Elecciones generales 2023

Felipe González eludió pedir el voto para Pedro Sánchez porque no se lo demandó

El secretario general del PSOE excusa al primer jefe de gobierno socialista cuando se le compara con el activismo de Zapatero: "No lo mido en esos términos, ha sido uno de los grandes y cuenta con mi admiración total y absoluta"

  • El expresidente del gobierno Felipe González (i) y el presidente del Gobierno Pedro Sánchez (d) en una imagen de archivo. -

Si hay un peso pesado de la socialdemocracia española es Felipe González. El expresidente es la gran firma que le falta al PSOE de Pedro Sánchez para movilizar votantes de cara al 23 de julio. Pero fuentes socialistas consultadas por este diario explican que el actual secretario general y presidente del Gobierno no ha pedido a González que participara en la campaña o que tuviera algún gesto pidiendo el voto por él. Es más, Sánchez excusó este jueves el mutismo de González cuando se le compara con el activismo de José Luis Rodríguez Zapatero: "No lo mido en esos términos, ha sido uno de los grandes y cuenta con mi admiración total y absoluta".

A González aún le escuecen algunos de los encontronazos que ha tenido con los colaboradores de Sánchez. Cabe recordar el que tuvo con la entonces portavoz socialista en el Congreso Adriana Lastra a cuenta del apoyo de Bildu y ERC a los primeros presupuestos generales que aprobó la coalición. La política asturiana despachó las críticas de González por apoyarse en los independentistas diciendo que escuchaba a sus “mayores” pero que reivindicaba las decisiones tomadas por la nueva dirección. Y claro, González fue contundente: “No voy a consentir que me manden callar”.

De todo eso se acuerda ahora el expresidente. Y también el propio Sánchez. Las fuentes socialistas consultadas indican que el hoy mandamás del PSOE no ha pedido ningún gesto a González. La última vez que ambos coincidieron fue en Sevilla, en octubre del año pasado. Entonces, el partido celebró por todo lo alto el 40 aniversario de la victoria de Felipe González con un mitin multitudinario al que dieron plantón Alfonso Guerra y casi todos los barones del partido. Y un año antes, en el Congreso de Valencia, el expresidente contribuyó a sellar la paz del partido con su abrazo a Sánchez, a quien espetó: “No interfiero, estoy disponible”. Pero todo eso se percibe lejos.

El retintín de la lista más votada

Lo cierto es que el recelo del expresidente no queda solo en él. Y es que hasta uno de cada tres ministros de González y Zapatero no ha firmado el manifiesto pidiendo el voto a Pedro Sánchez, como publicó Vozpópuli. Según el recuento realizado por este periódico, de los 71 ministros socialistas que tuvieron Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero -se ha excluido a los ministros fallecidos-, hasta 24 no ponen su rúbrica en el manifiesto de apoyo al hoy presidente del Gobierno Pedro Sánchez. O sea, una tercera parte. De ellos, la gran mayoría pertenecen a gobiernos de González.

La única aportación de González a la campaña socialista fue mostrarse partidario de evitar bloqueos permitiendo a la lista más votada formar gobierno cuando no haya otra alternativa aceptable. El extodopoderoso líder del PSOE, consciente del intrincado escenario parlamentario que pueden arrojar las urnas el 23-J, opta por dejar que gobierne la lista más votada en las elecciones generales para evitar un bloqueo del país que conduzca a hipotéticas repeticiones electorales. Todo un dardo al hoy secretario general socialista, a quien ninguna encuesta sitúa en posición de ganar los comicios.

"Busquemos soluciones en las que la lista más votada sea aceptable cuando no haya otra opción. ¿Qué pedimos a cambio de permitir gobernar? No pedir nada. Si no pides nada, tendrán que llegar a acuerdos en cada proyecto de ley y en el presupuesto", escribió González en 'Nueva Revista', una publicación coral sobre el valor del pacto en política editada por UNIR en colaboración con su propia fundación.

Busquemos soluciones en las que la lista más votada sea aceptable cuando no haya otra opciónFelipe González, expresidente del Gobierno

Es cierto que González ha criticado en numerosas ocasiones a a los socios del Gobierno de Sánchez. Y también muestra su preocupación por el devenir del PSOE al día siguiente de las elecciones. El expresidente no quiere que su partido se olvide de la tradición. "Tenemos que renovar nuestra caja de herramientas, pero no podemos abandonar nuestra historia, porque eso significa abandonar nuestra identidad", dijo en su última intervención pública a principios de mes.

En verdad, el equipo del presidente del Gobierno se ha abrazado al tirón de Felipe González, valorado positivamente por tres de cada cuatro españoles, cuando lo ha considerado necesario para conectar el legado del histórico dirigente socialista con el presente de Pedro Sánchez y su hipotético futuro en Moncloa. Una declaración contundente de Felipe González pidiendo el voto a Sánchez podría movilizar a muchos votantes socialistas que ven con preocupación los coqueteos del líder del PSOE con el independentismo pero que tienen al expresidente como eterno referente. Esa es, precisamente, una de las fugas de voto socialista más graves.

Mientras, el PSOE vive en la expectativa. Casi con toda probabilidad, a juzgar por las encuestas, lo que ocurra el día después de las elecciones generales del próximo domingo 23 de julio será el inicio de un proceso de transición. Los comicios municipales y autonómicos de mayo fueron un bofetón para Ferraz. Las urnas hicieron perder el gobierno a seis presidentes socialistas. Solo Emiliano García-Page y Adrián Barbón mantienen los ejecutivos en Castilla-La Mancha y Asturias, respectivamente. Y eso que en Ferraz creen en la remontada con o sin Felipe

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