Suzuki es una de las marcas que más se identifica con los modelos antes todo terreno, ahora englobados en la moda SUV. En cualquier caso, modelos destinados en principio a ofrecer grandes cualidades en comportamiento off-road aunque cada vez con menor intensidad. Y es que en su elección, ahora marca mucho el diseño en lugar de la eficiencia en campo en casi todos los fabricantes. Pero no todos. Suzuki sigue explorando nuevas vías en este sentido y, con el Ignis, trata de ofrecer un utilitario confortable y práctico en ciudad pero con claras reminiscencias de todo terreno. De hecho, es de los pocos dentro de su segmento que cuenta con versiones de tracción total
También la altura de su carrocería le sitúa algo por encima de los turismos convencionales y, junto a una reducida longitud, 3,7 metros, y un peso que no llega a los 900 kilos, le deja muy próximo casi a lo que podría considerarse un pequeño todo terreno. Y a pesar de sus pequeñas proporciones, es capaz de ofrecer un interior no solamente amplio, sino también versátil. Para ello, la banqueta trasera puede regularse de forma longitudinal y llegar a ofrecer un maletero de 260 litros.
Al subirte a él, no parece tan pequeño, y se siente suficientemente amplio. Ofrece buena visibilidad hacia el exterior y los asientos garantizan un buen confort en largas jornadas a sus mandos. El salpicadero del Suzuki Ignis está presidido por una gran pantalla táctil, que incluye pantalla de audio con función de navegación, heredada de modelos de superior categoría como el Vitara y el S-Cross. El sistema dispone de varios sistemas de conectividad (Android Auto, CarPlay y Mirror Link) para los más modernos smartphones que permiten al conductor acceder a las aplicaciones compatibles a través de la pantalla táctil de 7 pulgadas.
Tampoco falta tecnología de última generación en lo que a seguridad se refiere. Incorpora dos cámaras que controlan la distancia entre el coche y otros objetos y la lectura de las líneas de la carretera. El sistema analiza la forma de estos objetos para reconocer si se trata de otros vehículos o de peatones. De este modo, el sistema puede ejercer tres distintas funciones: Dual Camera Brake Support (DCBS), es decir, la asistencia a la frenada por medio de ambas cámaras, aviso de abandono de carril y alerta de zigzagueo.
Bajo el capó monta un moderno motor de gasolina 1.2 de 90 CV que destaca por su ahorro en consumo de combustible. Adicionalmente, se puede combinar con el sistema híbrido SHVS (Smart Hybrid Vehicle by Suzuki), que aporta unos 4 CV extra y que permite una eficiencia en el consumo de gasolina aún mayor. Esta tecnología se basa en una batería extra de 3kWh de capacidad y un dispositivo eléctrico que apoya al motor de gasolina según las demandas del acelerador. La carga de la batería se realiza con la energía que se produce en las retenciones de motor y en las frenadas.
El motor 1.2 sin el sistema híbrido puede combinarse con el sistema 4x4 ALLGRIP AUTO que distribuye automáticamente el par a las ruedas delanteras y traseras cuando detecta que las delanteras han perdido agarre. Un sistema de tracción total que suponen 1.500 euros más sobre la versión de tracción delantera, 11.200 frente a 12.700 euros.