"Está en juego la credibilidad de la Unión Europea frente a los ciudadanos venezolanos que ruegan apoyo". La eurodiputada checa Dita Charanzová se dirigió con estas palabras a Josep Borrell y al resto de parlamentarios socialistas en Estrasburgo a cuenta del encuentro entre el ministro José Luis Ábalos y la 'número dos' de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez.
Charanzová fue una de las pocas europarlamentarias que no pertenecen a la delegación española y que participaron en el debate sobre si la reunión entre ambos dirigentes violó las sanciones impuestas contra altos cargos del régimen venezolano de Maduro.
La política checa, que ostenta el cargo de vicepresidenta del Parlamento Europeo, fue la encargada de sacar los colores a la izquierda este martes por defender que el asunto tenía que tratarse en el Congreso de los Diputados y no en la Eurocámara, mientras que, ese mismo día, estaban bloqueando la creación de una comisión de investigación en la Cámara Baja en España.
Tras reprochar a los eurodiputados del PSOE y de Unidas Podemos que votaran en contra de investigar y esclarecer los hechos ocurridos en la madrugada del 19 al 20 de enero en el Aeropuerto de Madrid, Charanzová les recordó que "las sanciones son la única herramienta pacífica que tenemos para obligar a una dictadura a sentarse a negociar".
Azote de Maduro en el Parlamento Europeo
Charanzová pertenece a Renew Europe, familia en la que se encuadra Ciudadanos. Es la responsable de su grupo para América Latina y fue la promotora de la invitación a Juan Guaidó hace unas semanas para que conociese la institución en Bruselas.
Nació en Praga y es madre de dos hijas. Es una de las mayores defensoras de las sanciones selectivas contra Maduro y su cúpula. Opina que el régimen al que ha sometido a Venezuela es una "narcodictadura" y considera que hay que darle donde más le duele: en el petróleo.
"Celebro la decisión del Consejo para aprobar sanciones selectivas contra el régimen venezolano. Es una señal clara de que Maduro no puede seguir silenciando, encarcelando y negando los derechos de los venezolanos", celebró cuando estas se aprobaron.
La dirigente liberal checa llevaba pidiendo restricciones desde diciembre de 2014. "Espero que estas sanciones hagan que el régimen entable un verdadero diálogo. No obstante, tenemos que hacer más para asegurar una transición pacífica. Tenemos que presionar para que se abra un canal humanitario de manera urgente. Tenemos que exigir justicia para todos los venezolanos y que la Corte Penal Internacional investigue los casos de crímenes de lesa humanidad", exigió.
Trayectoria política
Charanzová llegó a la política con Alianza de Ciudadanos Descontentos (ANO), un movimiento contra la corrupción política impulsado por el empresario Andrej Babiš. En 2012 se convirtió en partido y cinco años después ANO ganó las elecciones generales de República Checa. El multimillonario Babiš, a quien sus detractores definen como una mezcla de Donald Trump y Silvio Berlusconi, se convirtió en primer ministro de su país.
La europarlamentaria se sumó a las filas de esta fuerza populista en 2014. Estudió en la Universidad de Economía de Praga y después hizo un máster en la Escuela Diplomática de Madrid. En 2001, terminó un doctorado en la Facultad de Asuntos Internacionales de su universidad. Antes de estar en el Parlamento Europeo trabajó como diplomática. Ha vivido en España, Rusia, Francia y Bélgica. Habla cinco idiomas.
"La República Checa no tiene mar, y durante el régimen comunista, teníamos permisos limitados para viajar al extranjero. Cuando era niña siempre soñaba con ir a la playa", recordó en un reportaje en Político. De joven se fue a recorrer mundo de 'mochilera' con su pareja.
"Desde entonces, obviamente nuestros planes han cambiado. La verdad es que la mayoría de mis viajes ahora se concentran en las carreteras entre Praga, Estrasburgo y Bruselas. Pero tengo mis estaciones de servicio favoritas y el personal ahora me saluda como si fuésemos amigos de toda la vida", bromeó esta fiel aliada de Guaidó en Europa.