Internacional

El jefe de Inteligencia de Israel viaja hasta Suecia por temor a ataques hacia su cantante en Eurovisión 2024

El Estado judío asegura que Malmö, anfitriona del festival, es un foco de protestas antiisraelíes

  • Ronen Bar y Benjamin Netanyahu -

La política vuelve a llegar al Festival de Eurovisión y otra vez de la mano de Israel. El Estado judío habría enviado a su jefe de Inteligencia a Malmö ante el temor de posibles ataques hacia la población y delegación israelí que se encuentra en la ciudad debido a la celebración del festival y, en concreto, hacia su representante, Eden Golan, cuyos movimientos están prácticamente blindados ante cualquier tipo de amenazas.

De hecho, la cantante israelí llegó la semana pasada a Malmö acompañada por una fuerte presencia de seguridad y se ha ausentado de prácticamente todos los eventos relacionados con Eurovisión antes de la final. Tanto es así que el pasado 5 de mayo Eden Golan no estuvo en la ceremonia de apertura y, en su lugar, rindió homenaje a los seis millones de judíos asesinados en el Holocausto, coincidiendo con el Día en Recuerdo del Holocausto que Israel celebra anualmente ese día.

El pasado jueves 2 de mayo, el Consejo de Seguridad Nacional de Israel emitió una alerta aconsejando reconsiderar la necesidad de viajar a los ciudadanos israelíes. El gobierno de Netanyahu es consciente de la creciente impopularidad internacional de sus actos en la guerra de Gaza, donde sus tropas han causado la muerte de más de 34.700 palestinos desde octubre.

Es por ello que la semana pasada, una delegación encabezada por Ronen Bar, líder del Shin Bet, el servicio de seguridad interior israelí, se trasladó a Malmö para supervisar posibles amenazas, según informes de medios israelíes publicados este martes. Ronen Bar ha viajado hasta Suecia para coordinar la seguridad de los participantes de Israel ante el temor de ataques, ya que este año ha fracasado el intento de boicot a Israel en Eurovisión, algo que sí se consiguió con Rusia por invadir Ucrania. 

Malmö, una ciudad rodeada de política

Debido a la negativa de la UER de expulsar a Israel de Eurovisión tras las críticas recibidas por sus acciones tras los atentados de Hamás en octubre pasado, las protestas hacia la organización del festival han ido en aumento. A pesar de la politización del festival por parte de Israel, la UER ha decidido no tomar medidas y permitir la participación del país en 2024.

Esta decisión ha desencadenado la organización de varias manifestaciones en Malmö a favor del pueblo palestino, con el propósito de señalar la falta de moral de la organización del festival y su hipocresía. La asociación Parad a Israel, por la paz y una Palestina libre, que representa a numerosas organizaciones, ha convocado dos grandes manifestaciones en el centro de Malmö para este jueves, coincidiendo con la participación de Israel en la segunda semifinal, y el sábado, día de la final.

Eden Golan representará a Israel en Eurovisión 2024 EUROPA PRESS

Ante esta tensa situación, la ciudad de Malmö se ha fortalecido con un amplio despliegue policial, con refuerzos provenientes de otras partes de Suecia, Dinamarca y Noruega. Además, las normas de acceso a zonas como el Eurovillage o el propio estadio donde se celebra el festival se han endurecido, prohibiendo la entrada de cualquier tipo de bolsa. Esta medida no solo responde a razones de seguridad, sino también para evitar que se puedan ondear banderas palestinas durante las galas, limitando así la libertad de expresión.

Israel, foco mediático ajeno a la música

La UER finalmente decidió admitir la canción "Hurricane" de Israel tras unos leves cambios que eliminaban las referencias directas al ataque de Hamás hacia población israelí en octubre de 2023. Sin embargo, la participación de Israel en el festival puede poner en duda la seguridad de asistentes y delegaciones que viajen hasta Malmö para poder disfrutar del mayor evento musical del mundo.

Además de este problema de seguridad, la televisión pública israelí ha violado en varias ocasiones los valores principales que la UER defiende. En primer lugar, el discurso de odio antes explicado sobre la ciudad anfitriona, violando los valores de excelencia, imparcialidad y responsabilidad, por usar imágenes de mujeres musulmanas con pañuelos en la cabeza y etiquetarlas como “antisemitas”, aunque no se mencione el judaísmo en sus carteles y borrarlas después de la polémica sin dar ninguna explicación

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