Podemos asestó este miércoles un marcaje a Yolanda Díaz del que la líder de Sumar no pudo escapar. Los morados, en parte, ganaron la partida a Más Madrid. La vicepresidenta segunda se acercó a Alcorcón (Madrid) para hacer campaña ante el 28-M y arropar con un paseo a Jesús Santos, el candidato de Ganar Alcorcón -una plataforma de izquierdas sin el nombre de Unidas Podemos-. El municipio tiene importancia para el progresismo por sus políticas sociales y medioambientales. Y los de Belarra lograron que la primera foto en la Comunidad de Yolanda Díaz fuera con los suyos, porque también aparecieron en la foto la candidata regional, Alejandra Jacinto, y el cabeza de lista en el Ayuntamiento de Madrid, Roberto Sotomayor.
Jacinto no se lo pensó dos veces y pidió el voto por Unidas Podemos en presencia de Yolanda Díaz. La dirección estatal del partido tuvo que cerrar con el equipo de Díaz los detalles y dejó muy claro que solo habría foto si Jacinto y Sotomayor tenían cabida, según fuentes de Podemos de alto nivel consultadas por este diario. No obstante, otras fuentes apuntan a que fue la propia dirección morada la que no quería que sus candidatos se hicieran esa foto. Incluso hay quien asegura que fue el propio Jesús Santos quien no les quería para no desvirtuar "la sonrisa" de Yolanda Díaz. Pero el 'número dos' de la vicepresidenta, Josep Vendrell, aceptó la exigencia de Podemos. Y, al final, tuvieron su foto.
No será el único acto de Yolanda Díaz en campaña en Madrid. El próximo lunes, día de San Isidro, la líder de Sumar se dejará ver en la pradera y, por la tarde, acudirá a Rivas-Vaciamadrid. En ese otro oasis de la izquierda, Yolanda Díaz estará con Mónica García, de Más Madrid. Cabe recordar que la escisión morada creada por Íñigo Errejón no quiso concurrir junto a Unidas Podemos, que en la región es la suma de morados e Izquierda Unida. Precisamente, el hecho de que Díaz planificara hacer campaña con García en esta localidad fue el detonante de que los morados rompieran el pacto allí para ir junto a Izquierda Unida, Más Madrid y Equo y que sellaron meses atrás.
El problema morado
Lo cierto es que Podemos tiene un problema. El partido se está rompiendo en diferentes territorios por su política de alianzas ante el 28-M. Están soportando una gran presión entre acusaciones de deslealtad a la izquierda por su negativa a entregarse a los brazos de Sumar. La candidatura de Yolanda Díaz a la presidencia del Gobierno ha sacudido el tablero y a medida que se acercan las elecciones de mayo pesa más en la militancia y en las direcciones locales y autonómicas la beligerancia de la cúpula estatal con la vicepresidenta segunda y su prepartido. No habrá acuerdo antes de la cita con las urnas. Eso seguro. Pero es que cada vez se pone más duda, según las fuentes consultadas dentro del partido, que lo haya después.
En las últimas semanas, las costuras moradas han reventado por tres sitios diferentes: Asturias, Rivas-Vaciamadrid y Fuenlabrada. En cada lugar el detonante ha sido diferente, pero el origen del conflicto es el mismo. La dirección de Podemos no quiere contestatarios que sucumban por su cuenta a los cantos de sirena de Yolanda Díaz y decidan ir por libre entregando a Sumar los recursos morados. Por eso el paseo de Alcorcón estuvo muy vigilado por parte de la dirección estatal. Aún se desconoce si Yolanda Díaz se dejará fotografiar con la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, o con la 'número dos', Irene Montero.
Hay que entender que el miedo parte a Podemos en la Comunidad de Madrid. Los morados, que cerraron un pacto con Izquierda Unida para concurrir bajo las siglas de Unidas Podemos el próximo 28-M, temían que el apoyo explícito de Yolanda Díaz a la líder de Más Madrid, Mónica García, les aboque a correr la misma suerte que Ciudadanos y a desaparecer de la Asamblea regional, que exige el 5% de los votos para lograr representación. Las encuestas internas de la mayoría de partidos y las de las empresas demoscópicas sitúan a Unidas Podemos en la horquilla que comprende el 4% y el 5%.
Las expectativas en Madrid
El fin de Podemos en la región supondría un duro varapalo para ellos en una plaza fundamental, ya que la Comunidad de Madrid es donde nacieron y donde están arraigados la mayoría de sus dirigentes nacionales. Aunque, en verdad, Podemos tiene en Madrid un serio problema de descomposición. Ahora mismo el partido está capitaneado por el propio Jesús Santos, que es coordinador autonómico; Carolina Alonso, portavoz parlamentaria y Alejandra Jacinto, portavoz adjunta y candidata. Esta última, además, fue nombrada coportavoz del partido a nivel estatal para impulsarla mediáticamente. Porque ese es uno de los grandes problemas del partido: su poco peso mediático respecto a Más Madrid.
"Está claro que la política amable y el carisma no lo tenemos nosotros. Lo tienen en Más Madrid", concede una fuente de Podemos en un gran municipio de la Comunidad. Los morados asumen que su partido está en fase de repliegue a nivel autonómico. "Casi nadie conoce a quienes están ahora al frente del partido en los principales sitios", sigue esta fuente. Y el brindis de Yolanda Díaz a Mónica García complica aún más las cosas. Lo cierto es que el partido ha sido incapaz desde mayo de 2021 de recuperarse de la victoria de Isabel Díaz Ayuso. Y es que los morados viven una paradoja: pese a que gracias a su exlíder lograron mantener grupo parlamentario propio en la Asamblea regional, como reconocen fuentes de la formación a Vozpópuli, el vacío que ha dejado es tan grande que nadie ha podido llenar el hueco del exvicepresidente segundo.
