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El abordaje más avanzado de los tumores cerebrales: radiocirugía en sesiones de 10 minutos

Los tumores cerebrales suponen aproximadamente un 2% del total de los casos de cáncer y aunque su incidencia es baja, es uno de los tumores más temidos debido a su

  • Cerebro.

Los tumores cerebrales suponen aproximadamente un 2% del total de los casos de cáncer y aunque su incidencia es baja, es uno de los tumores más temidos debido a su alto grado de mortalidad (78%) y a la importancia del cerebro para el cuerpo humano. La radiocirugía representa una opción terapéutica y una alternativa a la cirugía tradicional más precisa y segura, y especialmente en aquellos casos de más difícil abordaje por su tamaño o posición.

“A pesar de que no todos los tipos de tumores cerebrales presentan la misma agresividad, la importancia del cerebro para el cuerpo humano hace que también los tumores cerebrales benignos conlleven un riesgo importante para la vida de los pacientes y sean candidatos para tratamientos radicales como la radiocirugía”, afirma en este contexto el doctor Alberto Saénz Cusí, director del Instituto Oncológico del Hospital Quirónsalud Zaragoza.

De hecho, este tratamiento está indicado para ciertos tipos de tumores cerebrales malignos, pero también para tumores benignos que pueden condicionar la esperanza y la calidad de vida de los pacientes, explica por su parte el doctor Severiano Cortés, director de la Unidad de Neurocirugía del Hospital Quirónsalud Zaragoza.

Este tratamiento está indicado para ciertos tipos de tumores cerebrales malignos, pero también para tumores benignos que pueden condicionar la esperanza y la calidad de vida de los pacientes

Es más, defiende que está especialmente indicado en las metástasis cerebrales provocadas por otros tumores primarios (15% de los casos); así como para el neurinoma del acústico y los meningiomas de difícil abordaje. “La radiocirugía es una opción terapéutica de extraordinaria importancia tanto en tumores primarios como en metástasis”, ya que permite contar con una alternativa a la cirugía tradicional para aquellos casos de difícil abordaje por tamaño o posición del tumor, indica.

Asimismo, el doctor Cortés ensalza que otra de las ventajas de esta opción terapéutica es que permite aplicar altas dosis de radioterapia en zonas muy concretas donde se localiza el tumor, mientras que las áreas sanas reciben muy poca radiación. Precisamente, el Colegio Americano de Radiología (ACR por sus siglas en inglés) señala que, en comparación con la radioterapia convencional, la radiocirugía representa un procedimiento no quirúrgico que entrega radiación “sumamente enfocada” y “en dosis mucho más altas”, “y en solamente uno o unos pocos tratamientos”.

Además, desde la Sociedad Española de Radiocirugía (SER) sostienen que la Radiocirugía se basa en la exacta y precisa localización del objetivo a tratar, así como de las zonas de riesgo mediante los estudios de imagen, que sean precisos, y el adecuado control de la calidad y reproducibilidad de los mismos (TAC, Resonancia Magnética, Arteriografía, PET,…).

A su vez, indica que la radiocirugía se basa en el uso de múltiples y finos haces de radiaciones ionizantes, generadas en aparatos específicos (generadores de radiación a través de un procedimiento electromagnético: aceleradores lineales) o bien procedentes de una fuente natural (como la radiación gamma emitida por el cobalto).

Precisamente, el Instituto Oncológico del Hospital Quirónsalud Zaragoza, en el que trabajan los doctores Sáenz y Cortés, acaba de incorporar el acelerador lineal más avanzado del mercado, y que utiliza una tecnología de tomografía computarizada (TAC) para conocer la posición exacta del tumor y facilitar una radiación mucho más precisa.

Esto evita la afección en tejidos sanos, así como la incorporación de patologías que hasta ahora no podían tratarse con radioterapia, como los tumores cerebrales”, remarca el doctor Sáenz Cusí, quien lamenta que en la actualidad se está asistiendo a un alto índice de tumores malignos del sistema central, un tipo de cáncer que suele afectar a personas de más de 60 años cuando se trata del tumor primario, pero también a pacientes de otras franjas de edad cuando se trata de tumores metastásicos.

El procedimiento: tratamiento radical del tumor en 10 minutos 

A partir de ahí, y una vez diagnosticado el tumor, el oncólogo señala que se estudia cuál puede ser el mejor tratamiento para el mismo. En su caso, dice que es el Comité de tumores de su centro el que opta por una u otra vía terapéutica. “En caso de optar por la radiocirugía para garantizar el tratamiento radical de la metástasis, y para ajustar el tratamiento de forma milimétrica y salvaguardar todas las zonas sanas, se realiza un TAC y una resonancia magnética, con las que el equipo médico obtiene la información precisa para ajustar el tratamiento”, detalla el doctor Sáenz Cusí.

Por su parte, el doctor Ricardo Escó, jefe de la Unidad de Oncología radioterápica de Quirónsalud Zaragoza, indica que esto permite ver exactamente el lugar en el que se interviene, y con ello, ser mucho más precisos en el tratamiento, y sin afección para el paciente: “Una mejora de un 1% en el volumen cerebral a tratar es muchísimo. Y el trabajo conjunto entre los especialistas y la aplicación de la radiocirugía nos lo permite”.

Gracias a la radiocirugía se puede acceder a tumores de difícil acceso a través de la cirugía tradicional

Escó celebra también que otro de los beneficios de la radiocirugía es que la preparación del paciente ante esta intervención requiere sólo de un tratamiento previo con corticoides. “Una vez analizadas las imágenes, el paciente se somete a una sesión de 10 minutos de duración en la que el tumor queda necrosado. Tras la radiocirugía, el paciente se queda en observación dos horas aproximadamente antes de volver a casa, y será sometido a un control constante del equipo médico durante aproximadamente un mes, tras el cual el tumor estará completamente eliminado”, subraya el radiooncólogo.

Según destaca, gracias a la radiocirugía se puede acceder a tumores de difícil acceso a través de la cirugía tradicional. “De esta manera aumentamos las probabilidades de control del tumor o la metástasis hasta un 80 o 90%", añade. A su vez, el doctor Asís Lorente, co-director de la Unidad de Neurocirugía de Quirónsalud Zaragoza, defiende que la radiocirugía puede mejorar los resultados en supervivencia del paciente, así como reducir los efectos secundarios de la radioterapia convencional, evitando en algunos casos cirugías con alto riesgo vital.

En última instancia, este especialista llama a la calma a los pacientes sobre el actual estado de pandemia, recordando que hoy en día no se debe tener miedo a la hora de acudir al hospital y de someterse a este tipo de procedimientos puesto que los centros sanitarios han desarrollado circuitos limpios de coronavirus, y en el caso concreto del Hospital Quirónsalud Zaragoza, este cuenta con la certificación ‘Protocolo Seguro Covid’ de Applus+, tras corroborar que cumple con los estándares internacionales más exigentes frente a este virus.

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