El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, considera que España necesita "un esfuerzo adicional en materia de comunicación estratégica" en el exterior, no solo para hacer frente a "las manipulaciones" en el "contexto de la crisis catalana", sino también, como ya hacen otros países, para preservar la democracia "de la utilización de desinformación y bulos con fines políticos".
Se trata de "comunicar la realidad" de lo que es España y no dejar que nadie imponga "una realidad deformada frente al país real", un esfuerzo que Borrell inscribe en lo que ya están haciendo países del entorno europeo, en un artículo en la revista 'Diplomacia siglo XXI' recogido por Europa Press.
En él, menciona que junto a las "amenazas tradicionales" hay nuevos desafíos como la ciberseguridad y las amenazas híbridas, que "combinan elementos de desinformación, utilización de fuerzas irregulares subversivas y ciberataques", en un contexto en el que "crece el peligro de interferencia por terceros Estados" en "asuntos internos".
Además, argumenta que a veces "trata de proyectarse de forma interesada una visión distorsionada" de España "en la que las culturas y los idiomas se excluyen en lugar de enriquecerse mutuamente".
De hecho, el ministro, nacido en Lleida, subraya que junto al "idioma universal" que es el español, con 480 millones de hablantes, España tiene otros idiomas y culturas que forman parte del "acervo común" y que expresan la riqueza del país.
Preservar el consenso
En un largo artículo, que se publicará el miércoles, el ministro expone las prioridades de la política exterior española y reconoce que "el consenso en política exterior es un activo importante, que hay que preservar". Sin embargo, opina que el momento actual --de incertidumbre global-- requiere una política exterior con "mayor capacidad de adaptación y respuesta".
Borrell destaca que la sociedad española es abierta y solidaria, una sociedad donde no han calado los partidos xenófobos pese a las altas tasas de inmigración y el aumento del desempleo, así que "merece que sus valores y su talante abierto se hagan oír con fuerza". "Tenemos una aportación positiva que hace y el momento de hacerla es ahora", defiende.
Para empezar, subraya que el Gobierno "está decidido a recuperar el papel protagonista de España en la construcción europea y "tiene la voluntad de influir de forma decisiva en el proceso de integración". La reforma del euro y la política común de migraciones son algunos de los capítulos prioritarios.
Además del Brexit y la defensa europea y aliada, el nuevo jefe de la diplomacia española destaca la apuesta de España por el multilateralismo y su apoyo a la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU.