Está aún por ver si algún otro gran accionista institucional seguirá el ejemplo de Iberdrola para demandar a BFA-Bankia por la salida a Bolsa de julio de 2011. El gigante eléctrico ha decidido pleitear contra la entidad nacionalizada para reclamarle un resarcimiento por las pérdidas provocadas con el desplome de la acción del banco entonces presidido por Rodrigo Rato. Tal y como publicaba este martes El Confidencial, la eléctrica, instada por las autoridades, invirtió 70 millones de euros en la OPS, dentro de un grupo de institucionales que entraron en el capital del banco cotizado por un importe de más de 1.200 millones de euros.
En total Iberdrola reclama unos 12 millones de euros a BFA-Bankia, debido a las pérdidas ocasionadas tras la venta de su paquete accionarial. Por el momento parece que será la única gran compañía que acudirá a los tribunales, ya que todavía ninguno de los inversores institucionales se ha decidido a seguir la estela de Sánchez Galán. Quienes se lo siguen pensando, tal y como ha podido saber Vozpópuli, es la aseguradora Mapfre. La entidad, antigua socia estratégica de Caja Madrid y Bankia perdió 280 millones de euros con su inversión en la entidad rescatada, lo que llevó a su presidente, Antonio Huertas, a plantearse una demanda ante los tribunales.
Mapfre reconoce que "se sigue analizando la vía judicial, pero no se ha tomado una decisión aún"
Tras la sentencia del Supremo, que apuntaba a un folleto de salida a Bolsa con información falsa, el interés de Mapfre por ir a juicio se reactivó, si bien un informe secreto e independiente encargado por la firma desaconsejaba esta vía, toda vez que se veían "escasas o nulas" posibilidades de ganar. Tras el paso dado por Iberdrola, no obstante, la aseguradora reconoce que "se sigue analizando la vía judicial, pero no se ha tomado una decisión aún". Banco Popular es otra entidad que en 2011 adquirió un paquete accionarial de Bankia y que todavía no ha dado el paso de acudir a los tribunales. "No hemos tomado una decisión", señalan también desde el banco presidido por Ángel Ron, enfrascado en un proceso de ampliación de capital para captar más de 2.500 millones de euros con los que sanear el balance.
Por su parte, Banco Sabadell ya ha tomado la decisión de no reclamar en sede judicial el dinero invertido en la salida a Bolsa de Bankia. Pese al paso dado por Iberdrola, desde la entidad catalana no contemplan una posible demanda. Josep Oliu ya manifestó públicamente en más de una ocasión que tras la venta de su participación el banco ya dio por zanjado cualquier posible reclamación posterior.
Mientras, tranquilidad en Bankia
La decisión de la eléctrica de pleitear no parece haber cambiado los planes de Bankia de ir cerrando cuanto antes el episodio de la salida a Bolsa de 2011. Fuentes próximas al banco nacionalizado han asegurado que el mismo no ha provisionado (ni tiene previsto hacerlo) una cantidad específica relacionada con reclamaciones del tramo de inversores institucionales. "No estamos preocupados porque el folleto solo era relevante para los inversores minoristas. El inversor institucional tiene otras vías para valorar, y sabía cuando entró que había riesgos evidentes, como muestra el descuento del 70% aplicado en su momento al precio de la acción", explican estas fuentes.
"No vamos a provisionar primero porque es pronto, y segundo porque hay que obrar con prudencia". Desde el banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri creen que tienen una posición jurídica muy sólida que apoya su posición en el tema de los institucionales, y se plantean defenderse "con uñas y dientes" y acudiendo al Tribunal Supremo si fuera necesario.
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