El Rey Felipe VI presidirá este domingo la cena oficial de inauguración del Mobile World Congress (MWC), en la que será su primera visita a Cataluña después del 1-O.
El congreso anual de telefonía móvil es una cita fija en la agenda de Felipe VI, pero este año tiene la particularidad de que se celebra sin que se haya formado Govern en Cataluña tras las elecciones de diciembre y en plena aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Por parte del Gobierno central asistirán la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, y el secretario de Estado de la Sociedad de la Información y Agenda Digital, José María Lassalle, así como el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo.
También asistirán la alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), Núria Marín, y los máximos responsables de GSMA, la organización que impulsa el congreso.
Sin embargo, ha habido representantes políticos que han anunciado que no asistirán a la cena como protesta por la postura del Rey tras el referéndum del 1-O, como es el caso del secretario de Telecomunicaciones de la Generalitat, Jordi Puigneró; el de Empresa y Conocimiento, Pau Villòria; y el de Empresa y Competitividad, Joan Aregio, así como el líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Alfred Bosch.
En este sentido, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tampoco participará en la recepción oficial de Felipe VI previa a la cena por "responsabilidad institucional" por las cargas policiales durante el referéndum del 1 de octubre.
En declaraciones a los medios este sábado, ha enmarcado su decisión en un contexto en el que no hay normalidad política debido a la aplicación del artículo 155, y ha lamentado que Rey se posicionara al lado de las tesis "más duras y represivas", ya que, según ella, debería haber mantenido la neutralidad.
La alcaldesa sí acudirá a la cena y a la inauguración oficial del congreso el lunes --donde tampoco recibirá al Rey-- porque Barcelona es la ciudad anfitriona y quiere demostrar el apoyo institucional a la cita mundial.
La última vez que el Rey viajó a Cataluña fue el pasado agosto, para participar en la manifestación de repulsa por los atentados de Barcelona y Cambrils y visitar a los heridos.
Tanto el Rey como el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, fueron recibidos con pitidos y gritos en esa marcha de protesta, en un momento en el que el proceso independentista empezaba a tomar velocidad de cara al 1-O.
Felipe VI vuelve a Barcelona después de haber mantenido una postura firme en defensa de la legalidad y la Constitución tras el 1-O; dos días después, el Rey transmitió su primer mensaje extraordinario a los españoles, un discurso en el que acusó al Govern de haber incurrido en una "lealtad inadmisible".
"Ante esta situación de extrema gravedad", dijo el Rey en su mensaje televisado, "es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones".
El Rey volvió a aludir a Cataluña en su mensaje de Navidad, días después de las elecciones del 21-D, y llamó a los parlamentarios electos a emprender un camino que no lleve "de nuevo al enfrentamiento o a la exclusión", sino a recuperar "la serenidad, la estabilidad y el respeto mutuo".
Sexto año
Con su presencia, el Rey confirma su apoyo a un evento que este año contará con más de 2.300 expositores y más de 170 delegaciones internacionales, y se estima un impacto económico de 471 millones de euros y 13.000 empleos temporales, según cálculos del consejero delegado de la asociación impulsora, GSMA, John Hoffman.
Será el sexto año que tiene lugar este encuentro con representantes políticos y económicos de alto nivel y el segundo en el Palau de la Música; en 2016 se celebró en el Liceu, y en 2015 en el Palacio de Pedralbes de Barcelona.
Esta cena previa al congreso se instauró cuando Barcelona se convirtió en Mobile World Capital, y hasta 2014 se organizaba en el Palacete Albéniz, inmueble dedicado a alojar a la Familia Real en sus visitas a Barcelona.