Un número aproximado de 42.000 turistas llegarán este sábado y este domingo a Barcelona a través de cruceros por el puerto, una cifra que supera y prácticamente dobla los números habituales y que ha sido destacada por el concejal de Ciutadans, Koldo Blanco. "Es una de las mayores concentraciones de todo el año y nos encontramos con problemas de movilidad y seguridad en los espacios públicos. El ayuntamiento debe gestionar correctamente la distribución de los turistas por la ciudad en coordinación con el Puerto de Barcelona", ha asegurado a este diario.
Los turistas cruceristas, asegura, son de dos tipos: unos atracan en la ciudad porque están de paso y otros forman parte de un crucero con inicio y final en Barcelona. En el primero de los casos, suelen ser personas que acuden durante 5 o 6 horas a la ciudad y su efecto colapso es aún mayor, dado que siempre van a los sitios más emblemáticos y quieren comer en los mismos lugares. En ambos casos añaden más presión a una ciudad que ha recibido un millón de cruceristas durante los primeros 6 meses de 2016, antes de empezar la temporada alta. Los distritos de Ciutat Vella y Eixample son los más afectados.
Entre el sábado y el domingo atracarán 39 barcos de pasajeros, alguno tan inmenso como el 'Harmony of the Seas' que puede llevar hasta 8.000 personas
Blanco ha recogido estos datos a partir de la propia información de Port de Barcelona. Un vistazo a sus estadísticas muestra como entre las 6 de la mañana del sábado y las 22.30 del domingo atracarán en los muelles barceloneses 39 barcos de pasajeros. Algunos de ellos son cruceros conformados por los barcos de pasajeros más grandes que nunca han navegado. Por ejemplo, a las 5 de la mañana de este sábado ha atracado en Barcelona el Harmony of the Seas, el crucero más grande del mundo (de Royal Caribbean), con una capacidad para 6.780 pasajeros y 2.300 tripulantes. Su origen es Nápoles. El destino, Palma de Mallorca.
Harmony of the Seas atracado en el Puerto de Barcelona
Esta 'invasión' de cruceristas añadirá mayor presión a un destino muy desgastado y unos vecinos muy cansados. Barcelona es la ciudad con más visitantes extranjeros de España, pues sólo en 2015 superó los 8 millones de personas en sus hoteles (sin contar el resto de pernoctaciones). A ellos habría que sumar otros 900.000 visitantes que se alojan sólo en Airbnb, según la web norteamericana, más otro tipo de alojamientos a través de internet. Pero el problema no es tanto de números absolutos como relativos: Barcelona tiene una de las mayores densidades de pernoctaciones de turistas por habitante, con 11 pernoctaciones por cada habitante empadronado según el ECM Benchmarking Report 2015-16. Sólo París (16,12 pernoctaciones por habitante) y Ámsterdam (15,56) superan en Europa a la capital catalana, que se adelanta a Roma (9,22) o Viena (7,94).
El ayuntamiento contra los pisos turísticos
El concejal de Ciutadans Blanco reconoce desconocer las medidas que ha tomado el ayuntamiento de Ada Colau respecto al tema de los cruceros, si existieren. Por el momento, el ayuntamiento se está centrando en controlar los alojamientos turísticos, muchos de ellos ilegales, que han proliferado en los últimos años aprovechando plataformas como Airbnb o HomeAway. En las últimas semanas se ha anunciado el cierre de 600 pisos turísticos ilegales que no cumplían la ley (256 en el mes de julio) y se ha amenazado a las plataformas con multas de hasta 600.000 euros, las más altas que permite la ley de Turismo de Catalunya. Ya se ha multado a 126 pisos legales por no facilitar por internet su número del Registre de Turisme de Catalunya.
Sin embargo, el consistorio sigue falto de efectivos ante la magnitud del fenómeno y sus 22 inspectores son insuficientes. Por ello ha pedido el auxilio de los propios vecinos, para que denuncien si en sus escaleras comprueban que podría haber pisos turísticos sin regular. El concejal 'naranja' considera que "las medidas son prohibicionistas, se dedican a prohibir y transmitir el mensaje de que los alojamientos son un problema. En particular hay dos medidas que han tomado con las que no estamos de acuerdo: los pasquines que están desde hace un mes colocando en los portales de los edificios para los turistas, que les advierten de que pueden estarse alojando en un piso ilegal y les pide que se comporten cívicamente, y de la carta que ha mandado a los vecinos para que denuncien si hay pisos ilegales. Desde hace tiempo hay números de teléfono y no había ninguna necesidad de enviar estas comunicaciones".
Airbnb respondió ante el cierre de apartamentos turísticos que "nos entristece esta decisión y vamos a apelar. Airbnb es parte de la solución en Barcelona. Las leyes actuales son confusas, dañan a las familias de clase media en beneficio de los operadores comerciales y ralentizan la innovación en la ciudad. Barcelona necesita reglas claras que distingan a los profesionales de los particulares y el “home sharing” de las malas prácticas".