Manuel Valls será candidato a la alcaldía de Barcelona en las elecciones municipales del 26 de mayo del 2019. El ex primer ministro francés hará público el anuncio este martes en un acto en la capital catalana. Valls liderará una plataforma electoral propia que respalda Ciudadanos, pero que está cada vez más lejos del partido naranja. Ni el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ni su líder en Cataluña, Inés Arrimadas, asistirán al lanzamiento de la candidatura. El proyecto para Barcelona que Valls presentará en sociedad está plagado de guiños al viejo PSC de Pasqual Maragall: recuperar el espíritu de 1992 y una Barcelona abierta al mundo.
Valls ha tardado cinco meses en dar este paso inédito en la política europea. El político deja Francia, donde ha sido casi todo, y se muda a Barcelona dispuesto a iniciar una carrera de fondo. "Por supuesto que da el paso porque está convencido de que puede ganar, pero su idea es permanecer en Barcelona si pierde. Su compromiso es total", dice una persona de su entorno.
"No utilizar Barcelona contra nadie"
Valls explicará el martes los motivos que le han llevado a tomar la decisión. Pero apenas ofrecerá detalles concretos sobre su candidatura. No se hablará de nombres, ni de fichajes. Los anuncios se irán dosificando convenientemente para ir manteniendo la expectativa. Según ha sabido Vozpópuli, Valls hará un discurso muy personal y filosófico, plagado de referencias a su proyecto para Barcelona. "Va a transmitir la idea de sumar gente. Su compromiso es que Barcelona no será utilizada contra nadie", dicen estas fuentes.
El mensaje inequívoco de que Valls encabeza una candidatura personal es la ausencia de Rivera y Arrimadas el día de su puesta de largo. Fuentes de Ciudadanos han dicho que el partido estará representado por "diputados de Ciudadanos en el Parlament". Cuando Valls reveló que estaba meditando liderar una candidatura a la alcaldía de Barcelona, admitió que la oferta era de Ciudadanos. La formación naranja ha perdido mucho peso en la negociación, que Rivera ha llevado personalmente. "Lo que parece es lo que es. Una candidatura de Valls", dicen desde Ciudadanos.
El control de la lista será del propio Valls, que ha insistido mucho en liderar un proyecto transversal que agrupe en torno a él a las distintas sensibilidades del constitucionalismo. PP y PSC no tienen previsto sumarse. Para Ciudadanos no ha sido un trago sencillo. El partido, primera fuerza política en Cataluña y el más votado de largo en Barcelona el pasado 21-D, ha renunciado a sus siglas y ha cedido todo su espacio a Valls. A pesar de ello, es difícil encontrar críticas internas a estas cesiones. El partido entiende que el francés es capaz de ensanchar la base electoral que Ciudadanos tiene en solitario. Y la palabra que más se repite es "generosidad".
"La situación de Cataluña merece que podamos hacer todos un ejercicio de generosidad para intentar ganar Barcelona", ha admitido Arrimadas en rueda de prensa.
Guiños al PSC
Los detalles de la lista están en el aire, pero Ciudadanos por supuesto tendrá su cupo. Fuentes conocedoras de la operación explican que Valls está diseñando un equipo para gestionar la ciudad. Valls es recordado por sus etapas como ministro del Interior y primer ministro en el Gobierno socialista de François Hollande, pero su carrera política se disparó precisamente como alcalde de Evry (2008-2014), un municipio de 55.000 habitantes del cinturón industrial de París.
"Mucha gente no tiene en cuenta que en las elecciones municipales los concejales electos son los regidores", dicen fuentes cercanas al líder francés. "Es decir, no se puede 'fichar' a nadie como sucede después para formar un gobierno autonómico o nacional. Y esto lo está teniendo muy en cuenta a la hora de elaborar la lista".
El equipo que acompaña a Valls es muy próximo al viejo PSC de Maragall. Ahí está entre otros el periodista Albert Montagut, asesor de Maragall durante el 1992. Habrá numerosos guiños al espacio socialista, del que procede él mismo. No es sólo la propuesta de convertir a Barcelona en cocapital de España junto a Madrid. Valls quiere contraponer el aislacionismo independentista a su proyecto de una ciudad abierta y referente a nivel económico, político y cultural en toda Europa. Valls propondrá una ciudad al servicio de todos. La idea, y así lo mencionará, es recuperar el espíritu de los Juegos de Barcelona 92.