El salto de la redacción al escaño no es un fenómeno reciente. El fichaje del periodista Pablo Montesinos por el Partido Popular como número 1 por Málaga ha desatado un acalorado debate sobre la simbiosis entre profesionales de la información y políticos. Pero no deja de ser una práctica común tanto en España como en otros países.
En Reino Unido, por ejemplo, Churchill dejó la libreta y el bolígrafo de su etapa como corresponsal de guerra en The Daily Graphic y The Morning Post para irrumpir en la escena política. A los 66 años llegó a convertirse en un enérgico primer ministro británico.
En España cuesta imaginar a Ximo Puig, Andoni Ortuzar y Uxue Barkos en busca de la noticia. También a Pilar Rahola y al fugado Carles Puigdemont. Sin embargo, todos ellos ejercieron el periodismo en algún medio de comunicación antes de alistarse en las filas de sus partidos. O de los que lo fueran en el caso de la ex dirigente de ERC y actual tertuliana, que llegó a cubrir conflictos como la guerra entre Etiopía y Eritrea y la de los Balcanes.
Independencia
"No es un hecho inusual. Hay varios periodistas que se dejaron seducir por la política en alguna etapa de sus vidas. Era muy habitual en las primeras décadas del siglo pasado", explica a Vozpópuli el presidente de la FAPE, Nemesio Rodríguez.
Y recuerda que en el libro Cuatro siglos de periodismo en España, de María Cruz Seoane y María Dolores Saiz, se cita un artículo de 1916 de la revista España donde se pasaba revista a todos los periódicos de Madrid y se destacaba que en ninguno de ellos dejaba de haber periodistas que se presentaban a las elecciones para diputados.
La parte negativa que tiene para un periodista es que hipoteca su independencia y neutralidad", opina Nemesio Rodríguez (FAPE)
De hecho, el primer presidente de la APM, Miguel Moya, fue elegido senador en 1920, y el tercero, Alejando Lerroux, llegó a ser presidente del Gobierno en dos ocasiones en 1933. "Creo que la parte negativa que tiene para un periodista el ingreso en política es que hipoteca su independencia y neutralidad, dos valores básicos de nuestro oficio", opina Rodríguez.
Según el presidente de la FAPE, los partidos suelen elegir a periodistas como candidatos a las elecciones por varios motivos. Entre ellos, destaca las dotes de comunicación, su agenda de contactos, la popularidad por aparecer en televisión, la afinidad ideológica y el conocimiento de los temas de actualidad que más puedan interesar. En algunos casos, apunta, también el compromiso del periodista con algún tema que esté contemplado en el propio programa del partido.
"Un buen altavoz"
Pero, ¿qué lleva a los periodistas a dar el salto a la política?. El andaluz Pablo Montesinos gozaba de reconocimiento como periodista en Libertad Digital y en algunas de las principales tertulias políticas de la televisión. Ahora se tendrá que preparar para dar la batalla en Málaga.
"España está atravesando momentos difíciles y es importante que la sociedad civil dé un paso adelante. Yo me creo el proyecto de Pablo Casado. Quiero impulsar la política del sosiego frente a la del radicalismo", declara Montesinos a este diario.
Reconoce que le gusta mucho el periodismo y que va a echar de menos a todos sus compañeros, pero ahora tendrá la ventaja de "poder hacer cosas buenas para el país". "Con toda la humildad me he puesto a disposición del PP de Málaga. Ahora me centraré 100% en la vida política, pero espero ser un buen altavoz de los intereses de los malagueños en los medios de comunicación", avanza.
Montesinos reconoce que echará de menos el periodismo, pero ahora tendrá la ventaja de "poder hacer cosas buenas para el país"
Sobre el cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero, uno de los tantos que han criticado publicamente su fichaje por el PP, Montesinos asegura que no entrará en descalificaciones. "Creo que Monedero no ha leído mis crónicas ni me ha escuchado. Como periodista también he sido crítico con el PP y con los casos de corrupción que se han dado", explica.
La fiebre del PP por pescar periodistas o figuras mediáticas de cara a las elecciones se ha constatado también en los casos de las incorporaciones de los también periodistas Vicente Azpitarte y Cayetana Álvarez de Toledo. Sin embargo, Ciudadanos, Podemos y PSOE cuentan con profesionales de la información en sus filas.
"Prejuicios hacia los políticos"
El diputado Nacho Martín Blanco es uno de los miembros de la formación naranja en el Parlament que viene del Periodismo. Hizo prácticas en El País, La Razón y la Vanguardia. Después estudió Políticas y lo compaginaba con escribir en una revista del IESE. Ahora continúa publicando artículos y es asiduo a tertulias de opinión.
"Tenía la inquietud del periodista, pero siempre me interesó la política. Es un salto normal, no contra natura. Ambas profesiones deben implicar honestidad y firmeza en los principios. Un periodista deshonesto nunca llega lejos, aunque pueda tener éxito temporalmente", considera.
Martín Blanco: "Ambas profesiones deben implicar honestidad y firmeza en los principios. Un periodista deshonesto nunca llega lejos"
Según Martín Blanco, la comunicación es fundamental en el ámbito político y, a su vez, "es tentador formar parte de la toma de decisiones y no quedarte como mero espectador". Por otro lado, reconoce que al pasar al otro lado se ha dado cuenta de que existen muchos prejuicios hacia la denominada "clase política".
"Te das cuenta de que la vida parlamentaria también tiene dificultades y la labor de los políticos, susceptible de muchos infundios, es más importante de lo que parece. Entre otras cosas, exponer en público es muy difícil porque no solo hablas por ti, sino por los millones de personas a las que pasas a representar", dice. "Políticos y periodistas se retroalimentan", concluye el diputado naranja.