Todos aquellos equipos que tengan la opción instalar actualizaciones de sistema automáticamente, tendrían que tener desde mañana 9 de octubre, la nueva actualización de octubre 2018 de Windows 10. Un reajuste que Microsoft ha parado en seco. ¿El motivo? Un fallo que provocaba que se borraran archivos del ordenador sin permiso previo.
Lo cierto es que la actualización estaba disponible para descarga desde la semana pasada. La versión es, en concreto, la número 1809. Varios usuarios decidieron instalarla en su ordenador con total desconocimiento de lo que podría suceder. Algo que incluso ha pillado por sorpresa a la propia compañía.
Porque fue entonces, cuando una oleada de quejas empezaron a llegar a Microsoft: la nueva actualización de Windows estaba borrando de forma inesperada archivos de los sistemas informáticos.
Reacción de Microsoft
Ante las numerosas críticas y quejas de cientos de usuarios Microsoft dijo, mediante un documento de soporte, que estaban investigando los informes para encontrar el error y subsanarlo lo antes posible. Una vez solucionado, la actualización volvería a estar disponible.
Así lo ha explicado la propia compañía: ”Hemos pausado el lanzamiento de la actualización de Windows 10 de octubre de 2018 (versión 1809) para todos los usuarios, según vamos investigando los informes aislados de usuarios de que faltan algunos archivos tras de la actualización”.
Hemos pausado el lanzamiento de la actualización de Windows 10 de octubre de 2018 (versión 1809) para todos los usuarios