Economía

Uriarte, el ‘creador’ del Cupo Vasco: “Los vascos no somos 'aprovechateguis' sino Juan Palomo”

El presidente de la negociación del Concierto vasco en 1981 es su más entusiasta defensor: "El resto de CCAA tiene una deuda de cerca de 190.000 euros con el Estado; País Vasco, cero"

  • Pedro Luis Uriarte, exconsejero de Economía y Hacienda del primer Gobierno Vasco.

"A mí me perjudica el Concierto: en Vizcaya estoy pagado anualmente 250.000 euros más de Renta y Patrimonio de lo que pagaría en Madrid; si eliminaran el Concierto y pusieran el sistema de Madrid, a mí me beneficiaría, pero sigo tributando en Euskadi, el Concierto es solidaridad". Así se presenta Pedro Luis Uriarte, vinculado al Banco Bilbao desde 1973 y más conocido como consejero delegado de BBVA hasta su prejubilación en 2001. Su desempeño tuvo un paréntesis como consejero de Economía y Hacienda en el primer Gobierno vasco, surgido tras la promulgación del Estatuto de Autonomía del País Vasco, y como presidente de la Comisión Negociadora del Concierto Económico entre la Administración General del Estado de España y la Comunidad Autónoma del País Vasco, que entró en vigor en 1981, tras una larga negociación.

Uriarte es un entusiasta defensor de las bondades del Cupo Vasco, que en términos técnicos se denomina Concierto, y con este fin ha participado recientemente en el congreso de la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf) que se ha celebrado en San Sebastián. Uriarte impartió una conferencia sobre la génesis del Concierto económico vasco en la que hizo un recorrido histórico sobre los hitos de esta institución controvertida y que ahora reclama para Cataluña Junts.

Su relato, que transmite en charlas y conferencias, parte de que se trata de una realidad histórica que "no es una conquista de los vascos, se impone manu militari", en alusión a que en 1876 el Concierto sustituyó a los Fueros tras la tercera guerra carlista.

Uriarte critica los mensajes que alertan de "todas las mentiras del Cupo Vasco, la gran estafa del nacionalismo", que atribuye a un "desconocimiento monumental". La novedad del Concierto que él negoció es que añadió a la regulación previa de las relaciones del País Vasco con el Estado la vertiente financiera que no estaba en los anteriores, con la metodología del Cupo.

En el caso del resto de comunidades, las de régimen común, el Estado cubre los riesgos, "pero en el País Vasco, no, es el yo me lo guiso yo me lo como", explica. Sin embargo, apunta, "las comunidades de régimen común deben cerca de 190.000 millones al Estado, no sé cómo demonios lo van a poder pagar. En las negociaciones de la investidura de Pedro Sánchez ahora mismo los partidos catalanes piden que se les perdone deuda, las Forales no debemos nada por el principio de Juan Palomo, recaudamos, gestionamos e inspeccionamos la totalidad de impuestos", destaca.

"No estamos ante un debate de dinero, ni tecnocrático. Los vascos no somos una cuadrilla de aprovechateguis que pretende vivir del esfuerzo de los demás, desde hace más de un siglo. Estamos ante una cuestión muy sensible y muy profunda que es la forma en la que entiende su autogobierno la inmensa mayoría del pueblo vasco. Por lo tanto, rogamos sensibilidad, respeto, responsabilidad… y visión de Estado", pide a un auditorio de asesores fiscales venidos de toda España.

"Es una singularidad, reconocida constitucionalmente, que hunde sus raíces en la historia y que desearía que valoren en toda su dimensión. El Concierto es clave para la estabilidad del País Vasco … y para la de España", alerta.

Sobre la posición del nacionalismo, recuerda que en 1935, el PNV acepta y apoya el Concierto, que hasta entonces había rechazado.

Franco suprimió los conciertos de Vizcaya y Guipúzcoa como castigo por considerar que eran provincias "traidoras".

La negociación que lideró Uriarte en 1981 tuvo lugar "en un momento de crisis brutal en España (política, económica y social) y en Euskadi, a lo que se añade la intensa actividad terrorista de ETA, radicalmente opuesta al Concierto".

En este contexto, subraya que "el Concierto Económico es la piedra angular de la autonomía vasca …y el anclaje constitucional más poderoso en el territorio en el que la Constitución Española de 1978 tuvo el menor grado de apoyo, de poco más de un 30%".

Uriarte admite que el Concierto vasco -y el Convenio navarro, muy parecido- "es un modelo único en el mundo. No existe ningún Estado federado (ni entidad sub-estatal alguna) al que se le reconozcan constitucionalmente todas las capacidades tributarias y financieras que ostentan los tres Territorios Históricos (y la comunidad autónoma vasca), además de Navarra, en esos decisivos campos".

El Concierto de 1981 tenía vigencia hasta el 31 de diciembre de 2001. No se consiguió acuerdo para renovarlo y se prorrogó. Finalmente, el Gobierno central, presidido por Aznar, y el vasco, por Ibarretxe, aprobaron el Concierto de 2002, hoy vigente. Por primera vez, no tiene límite temporal. Precisamente Aznar formaba parte de la comisión negociadora por parte del Estado en 1981.

Tramitación exprés y opacidad

Desde 1981, se han aprobado 20 Leyes, previamente pactadas, con los diferentes Gobiernos centrales, de diversas ideologías, y en diferentes coyunturas parlamentarias, que han obtenido 4.926 votos a favor, una aceptación del 87%, y 213 en contra, el 3,7%, con 519 abstenciones y votos nulos, subraya Uriarte. Hay que señalar que se suelen tramitar de forma urgente, en lectura única y las enmiendas son de totalidad o devolución, esto es, que los grupos no pueden modificar una coma, sólo votar sí o no.

Euskadi recibe el 6,24% de los ingresos del Estado por impuestos no concertados, los que crea el Estado y todavía no se ha pactado su incorporación al Concierto, ingresos no tributarios (tasas, multas, etc.,) y el déficit público estatal (que en 2022 alcanzó 43.982 millones de euros). Después de eso, y tras aplicar unos pequeños ajustes, se obtiene el cupo líquido. Paga el 6,24% de las cargas del Estado que no asume una vez deducida la asignación presupuestaria que, a nivel estatal, corresponda a las competencias de las que sí se encarga. Entre las competencias exclusivas del Estado que sufraga están los gastos de la jura de Leonor, pone de ejemplo.

El Cupo base establecido para el primer año de cada quinquenio se aumenta en los siguientes según crezcan los Presupuestos del Estado. Se liquida anualmente con los gastos reales del Estado, por lo que aunque el 6,24% es fijo, la base es variable. "Ese porcentaje lo acordé en 1980 con referencia al PIB de Euskadi sobre el total del Estado y es mayor que el peso de la población (4,6%) y el actual del PIB (5,9%)", destaca Uriarte.

Con todo, la clave es la base y cómo se negocia, lo que es opaco, según advierten algunos expertos. Uriarte destaca que el Concierto es un pacto, al que se llega en una Comisión Bilateral: "La idea de bilateralidad es esencial".

Por último, señala que las políticas públicas que ha posibilitado el Concierto han sido redistributivas y por ello, cuando se valora el Concierto y el Cupo, cree que no hay que pensar sólo en la cuantía del gasto público per cápita, sino en su destino. "Ha convertido a Euskadi en una sociedad muy igualitaria", remacha.

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