Es una carambola complicada, pero no imposible. En el PNV esperan que la hipotética investidura de Pedro Sánchez con el apoyo de ERC sirva, de rebote, para reabrir las posibilidades de que el PSOE acepte la mención al "derecho a decidir" en la reforma del Estatuto de Gernika. Por ahora, los partidos del Parlamento vasco han postergado más todavía la tramitación sobre el futuro estatuto autonómico. Una forma de ganar tiempo ante lo que salga de las negociaciones presentes y futuras entre socialistas y republicanos.
Estaba cantado que no habría nuevo Estatuto vasco en esta legislatura en Euskadi. Así lo publicó ya el pasado julio Vozpópuli. Porque los trámites parlamentarios en la Ponencia de Autogobierno de la Cámara de Vitoria son demasiado prolijos para que haya tiempo de tener un texto definitivo antes de las elecciones vascas, previstas para septiembre de 2020. Pero, por si había dudas, esta semana los tres aliados que propugnan un texto común, PNV, PSOE y Podemos, postergaron todavía más, si cabe, los trabajos para hacer imposible la aprobación en este periodo de sesiones.
En la reunión de la Ponencia de Autogobierno del pasado martes, PNV, PSE y Podemos sorprendieron al acordar, frente a la postura de Bildu y PP, que los cinco juristas que ya redactaron sus propuestas tengan que acudir ahora al Parlamento vasco para explicarse ante los partidos. Será en enero y en sesiones a puerta cerrada. Hasta después de esas comparecencias, que no estaban previstas, no se abordará la opción de cerrar un calendario de trabajo para los próximos meses. En román paladino, el debate sobre la reforma del Estatuto va para largo.
La "mesa de partidos"
Con su movimiento en el Parlamento vasco, peneuvistas, socialistas y podemistas ganaron tiempo para no tener que dilucidar aún sus discrepancias sobre el "derecho a decidir" en el nuevo Estatuto vasco. Cabe recordar que los expertos designados por los tres partidos alcanzaron un acuerdo en el 80% del borrador, pero chocaron precisamente en ese derecho y en otras cuestiones identitarias. Así las cosas, las esperanzas del PNV para que el PSOE acepte el "derecho a decidir" en Euskadi pasan por ERC. Por rocambolesco que parezca, esta es la situación.
En el PNV esperan que la negociación entre PSOE y ERC para investir a Sánchez llegue a buen puerto. Ansían también que entre los acuerdos de ambos partidos se establezca la famosa "mesa de partidos" para resolver el problema en Cataluña. Y es en ese contexto, el de la mesa política, donde los peneuvistas creen que puede abrirse paso la opción de que el "derecho a decidir" sea aceptado por el PSOE. Porque si los socialistas aceptan esa vía para una comunidad, tendrían que aceptarla también para la otra. O, dicho de otro modo, el PNV pretende que ERC empuje al PSOE a aceptar esa fórmula.
El PNV lo admite: "Se puede presentar la oportunidad"
El propio portavoz peneuvista en el Parlamento vasco, Joseba Egibar, admitía esta semana que gracias a la negociación entre el PSOE y ERC puede abrirse una vía para que se reconozca el "derecho a decidir" tanto en Euskadi como en Cataluña. "Sí, se puede presentar una oportunidad", afirmaba el veterano portavoz jeltzale.
En el PP vasco ya se barruntan esta jugada de PNV, PSE y Podemos, que viven un gran clima de entendimiento. Y por ello el portavoz en la Cámara de Vitoria, Borja Sémper, afirmaba que la decisión de postergar los trabajos en la Ponencia de Autogobierno está claramente vinculada a las negociaciones para alumbrar el Gobierno de coalición de PSOE y Podemos. "Aquí no se toma ninguna decisión hasta que Sánchez no decida qué pasa con la mesa política", denunciaba el popular.
Un "derecho a decidir" dentro de la Constitución
En el marco de su negociación con ERC para la investidura, el PSOE insiste en que las soluciones a la crisis territorial en Cataluña se encuentran "dentro de la Constitución". La tesis del PNV, que gobierna con el PSE en Euskadi, que respaldará sin duda la investidura de Sánchez y que acaba de aprobar las cuentas en Euskadi gracias a Podemos, es precisamente que el "derecho a decidir" que ellos proponen en el Estatuto vasco "cabe en la Constitución si se interpreta de forma flexible", en palabras recientes del propio lehendakari, Íñigo Urkullu.
Como viene contando este diario, el PNV insiste en el "derecho a decidir", pero huye de una vía unilateral, como era el Plan Ibarretxe, y apuesta por pactar con el Estado en lo que podría llamarse el Plan Urkullu. No en vano, la propuesta delineada por los peneuvistas en el seno de la comisión de expertos del Parlamento vasco habla precisamente de "derecho a decidir pactado con el Estado" y trata de incluir ese derecho en el marco constitucional, sobre la base de la disposición adicional primera de la Constitución y la disposición final del Estatuto de Gernika.
Por ahora, el PSE se niega en rotundo a aceptar el "derecho a decidir" aunque sea con esta fórmula "pactada" que propone el PNV. Pero la duda estriba en saber si, como esperan los peneuvistas, ERC moverá al PSOE a aceptar esta vía tanto en Cataluña como en el País Vasco.