Un estudio publicado en la revista Nature contradice la teoría de que las deidades moralizantes fueron una condición indispensable para la evolución de sociedades complejas. El trabajo ha sido posible gracias al análisis de grandes cantidades de datos antropológicos.

El cráneo humano descarnado, símbolo universal de la muerte y uno de los más utilizados en Halloween y el Día de Difuntos, es el protagonista de sorprendentes y curiosos hallazgos.

En la Edad de Piedra y de Bronce en Europa, las mujeres que vivían en Europa viajaban lejos de sus aldeas para formar sus propias familias. Estas migraciones desempeñaron un papel importante en el intercambio de objetos culturales e ideas, según un estudio que publica la revista PNAS.

Un equipo ha encontrado herramientas e indicios de actividad humana junto a los restos de un mastodonte hallado en la costa de San Diego. De confirmarse, el hallazgo cambiaría radicalmente lo que pensamos sobre la colonización de América por parte de los primeros humanos.

Los muertos vivientes, no contentos con deambular por cómics, series y videojuegos, tienen su Día del Orgullo Zombi el 4 de febrero. No es poca cosa para una figura del folklore de una pequeña isla del Caribe marcada por la esclavitud y las creencias africanas. Su fama macabra ha llevado a los científicos a investigar si estos seres suspendidos entre la vida y muerte tienen base real.

El análisis de los huesos de la famosa Australopiteco indica que la fortaleza de sus extremidades estaba a medio camino entre la de los chimpancés y la nuestra. Seguramente no caminaba bien y su espacio natural eran las ramas de los árboles.

Un estudio liderado por investigadores españoles pone en duda uno de los principios más aceptados en psicología y que se recogía en la película 'Inside out'. Las emociones y la forma de expresarlas gestualmente no son universales, sino que varían en función del contexto y la cultura.

La famosa Australopithecus afarensis murió a los 20 años tras caer de un árbol, según un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Texas. Lo más factible es que cayera desde una altura de más de 12 metros, golpeándose contra el suelo a más de 56 km por hora.

El análisis del ADN de nueve fragmentos de la ropa de Ötzi indica que las prendas de la época se hacían con piel de oso, corzo y oveja. Los datos ayudan a comprender mejor la vida de los hombres en la edad de Cobre.

El placer femenino tuvo en el pasado una función reproductiva que desapareció con la ovulación espontánea, según un estudio. Al mismo tiempo, el clítoris pasó de estar dentro del canal vaginal a su situación actual.

Un equipo internacional de científicos describe una nueva especie de homínido, llamada Homo naledi, cuya morfología se sitúa entre los géneros Australopithecus y Homo. Los científicos, que desconocen aún cuándo vivió este homínido, hallaron los restos de al menos 15 individuos de esta especie en el yacimiento Dinaledi en Sudáfrica.

El análisis de los restos encontrados en Schöneck-Kilianstädten (Alemania) muestra que hace 7000 años se produjo la matanza de 26 individuos a los que sus agresores torturaron con crueldad. El hallazgo se suma a otras evidencias de la extrema violencia en esta época en el centro de Europa.

Un equipo internacional de investigación, que ha contado con la participación de Juan Luis Arsuaga, ha identificado los huesos de Filipo II de Macedonia en la Tumba 1 del Gran Túmulo en la ciudad de Vergina (Grecia). Hasta ahora se pensaba que los restos del rey estaban guardados en la Tumba 2, conocida como la ‘Tumba de Filipo’.

 Un estudio profundiza en el debate sobre el papel que tuvo la transmisión de conocimientos como la fabricación de herramientas en la aparición del lenguaje humano. Tras una serie de experimentos, los autores concluyen que las herramientas fabricadas en las primeras etapas se producían por mera imitación y que después se produjo un cambio.

Conforme nos hacemos mayores, decía Jean Piaget, gana terreno la palabra hablada. O sea, a medida que nos distanciamos de la niñez -cosa que sucede a partir de los siete u ocho años- vamos perdiendo la necesidad de expresarnos gestualmente. Sin embargo, aunque con el avance de la edad se empobrezca nuestro registro mímico, éste nunca desaparece.