Sociedad

La ambulancia que acudió al piso de la enferma por ébola prestó servicio 12 horas antes de ser desinfectada

Los dos sanitarios que se trasladaron al domicilio en Alcorcón de Teresa Romero no contaban con medidas de protección específicas ante el virus. El vehículo atendió a otros siete pacientes en las horas posteriores. "Las mangas del traje me quedaban cortas", denuncia el médico que la atendió en urgencias, aislado por precaución.

La crónica de los hechos de los días previos a que la auxiliar de enfermería Teresa Romero fuese diagnosticada de ébola sigue revelando fallos en la aplicación de los protocolos y circunstancias que no coinciden con los llamamientos a la calma de las autoridades. La ambulancia que el lunes por la mañana recogió a la afectada en su domicilio de Alcorcón para trasladarla al hospital de esa localidad madrileña siguió funcionando durante las doce horas siguientes, antes de ser desinfectada, intervalo en el que atendió a otros siete pacientes.

Los dos sanitarios que acudieron en el vehículo a la vivienda de Romero, asustados ante la posibilidad -que les desmintieron desde el centro de control de su empresa- de que la mujer tuviese el virus, cumplieron los protocolos en la medida en la que les fue posible. Solo uno de ellos subió al piso y lo hizo sin el traje de protección especial recomendado en estos casos. Solo pudo cubrirse con unos guantes, mascarilla y una bata de papel, según informa el diario El País.

El médico que había atendido a la paciente el domingo por la tarde había descartado que tuviese ébola ya que su temperatura no alcanzaba los 38,6 grados a partir de los cuales la amenaza de infección es tomada en serio. Fue la propia Romero la que advirtió a los sanitarios que era una de las enfermeras que había tratado a los misioneros fallecidos, ante lo que los empleados llamaron a su empresa para pedir explicaciones. Sus advertencias no fueron atendidas: les exigieron que llevasen a la paciente al hospital. “Si tenemos más información, os llamamos”, fue la última indicación que recibieron desde el otro lado del teléfono.

Ahora esos dos empleados están siendo sometidos a seguimiento por parte de la Consejería de Sanidad. Deben informar a los servicios sanitarios en caso de que presenten fiebre o algún otro síntoma.

"Las mangas me quedaban cortas"

Una vez en el centro sanitario, el médico que la atendió tuvo que ponerse mas de doce veces el traje de protección durante las 16 horas que se ocupó de la paciente. "Las mangas me quedaban cortas en todo momento", explica en una carta a sus superiores Juan Manuel Parra Ramírez, que anoche ingresó voluntariamente en el Carlos III por precaución. El médico denuncia, entre otros errores, que se enteró antes por los medios de comunicación que por el propio hospital que la enferma ingresada había dado positivo en ébola.

Tras tratar a la mujer el lunes, el médico continuó con su actividad laboral y las medidas de observación en su casa hasta su ingreso anoche en el Carlos III, donde se encuentra en observación.

Romero debía ser trasladada, tras confirmarse su positivo en Alcorcón el lunes por la tarde, al madrileño Hospital Carlos III. Pero antes de ser aislada en ese centro, en el que todavía permanece, tuvo que esperar ocho horas, que es el tiempo que tardó la ambulancia en llegar al Hospital de Alcorcón desde que se conoció el diagnóstico, según afirma el comité de empresa. En un comunicado enviado a sus compañeros, los representantes explican que "los trabajadores implicados en el proceso de ébola han cumplido rigurosamente con el protocolo marcado por la Consejería de Sanidad", informa Pedro Blasco.

"Filtraciones"

El comité cree que la "dirección no ha tenido la debida transparencia y comunicación para informar de los resultados que se iban obteniendo, ni a los 13 trabajadores que atendieron directamente a la paciente ni al resto, pero sí se produjeron filtraciones a la prensa". Exige la baja para esos trece trabajadores afectados durante el período de seguimiento activo aconsejable y se queja de que no se haya limpiado la zona afectada.

Este retraso en la desinfección se produjo porque los empleados de la contrata de limpieza se negaron hasta que recibieran la formación necesaria, decisión que fue respaldada por la dirección de la empresa.

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