fronteras de la Federación Rusa. Y a pesar de todo su dinero y armas no ha conseguido arrebatar un solo mm a Rusia del territorio que deseaba (el pro-ruso del Donbás). El final de esta guerra será una aplastente victoria rusa, una humillante derrota de la OTAN (antesala de su definitiva disolución) y la partición de Ucrania. Y será un excelente resultado para España y los españoles, a quienes no se nos ha perdido nada en Ucrania.