La industria del tabaco continúa con su transformación. Este jueves la multinacional japonesa Japan Tobacco International ha presentado en Madrid su nuevo cigarrillo electrónico, el primer dispositivo de estas características que lanza al mercado español la multinacional, dueña de la icónica marca Camel.
El producto en cuestión, bautizado como Logic Compact, es un cigarrillo electrónico muy similar al dispositivo que ofrece la marca MyBlu, -propiedad de Imperial Brands- ya que es pequeño, tiene múltiples sabores y funciona con líquido. Se trata de la primera incursión de la dueña de marcas como Camel o Wiston en el mundo del vapeo en España, uno de los mercados a explotar en Europa en este tipo de dispositivos.
El lanzamiento de Logic Compact se produce en plena guerra entre el sector del vapeo y el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, que hace un par de meses lanzó una campaña contra el tabaquismo bajo el eslogan: "Que no te engañen, el tabaco ata y te mata en todas sus formas". Un spot para televisión, radio e Internet, así como pósters y banners en los que se equiparan los efectos del tabaco con el de los vápers, pipas de agua y cigarrillos electrónicos.
Es la primera vez que desde el Ministerio ponen en marcha una campaña contra el tabaquismo en la que incluyen este tipo de productos de manera específica. Por añadidura, ha anunciado que financiará por primera vez un fármaco de Pfizer para dejar de fumar.
Esta decisión por parte del Ministerio ha sentado muy mal entre los empresarios del sector, que representados por varias asociaciones, como Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo (UPEV), aseguran que incita a la desinformación. Asimismo, critican que las autoridades sanitarias equiparen vapear con fumar, ya que “no es lo mismo” y puede ser una alternativa para dejar de consumir tabaco.
Algo con lo que muchas asociaciones médicas no están de acuerdo, ya que la mayor parte de estos productos continúan conteniendo nicotina, que es adictiva. Esto, sumado a que en Estados Unidos se han producido varias muertes relacionadas con su uso, ha activado la voz de alarma.
Más de 2.000 millones de inversión
La multinacional japonesa, que el año pasado facturó más de 550.000 millones de dólares, se encuentra en plena transformación hacia lo que se conocen como productos de riesgo reducido o PrrPs (por sus siglas en inglés), la última apuesta del sector. De hecho, desde JTI aseguran que el lanzamiento de Logic Compact responde a “la demanda del consumidor” hacia el cigarrillo electrónico.
La denominación de PrrPs engloba todos los productos relacionados con las nuevas tecnologías que están desarrollando las tabaqueras: vapeadores, cigarrillos electrónicos o productos con tabaco calentado. Lo de riesgo reducido procede de que, según numerosos estudios -en su mayoría promocionados por las propias empresas- este tipo de productos son hasta un 95% más seguros de usar que los cigarrillos convencionales. Es decir, no son inocuos pero son mucho menos dañinos que el tabaco tradicional.
La inversión que están destinando para pasar de compañías tabaqueras a empresas prácticamente tecnológicas es enorme. Desde Japan Tobacco International aseguran que están destinando más de 2.000 millones de dólares hasta 2020 en desarrollar tanto Logic Compact como su producto de tabaco calentado, bautizado como Ploom, que aún no está disponible en España.
Todas las tabaqueras han detectado que los productos de vapeo son el futuro de su sector. Hace menos de un año, el director general de Phillip Morris -dueña de Marlboro, entre otras- aseguraba que el plan de su compañía es dejar de fabricar cigarrillos tradicionales y centrarse por completo en los productos libres de humo, otra denominación fabricada desde la industria para hacer referencia a estos nuevos productos.
Para ello, anunciaba un plan de unos 10 años en los que invertirá 5.000 millones de dólares para desarrollar nuevos dispositivos y afianzar la transformación. British American Tobacco, por su parte, también ha destinado más de 2.500 millones de dólares al mismo objetivo.
Falta de consenso médico
No obstante, todas estas compañías se han encontrado un escollo inesperado, ya que su argumentario se centra en que pretenden apostar por productos que son mucho ‘menos malos’ que el tabaco. Sin embargo, el consenso médico sobre su seguridad brilla por su ausencia, las autoridades sanitarias se están mostrando reticentes a permitir su uso y las opiniones son múltiples.
Por un lado, durante los últimos meses se han producido varias muertes en Estados Unidos relacionadas con el uso de este tipo de dispositivos, que están mucho más extendidos, lo que ha generado un alto nivel de alerta. El presidente norteamericano, Donald Trump, ha llegado a anunciar que prohibirá su uso a nivel nacional. A nivel estatal ya se consideran ilegales. Otros países como Turquía e India han hecho lo mismo.
En España, el mercado donde acaba de aterrizar JTI con su nuevo dispositivo, la polémica está servida. La comunidad médica, avalada por el Ministerio de Sanidad, rechaza de manera tajante su uso y considera que no son seguros. Desde UPEV han asegurado que han tenido que frenar sus previsiones de crecimiento debido a lo que consideran una “ofensiva” por parte del Ministerio y defienden su papel como herramienta para frenar el tabaquismo.
No obstante, decenas de asociaciones médicas continúan mostrándose tajantes, ya que no los consideran una alternativa para dejar de fumar y creen que fomenta un tipo de tabaquismo diferente entre una parte de la población que de otra manera no se habría acercado al tabaco. Mientras tanto, los gigantes tabaqueros continúan invirtiendo en estos dispositivos, que en muchos países siguen existiendo en un limbo regulatorio.