El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes el anteproyecto de Ley de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), presentado por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert. Se trata de la séptima ley orgánica de la democracia, con la que el Gobierno pretende reducir la tasa de abandono escolar, que dobla la media europea, y mejorar los resultados en las evaluaciones internacionales.
Entre las principales ejes de la reforma educativa se sitúan las evaluaciones a nivel estatal al final de Primaria, ESO y Bachillerato, además de una prueba en 3º de Primaria para la detección precoz de problemas de aprendizaje en los alumnos. Los exámenes de ESO y Bachillerato serán necesarios para obtener el título y, en concreto, el segundo sustituirá a la actual Selectividad. El anteproyecto abre la puerta a las comunidades autónomas para otorgar conciertos a los colegios de educación diferenciada por sexos; da mayor autonomía a los centros para implantar sus propios métodos pedagógicos; y los directores requerirán un certificado que acredite que han superado un curso sobre función directiva. El Gobierno central aumentará además su capacidad de fijar los contenidos educativos hasta el 65% en el caso de comunidades con lengua cooficial y al 75% para el resto. En la legislación vigente, al Ejecutivo corresponden el 55 y 65% de los contenidos curriculares.
Conocimiento del Medio se desdobla en Ciencias Naturales y Ciencias Sociales en Primaria
Aumenta la carga lectiva en todas las etapas de las asignaturas instrumentales -Matemáticas, Lengua e Inglés-; desaparece de Primaria la asignatura de Conocimiento del Medio, que se desdobla en Ciencias Naturales y Ciencia Sociales. Se elimina también Educación para la Ciudadanía en esta etapa y en ESO es sustituida por un curso de la nueva Educación Cívica y Constitucional. Además, el Gobierno adelanta a 3º de la ESO los itinerarios hacia la FP y el Bachillerato, a través de asignaturas optativas, mientras que estas dos vías estarán completamente diferenciadas en 4º de la ESO. El Bachillerato se reduce a cinco vías (Ciencias e Ingeniería, Ciencias de la Salud, Humanidades, Artes y Ciencias Sociales), y la evaluación final nacional tendrá un valor del 40 %, mientras que la nota media de la etapa tendrá un peso del 60 %.
Se crea una Formación Profesional Básica, de dos años de duración, que será obligatoria y sustituirá a los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI), dirigidos a alumnos de 15 años; se introducen asignaturas en la FP de grado medio orientadas a sectores profesionales y se facilita el paso hacia la FP de grado superior.
"Se trata de una de las principales reformas estructurales del Gobierno para fortalecer la formación integral de los ciudadanos", ha afirmado la vicepresidenta Primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Además, el Consejo de Ministros ha aprobado el Real Decreto que por el que se desarrolla el contrato para la formación y el aprendizaje y establece las bases de la formación profesional dual en España, con el objetivo de conectar la FP con el mundo empresarial, para unir formación y empresa, y estudios con empleo.