El Consejo de Coordinación de Podemos, la ejecutiva del partido, se reunió en la mañana de lunes para analizar la situación creada tras la fallida investidura de Pedro Sánchez y acordó convocar a PSOE, IU y Compromís a reunirse el próximo miércoles a las 10 de la mañana para retomar las negociaciones de la mesa a cuatro. La iniciativa tuvo lugar después de que PSOE y Ciudadanos renovaran el pasado sábado su pacto de legislatura en una reunión celebrada en el Círculo de Bellas Artes, pese a haber comprobado tan solo unas horas antes que el mismo solo fue capaz de atraer el voto positivo de la única diputada de Coalición Canaria, para sumar 131 votos a favor por 219 en contra.
Pablo Iglesias ha querido en esta ocasión tomar la iniciativa y que fuese Podemos, y no IU, la promotora de la mesa a cuatro, quien convocase a sus integrantes a reunirse para intentar configurar una nueva mayoría. Íñigo Errejón, portavoz parlamentario, telefoneó a Antonio Hernando, su homólogo del PSOE, Alberto Garzón, de IU, y Joan Baldoví, de Compromís, para anticiparles su intención antes de hacerla pública y, frente a lo esperado, recibió la negativa de los socialistas a volver a sentarse en la misma mesa si no es con la presencia de Ciudadanos. De hecho, Pedro Sánchez ya había anticipado el pasado domingo su intención de acudir con su socio a cualquier reunión que pudiera convocarse en un futuro, en su caso para sumar nuevos aliados al pacto suscrito entre ambos.
Desconcierto en Podemos
La respuesta del PSOE dejó descolocada a la dirección de Podemos, que no contaba con que los socialistas rechazaran la oferta. De hecho, su secretario de Organización, Sergio Pascual, anunciaba a media tarde de ayer que los socialistas se habían limitado a manifestar que tomaban nota de la invitación, sin aclarar si acudirían o no a la reunión del miércoles. Hernando había informado previamente a Errejón de que el pacto con Ciudadanos estaba "plenamente vigente" y le había anticipado que ambos partidos irán juntos a cualquier foro en el que se discuta la formación de gobierno. Errejón insistió en que la invitación a la mesa a cuatro estaba dirigida exclusivamente al PSOE, que anticipó que no acudirá. Para rizar el rizo, Izquierda Unido se sumó a la negativa a sentarse a negociar si no lo hacía el PSOE. Un galimatías que deja a la formación morada en fuera de juego.
La negativa de los socialistas hace fracasar la iniciativa de Podemos antes de que eche siquiera a andar
Una nota de la secretaría Política de la formación morada señalaba horas antes de conocerse la negativa del PSOE que "el contador se pone a cero", y puntualizaba que "se puede marear la perdiz todo lo que se quiera, pero la realidad es que las opciones son finitas: o Gobierno de cambio y de coalición plural y proporcional, o una gran coalición".
La negativa de los socialistas hace fracasar la iniciativa de Podemos antes de que eche siquiera a andar, por más que Sergio Pascual intentara ayer quitar hierro a la situación y puntualizara que la invitación "no significa que le estemos diciendo al PSOE que rompa con Ciudadanos". Una afirmación cuanto menos llamativa si tenemos en cuenta que Podemos se levantó de la mesa a cuatro cuando PSOE y Ciudadanos suscribieron su pacto, y ha invitado reiteradamente a los socialistas a romper con sus socios para intentar una nueva mayoría.
IU ha anticipado que no participará en la mesa si no están sus "cuatro patas", y el propio Sergio Pascual tuvo que terminar por reconocer que si el PSOE no acude la mesa no se constituirá.
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