España

El PP no descuelga el teléfono a Vox y bloquea una estrategia conjunta para hacer frente a la amnistía

Vox considera que si cada uno hace la guerra por su cuenta no podrán parar las ambiciones de Pedro Sánchez, pero el PP se niega a sentarse a hablar

  • Santiago Abascal, presidente de Vox, y Alberto Núñez Feijóo, líder del PP / -

Sin señales de vida en Génova. Los esfuerzos de Vox por concertar una reunión con el PP y diseñar una estrategia conjunta para frenar la ley de amnistía están siendo improductivos. "Estamos insistiendo… Génova no parece muy dispuesto", afirma un miembro de la cúpula de Vox a Vozpópuli. Fuentes populares confirman que no hay muchas ganas de hablar con el partido de Santiago Abascal, y que pase lo que pase actuarán "con independencia y autonomía".

Santiago Abascal ha lamentado en Bruselas que el Partido Popular siga sin coger el teléfono, porque considera que la amenaza de la amnistía trasciende cualquier sigla. Ha solicitado que los genoveses sigan los pasos de sus homólogos en las comunidades autónomas donde gobiernan en coalición, que sí se están planteando medidas conjuntan y convocando movilizaciones.

En Vox consideran si cada uno hace la guerra por su cuenta no podrán parar las ambiciones de Pedro Sánchez. Los de Santiago Abascal llevan días lanzando mensajes al Partido Popular para que actúen unidos al menos contra la amnistía, pero los populares optan por una línea diferenciada. Por ejemplo, en el PP hacen hincapié en que no participan en las movilizaciones de Ferraz, justo en línea opuesta con Vox.

“Nosotros hemos pensado desde el principio que la respuesta conjunta y coordinada al golpe de Estado, golpe a la Constitución de Pedro Sánchez, es mucho más eficaz que las acciones dispersas y descoordinadas. Y hemos planteado al Partido Popular encuentros para poder responder de manera coordinada. Pero es verdad que hasta ahora hemos encontrado al Partido Popular poco proclive a colaborar o acordar la respuesta al golpe, sobre todo al Partido Popular Nacional, el Partido Popular en las regiones, en las autonomías es coherente con los resultados electorales y está mucho más dispuesto a colaborar con Vox en los gobiernos que comparte para dar una respuesta al golpe”, ha manifestado Abascal en el Parlamento Europeo.

El Senado, punto de fricción

El único camino posible para que Sánchez no saque adelante la amnistía pactada con los independentistas es el "choque institucional". Al menos así lo ven desde Vox. Su estrategia pasa por solicitar un informe sobre la constitucionalidad de la ley de amnistía al letrado mayor del Senado, confiando en que este la declare inconstitucional. De esta manera, la Mesa estaría capacitada para no tramitar la norma, que quedaría ad infinitum bloqueada en la Cámara Alta, desactivando de facto la legislatura de Pedro Sánchez.

El PP ha sido poco claro al respecto en las últimas semanas. Primero parecía inclinarse por la línea voxera: "La Ley va a seguir siendo inconstitucional aunque la apruebe el Congreso, no cambia de una Cámara a la otra" y, por tanto, "si nos oponemos a su tramitación en una Cámara, lo haremos también en la otra", explicaban fuentes populares a este periódico hace diez días.

Sin embargo, los genoveses parecen bailar al ritmo de Ricky Martín ("un pasito p'alante María, un pasito p'atrás"). Ahora argumentan que aunque la Mesa del Senado decida no tramitar la ley, el Congreso podría aprobarla definitivamente pasados 20 días, por lo que el choque institucional no habría servido de nada. Además, temen las consecuencias legales que podría tener semejante acción para los miembros del PP en la Mesa del Senado. "No existen precedentes de que el letrado mayor del Senado haya llevado la contraria al del Congreso", apuntan fuentes consultadas.

Cierre de 'embajadas catalanas'

Mientras Vox sigue haciendo presión en el principal frente para frenar la amnistía (la Cámara Alta), continúa registrando una batería de Proposiciones No de Ley (PNL) en el Congreso para denunciar las concesiones del Estado a los separatistas. Este martes acaba de registrar una en la que solicita el cierre “inmediato” de las ‘embajadas catalanas’ y la eliminación del gasto público destinado a actividades y programas separatistas.

El texto denuncia la "proliferación de las mal llamadas 'embajadas' de ciertos ejecutivos regionales fuera de España, las políticas de adoctrinamiento que buscan sacar el español del sistema educativo o el uso fraudulento de los medios de comunicación públicos para hacer propaganda de la causa separatista".

En estos momentos, Cataluña cuenta con 21 embajadas por todo el mundo. Solo en 2023, recuerda Vox, la Generalitat de Cataluña ha comprometido hasta 27,9 millones de euros para financiar el Gabinete y Secretaría General de Acción Exterior y Gobierno Abierto de Cataluña y hasta 100 millones de euros para la Secretaría de Acción Exterior del Gobierno.

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