La Comisión de Industria y Energía del Congreso de los Diputados ha sido en los últimos cinco años una balsa de aceite para el sector eléctrico y reguladores con tanta responsabilidad como el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Las presidencias de Pablo Matos, desde principios de 2012 a finales de 2015, y de Fernando Martínez Maíllo, en la fallida formación de las cámaras en la primera parte de 2016, las dos del PP, han mantenido el nivel de exigencia de las comparecencias en niveles tan bajos que el presidente del CSN, Fernando Marti, ha eludido presentarse ante ella desde diciembre de 2014 con la connivencia de sus responsables, pese a que el organismo que dirige está tomando decisiones sobre cuestiones tan polémicas como la reapertura de la central de Garoña o la construcción del basurero nuclear de Villar de Cañas, entre otras.
Tras las elecciones del 26J, aunque todo apunta a que las cámaras no tardarán en volver a disolverse camino de los terceros comicios, las tornas han cambiado y ahora la presidencia de esta Comisión está en manos de Unidos Podemos. Más concretamente de Izquierda Unida y de su diputado de Esquerra Unida del País Valencià (EUPV), Ricardo Sixto. Al presidente le arropará, en calidad de portavoz, la diputada de En Marea y dirigente de IU, Yolanda Díaz.
Desde la presidencia de la Comisión, Unidos Podemos quiere pasar revista al sector para hacer una radiografía más ajustada a la realidad
Sixto es -junto con Alberto Garzón- el diputado con más experiencia parlamentaria de Unidos Podemos, porque ya tuvo escaño entre 2011 y las elecciones del pasado mes de diciembre. Entonces, volvió a concurrir pero no logró revalidar su acta, lo que sí consiguió el pasado 26 de junio, tras integrarse EUPV en la candidatura con la que Compromís y Podemos concurrieron a aquellos comicios.
Según las fuentes consultadas, Sixto quiere promover, con el apoyo de todos los partidos excepto el PP, la comparecencia urgente de Marti para rendir cuentas sobre las polémicas decisiones del CSN en los últimos tiempos. Ya en primavera, cuando Martínez Maíllo presidía la Comisión, la mayoría de las formaciones firmaron una carta para pedir la comparecencia urgente del responsable del supervisor nuclear y su dimisión, pero el vicesecretario general de Organización del PP no se involucró en lo que a gritos pedían los diputados de la Comisión, expiraron los plazos, se decretó la disolución de las cámaras y Marti 'se libró'.
Poco o nada se podrá hacer si finalmente se disuelven las cámaras y se convocan las terceras elecciones
También desde Unidos Podemos quieren, en caso de que la Comisión siga viva si no se disuelven las cámaras, pedir las comparecencias de los altos directivos de las eléctricas y compañías renovables, así como las de sus patronales, para hacer una radiografía del sector, intentar relanzar el papel de las energías verdes en el mix tras la política desarrollada por el PP en estos años y promover una auditoría profunda del sistema eléctrico para comprobar si el déficit de tarifa se sitúa realmente en los niveles que maneja el sector.