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Los temores de los padres primerizos: desde la fiebre hasta los problemas de sueño

“La noche es un contexto temporal que preocupa de una manera simbólica y especial a las familias”, afirma el doctor Miguel Rico, médico adjunto del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles

  • Imagen de una madre sujetando los pies de un bebé

Los padres primerizos muestras temor por muchas situaciones que, a posteriori, se vuelven mundanas. Pero, ¿cuáles son sus principales miedos? Los episodios de fiebre y la primera exploración neurológica de los bebés son dos de las situaciones que más suelen atemorizar a los padres, especialmente a los primerizos. Sin embargo, no son las únicas.

Las horas nocturnas no suelen ser el mejor momento para los padres. Si los niños son pequeños, aun estando sanos, pueden tener problemas de sueño, de digestión o sin ninguna causa concreta, puede que no consigan conciliar el sueño. Los padres primerizos suelen visitar los servicios de urgencia por las noches si perciben algo que les inquieta en sus pequeños.

“La noche es un contexto temporal que preocupa de una manera simbólica y especial a las familias”, afirma el doctor Miguel Rico, médico adjunto del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid), y el principal motivo de consultas nocturnas suelen ser episodios de fiebre.

Después de los episodios febriles, otro momento que los padres afrontan con gran nerviosismo es la primera exploración neurológica del bebé, algo habitual en los recién nacidos. La doctora Erika Jiménez, médico adjunto de la Unidad de Neurología Infantil del Servicio de Pediatría del mencionado hospital madrileño, anima a los padres a asumir con buena disposición este necesario examen neurológico ya que “es muy importante para detectar de manera precoz posibles incidencias en el sistema nervioso central de los recién nacidos”.

Para el doctor Miguel Ángel López, experto en robótica y jefe del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Povisa de Vigo, existe un nuevo aliado: los robots

El 4º Curso de Actualización Pediátrica celebrado reciente en el hospital de Móstoles sirvió para resolver dudas acerca de situaciones más duras cuando se trata de menores. Es poco frecuente, pero uno de los mayores retos que deben afrontar los pediatras sucede cuando el niño sufre una enfermedad terminal. Este hecho fue abordado gracias a la iniciativa “Cuéntame algo que me reconforte”, que pone el énfasis en la importancia de prestar apoyo emocional y psicológico tanto a niños como a padres.

Cansancio o traumatismo dentario

Más habitual es el caso de los menores que “se cansan demasiado” o, en lenguaje técnico, padecen disnea de esfuerzo. Frente a la tendencia a vincular este cuadro al asma, “no todo niño con sensación de falta de aire padece esta patología, ya que hay otras entidades en las que nos hemos de fijar, como los problemas laríngeos funcionales”, explica la doctora Verónica Sanz, médico adjunto del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Rey Juan Carlos.

Hay otros episodios muy habituales, como el traumatismo dentario, otro escenario abordado en el curso. Los doctores Juan Rey y Lorena Pingarrón, jefe del Servicio de Cirugía Maxilofacial del centro madrileño y médico adjunto, respectivamente, detallaron una serie de consejos sobre cómo actuar en estos casos, destacando las diferentes pautas que se deben aplicar en función de si la pieza afectada es un diente de leche o uno definitivo.

Los robots, también para la medicina

Estos especialistas de la medicina no solo tratan problemas de los padres cuando tienen sus primeros hijos o cuando estos son pequeños, sino que proponen retos para la disciplina. Para el doctor Miguel Ángel López, experto en robótica y jefe del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Povisa de Vigo, existe un nuevo aliado: los robots. “El futuro inmediato de la Medicina pasa por el uso creciente de robots, en calidad de asistentes médicos, del personal de Enfermería y de fisioterapeutas”, señaló. El debate surge cuando uno se pregunta sobre si las máquinas podrán sustituir o no ciertos puestos de empleo. Lo único claro es que, hasta el momento, los robots no han logrado tener empatía.

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