Sphero
Es un robot-esfera que controlas desde un smartphone, por descontado, sin cables por medio. Te reta a que lo manejes mediante ejercicios de habilidad en un mini-circuito casero: evitar obstáculos, atravesar puentes, subir rampas, etc. Una serie de accesorios vienen de serie para ello. Ojo a su velocidad, que puede llegar a 7,2 km/h (mayor que la de una persona andando a ritmo normal) y muestra un LED multicolor muy brillante. También le puedes acoplar unas carcasas para que se agarre a superficies deslizantes. Se acompaña por más de 25 aplicaciones disponibles que son, como decimos, desafíos de destreza. Además, cuando pierde energía, se coloca sobre su base y recarga la batería por inducción. Por descontado, la esfera es muy resistente a torpes… a golpes, queremos decir. 129 euros.
Sphero 2B
Este es otro robot para “conducir”, hermano del anterior por parte de empresa, y con un aspecto bien diferente. Incorpora piezas intercambiables y saldrá a la venta –se acaba de presentar– con una serie de accesorios inteligentes para jugar en niveles avanzados. Según hemos visto en demostraciones, es increíblemente rápido en los giros, puede lanzarse desde ciertas alturas y voltearse como si estuviera loco. Su armazón es muy resistente (policarbonato) y alcanza casi el doble de velocidad que el Sphero a secas. Se estima que tendrá un precio de unos 99 euros y no estará disponible hasta este próximo otoño.
Romo
En este caso se trata de un pequeño robot móvil sobre el que es preciso acoplar un iPhone o iPod touch para que funcione. Está enfocado a los niños, en concreto, a que éstos lo entiendan como una mascota y, a la vez que la cuidan y juegan con ella, vayan asimilando ciertos conceptos de robótica y tecnología. Romo puede hacer de bailarín, de DJ, de fotógrafo o ser una cámara sobre ruedas y que ejecute Skype, entre otros muchas posibilidades. A medida que va desempeñando papeles y realizando misiones, se van desbloqueando las distintas habilidades del robot. También admite programaciones para que realice acciones puntuales. Se puede controlar desde cualquier ordenador o dispositivo móvil de Apple (iPhone, iPod, iPad) y atención a lo útil que puede ser: si no estás en casa, puedes usarlo para hacer videoconferencias con los peques, supervisar sus deberes, darles las buenas noches a distancia o jugar al escondite, siempre de forma remota. 179 euros.
Lego Mindstorms
Aquí estamos ante unos clásicos de la robótica. Como si fueran de Ikea, los tienes que montar pieza a pieza en casa. Su primera edición salió al mercado en 1998 y, desde entonces, s han vendido millones de unidades. La evolución se apellida EV3 y se basa en la misma dinámica de montaje, programación de acciones y ejecución de órdenes. No obstante, ahora son capaces de hablar y hacer todo aquello que tu mente imagine y ellos sean físicamente capaces de realizarlo, no sólo acudir, subir o elevar objetos. La empresa no duda en afirmar que sus robotitos Mindstorms EV3 pueden “pensar”. Además, también se coordinan con aplicaciones especiales para dispositivos móviles (Apple y Android). Hablamos en plural porque estos robots Lego pueden generar distintas formas a partir de las mismas piezas: el básico con forma humanoide, Track3R (tipo oruga), R3ptar (serpiente), Spik3r (escorpión), etc. Lo más curioso es que la compañía motiva a los usuarios a que creen sus propios diseños, que los puedes ver en su web. 400 euros.